Tensión de control: "hasta la coronilla", preguntas sin responder y un "putiferio"
Bronca en los rifirrafes de Sánchez con Casado, Nogueras y Arrimadas.
El aire sigue cortando en el Congreso de los Diputados. Y más cuando se enfrentan Pedro Sánchez y Pablo Casado, que una sesión de control más han demostrado que les separa todo un mundo, sin visos de que se pueda llegar a ningún tipo de acuerdo.
Casado, en plena convención itinerante del PP durante estos días, ha empleado un tono muy duro desde el primer segundo, pidiendo a Sánchez responder si es “la x” del caso Ghali. Le ha exigido que conteste si ordenó la entrada de un condenado por “genocidio, terrorismo y violación”.
“Por mucho que le pague a Laya con un puesto y a Marlaska con la impunidad, la responsabilidad es suya”, le ha espetado al presidente, advirtiendo que si usa el cargo para eludir la responsabilidad, es un delito de encumbrimiento, y que si dictó la resolución, es un delito de prevaricación.
Le han lanzado otra serie de preguntas: ”¿Ordenó el falseamiento de las previsiones económicas?” y ”¿va a traer a Pugidemont?”
Sánchez, visiblemente molesto, ha tomado la palabra para decirle: “No sé si se ha dado cuenta de que los españoles sean de derechas o izquierdas, del norte o del sur, de la península o de los archipiélagos, están hasta la coronilla de la bronca, los gritos y los insultos en el Parlamento”.
Sánchez no ha respondido directamente a las preguntas de Casado, que en realidad había registrado otra cuestión genérica sobre si tenía un proyecto para España.
“Tenemos un proyecto, sí, de recuperación justa”, ha incidido el jefe del Ejecutivo. Ha dicho, al hilo, que el Gobierno hace política ”útil”: “Me gustaría que el PP arrimara el hombro y ayudara por una vez a su país”. “Abandone la insumisión constitucional”, ha insistido el socialista ante el bloqueo del Poder Judicial por parte de Casado.
En el segundo round, Casado ha ido directo otra vez: “Quien calla otorga. Viene aquí y no dice nada”. ”¿Autorizó la entrada? ¿Sí o no? ¿Ordenó falsear las cuentas? ¿Va a presionar para que se juzgue en España a un golpista?”, ha continuado. “Váyase”, le ha lanzado al final.
Sánchez le ha replicado acto seguido, que en este juego de sí o no, contestara si van apoyar o no la reforma de las pensiones.
El segundo cara a cara ha sido con Míriam Nogueras (Junts), que ha empezado lanzando si el Gobierno tiene conocimiento de todos sus departamentos en el ámbito internacional, con la intención de llevar el debate a la pasada detención de Carles Puigdemont.
Nogueras le ha acusado de que ha intentado hacer ver que durante años había un conflicto entre catalanes y de “que los independentistas éramos el terror de una España ejemplar”. “Nos han pegado, encarcelado e incluso nos acusan de terrorismo”, ha proseguido la diputada de Junts, que ha añadido que la detención de Puigdemont “lo ha cambiado todo”.
“El Poder Judicial español, las instituciones judiciales y policiales españolas que abanderan al fascismo, el deep state español les ha echado un pulso. Ellos son los que deciden qué pasa y cómo en España”, ha criticado. A continuación, esperaba: “Lo que hemos visto estos días, es en boca de periodistas españoles e italianos un putiferio”. “El prestigio de España y la confianza de los socios europeos penden de un hilo”, ha argumentado, para acusar al Gobierno “más progresista” de “rendirse ante el poder fascista y colaborar con él”.
Además, ha criticado la Mesa de Diálogo “ficticio”: “es sólo su cortina de humo, y la de las derechas, aunque estén llorando. No es la solución a la represión”.
Antes de que respondiera Sánchez, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha recriminado a Nogueras sus palabras: “unos términos absolutamente inadecuados”. Esto se une a las broncas que se han vivido en los últimos días, como cuando Vox llamó “bruja” a una diputada del PSOE. Apenas horas antes, Batet había pedido “más educación” a los parlamentarios.
En su turno, Sánchez ha querido contar una anécdota personal: “Soy una aficionado al baloncesto desde hace muchos años, sigo mucho la NBA. Ahora hay una serie de jugadores contrarios a vacunarse. Hay una estrella de la NBA que dice que no quiere vacunarse porque hay una conspiración detrás de ella para vacunar a los negros y conectarlos con un ordenador que tiene un plan satánico”.
“Esto es textual. ¿A dónde quiero llegar?”, ha dicho Sánchez, para apostillar: “Honestamente, señoría, con todo el cariño, ni usted misma se cree lo que está diciendo hoy en las Cortes Generales”. “España es un país democrático”, ha recalcado, y ha comentado que el 80% de los catalanes quiere un acuerdo y no la unilateralidad.
Y del cara a cara Sánchez vs. Arrimadas quédense con esto: