Sánchez marca en rojo el 2023: da la orden de pisar más la calle y potencia a su izquierda la plataforma de Yolanda Díaz

A las 9.30 horas de este lunes llegaba a Ferraz. Venía desde La Moncloa, donde minutos antes había sido entrevistado por Angels Barceló. Dentro se encuentra ya su nueva dirección: las 42 personas con las que inicia una nueva etapa del partido. Hay abrazos, apretones de manos, palmaditas. Pedro Sánchez se sienta y lo flanquea la recientísima cúpula: Adriana Lastra, Santos Cerdán, Cristina Narbona, Javier Izquierdo y Andrea Fernández, en la mesa central.

Es el primer día de este tercer mandato de Sánchez al frente del PSOE. Pero esta vez con un partido calmado y unido: el 94,94% del congreso apoyó este fin de semana a la nueva Ejecutiva (un dato impensable en los últimos cónclaves). Y, además, se sentaban con otro noticia para cerrar el círculo de la cohesión interna: Antonio Hernando vuelve a la política tras su pelea con Pedro Sánchez y trabajará codo con codo con el presidente como jefe de gabinete adjunto.

Primer día de cole, entusiasmo, pero ya han llegado los primeros deberes. La orden de Sánchez a los suyos ha sido clara: hay que estar en la calle y explicar con más ahínco todo lo que está haciendo el Gobierno progresista. Quiere el presidente un partido activo y dinámico, que llegue a todos los ciudadanos y en sintonía con La Moncloa (algo que no había pasado en los últimos tiempos mientras estaba Iván Redondo como jefe de gabinete).

“No hubo felipismo ni zapaterismo, como no hay ahora sanchismo, sino socialismo y socialdemocracia”, ha verbalizado durante su entrevista con la Cadena Ser. El presidente es consciente de que las encuestas arrojan una posible mayoría del PP con Vox, pero piensa que hay tiempo para revertirlas. Después del durísimo año y medio de pandemia, con este fin de semana ha culminado el profundo cambio de equipos (en julio fue la remodelación del Gobierno y ahora tocaba el PSOE por dentro).

Y es hora de pensar ya en las elecciones que llegan, queriendo imprimir un carácter diferente a lo que pasó en la dramática debacle madrieña. Las primeras que tocarán serán las andaluzas de finales del año que viene. Tras el oscuro pasado susanista, la federación andaluza ha vuelto a recuperar su brío en Ferraz. La muestra más evidente: la primera rueda de prensa la ha dado el flamante portavoz, Felipe Sicilia, que representa al todopoderoso PSOE jienense (la provincia española con mayor porcentaje de voto socialista). Le ha acompañado en el estreno Patxi López, que también está en la Ejecutiva (fue uno de los más aplaudidos durante la presentación de la dirección en Valencia) para valorar la declaración de Otegi y para reivindicar la labor socialista -frente a las críticas del PP- que llevó a acabar con el fin del terrorismo.

Sánchez quiere reforzar el pulso socialista y volver a recuperar las urnas. Pero esto no sólo depende del PSOE, porque en España se acabaron hace tiempo las mayorías absolutas (aunque el bipartidismo se está recuperando algo). Una de las cosas que más preocupa a los socialistas es que Unidas Podemos no tire lo suficiente y no se pueda sumar frente a la derecha en este actual sistema bibloquista.

Y Sánchez ha puesto voz a lo que muchos en el PSOE llevan tiempo advirtiendo: se necesita que tire la izquierda de la izquierda, que va a la baja en las encuestas. Los socialistas no ven tanto como una rival en Yolanda Díaz para un sorpasso, sino como una posible salvación para UP y la suma necesaria.

El presidente ha ido más lejos de lo que había dicho hasta ahora. Ha dado aire a esta gran plataforma que se empieza a dibujar: “Yolanda Díaz es una muy buena ministra del Gobierno. Si a mí me pregunta por candidaturas, soy extremadamente respetuoso con lo que hagan otras formaciones políticas, en este caso Unidas Podemos”. Pero se ha lanzado a partir de ese momento: “Lo que sí creo es que sería importante que se diera ese proceso de unión en ese espacio a la izquierda del PSOE porque, al final, el sistema electoral de nuestro país penaliza la división”.

“Necesitamos a todo el espacio progresista en plena forma. No aspiro sólo a ganar elecciones, sino a que tengamos una mayor representación parlamentaria porque así podremos hacer cambios mucho más rápidos y más profundos”, ha lanzado el jefe del Ejecutivo pensando ya en las sumas del día siguiente de las elecciones generales.

La izquierda a la izquierda del PSOE anda revuelta pensando precisamente en esas elecciones. Yolanda Díaz -la líder mejor valorada, según el CIS- tiene la idea de presentarse pero con una plataforma transversal y sin ir bajo las siglas estrictas de Unidas Podemos. Este mimos lunes, presentaba junto a Ada Colau e Ione Belarra, un acto sobre vivienda y que se ha interpretado también como una foto de unidad entre las familias de Podemos, los comunes y la idea de la gallega.

La propia Díaz ha hecho una serie de consideraciones ante la prensa sobre el asunto: “Voy a abrir una conversación con la sociedad española y además lo que me interesa, es que sea la protagonista y con esa conversación con la sociedad no nos ponemos límites”. Con este mensaje… a buen entendedor: “Estoy especialmente contenta porque los afectos son los que nos permiten sobrevivir a veces y en esta mesa, con estas compañeras me siento especialmente cómoda”. A su lado, Colau ha querido remarcar su apuesta por ella: “El liderazgo de Yolanda Díaz es el que se necesita para crecer”. También ha remado a favor de esta plataforma Izquierda Unida, a través de su portavoz, Sira Rego, que ha abogado por no poner plazos pero trabajar en esta “ilusionante” vía.

Pero una piedra hay en el camino en este momento: Más País. Los de Ínigo Errejón no ven clara esta iniciativa y han firmado además una coalición electoral nueva en Andalucía, con los andalucistas, alejándose de Unidas Podemos. En las encuestas ellos subirían algunos diputados y Más País sigue pensando que su proyecto, que tiene como referente a los verdes europeos, tiene gran proyección mientras que la marca de UP va a la baja.

Todos ya rumbo a 2023.