Sánchez pide al PSOE "meter una marcha más" y fija como "prioridad" las municipales y autonómicas de 2023

Pedro Sánchez pone deberes al PSOE. Durante su intervención ante el Comité Federal del partido, el presidente del Gobierno y líder de los socialistas ha pedido a los suyos “meter una marcha más” para afrontar los retos que quedan para el tramo final de la legislatura y ha fijado como “prioridad clara” las elecciones municipales y autonómicas, que se celebrarán en la primavera del 2023.

En un discurso de casi una hora, en el que ha sacado músculo por las medidas llevadas a cabo por su Ejecutivo, Sánchez ha reclamado al partido explicar a los españoles “cómo habrían sido las cosas si la derecha hubiera gobernado” y mantener el rumbo fijado en base a “señas de identidad claras” del PSOE: “la empatía y el compromiso social”.

En su alocución, Sánchez ha defendido la transición ecológica como “una oportunidad”, ha rechazado la propuesta de Bruselas respecto al gas y ha defendido la alternativa planteada por su Gobierno y hasta ha enviado un mensaje claro a los bancos y a las energéticas tras su rechazo a los impuestos que el Ejecutivo tiene previsto llevar al Congreso la semana que viene.

Lo ha hecho durante una intervención que ha precedido a la votación de los cambios que ha hecho Sánchez en el seno del partido, con la sustitución de Adriana Lastra como vicesecretaria general por María Jesús Montero, ministra de Hacienda; Patxi López como nuevo portavoz en el Congreso en sustitución de Héctor Gómez; y Pilar Alegría como nueva voz del partido en sustitución de Felipe Sicilia.

Cambios sobre los que Sánchez apenas ha hecho mención, con un mero agradecimiento a los que se van y a los que entran, pese a que estos cambios son los que han precipitado la convocatoria del Comité Federal.

Un Comité al que Sánchez ha exigido determinación. El secretario general del PSOE ha arrancado su discurso hablando del “error” que supone instalarse en la “inacción”. “Nunca me vais a ver de perfil, no vamos a esperar sentados a que los problemas se resuelvan solos como hicieron otros. Siempre nos vais a ver dando la cara, esforzándonos por aportar una solución a cada uno de los problemas que surjan en el camino, porque así es como gobernamos los socialistas”, ha dicho.

“Gobernar para transformar y siempre con el mismo ánimo, que nuestro país avance. Gobernar es elegir y los socialistas elegimos proteger a la clase media trabajadora. Nunca olvidamos para quién gobernamos, para la gente de a pie, y tenemos claro para qué gobernamos: para proteger y transformar”, ha agregado.

En este sentido, Sánchez ha puesto en valor el esfuerzo de recursos que ha hecho su Gobierno, no sólo durante la pandemia y otras crisis que ha tenido que afrontar, sino también ahora, con la elevada inflación y las medidas que ha aprobado el Ejecutivo para lo que resta del año.

Un discurso con marcado carácter de izquierdas, en el que Sánchez ha reafirmado al PSOE como un partido “feminista” y “ecologista” rechazando, por ejemplo, “caer en viejos trampantojos como la vuelta a la energía nuclear”.

″¿Qué hubiera sido de España si hubieran gobernado otros estas adversidades?”, se ha preguntado Sánchez recordando las distintas situaciones críticas a las que se ha enfrentado su Ejecutivo. “Nosotros no vamos a hacer como hicieron los gobiernos del PP, ser débil con los fuertes y fuerte con los débiles”, ha aseverado.

En relación al PP, Sánchez cree que es “la nada”. “Una oposición instalada en el catastrofismo, sin proyecto de país, instalada en el negacionismo y en el bloqueo”, ha afirmado, para agregar que es “una derecha que cambia de cartel pero que continúa siendo la misma oposición negacionista de siempre, sin ningún ánimo de ayudar a España”.

El presidente del Gobierno ha pedido a su partido tener “claras las prioridades”. “Vamos a gobernar para sacar adelante al país, guiándonos por el interés general, para la mayoría social. Y cuando sea preciso elegir, estaremos siempre del lado de quienes necesitan el auxilio de los poderes públicos aunque al hacerlo resultemos incómodos para los más poderosos”.

Sobre estos poderosos, Sánchez ha defendido la necesidad del impuesto a las entidades financieras y a las empresas energéticas y les ha enviado varios mensajes.

“Pedimos a las grandes empresas que cualquier beneficio indirecto derivado de esta situación no engorde los beneficios ni derive en sobresueldos de los grandes directivos. ¿No lo está haciendo el Gobierno de España?, pues también tienen que hacerlo las grandes empresas”, ha afirmado.

Después ha tirado de datos para recordarle a los bancos que “en crisis anteriores” fueron ayudados con dinero público. “Por supuesto que pueden asumir su contribución. El nuevo impuesto va a recaudar 1.500 millones de euros al año. Sin embargo, los bancos han repartido dividendos por más de 3.500 millones de euros en el primer trimestre de este año. Y el año pasado, en su totalidad, más de 13.400 millones de euros”.

“Gobernar es elegir y no vamos a permitir que el sufrimiento de muchos sea el beneficio de unos pocos”, ha asegurado Sánchez, muy aplaudido en esta parte de su discurso.

Marcando músculo socialdemócrata, el presidente del Gobierno quiere que el PSOE recupere pulso en un momento delicado para el partido, con las encuestas en contra y con dos citas electorales fundamentales casi a la vuelta de la esquina.

Sánchez mete primera, pone deberes y apunta al 2023.