Días de luces y sombras para Sánchez
El presidente logra que el PSOE no se agriete por los indultos y se hace con la federación andaluza pero falla en el encuentro con Biden.
Las encuestas siguen siendo malas, el PP aventaja en varios sondeos a los socialistas si hubiera elecciones hoy. Días complicados. Pedro Sánchez ha desplegado en La Moncloa su propio manual de resistencia y en los últimos días está viendo algo de luz de cara a la nueva parte de la legislatura que arranca ahora al no agrietarse el PSOE con los indultos y hacerse con el PSOE-A, pero también ha aparecido sombras, como que la anunciada reunión con Joe Biden fuera apenas un paseo de menos de un minuto por un pasillo.
En Ferraz y en La Moncloa hacen el análisis de que el PP ha “fracasado” con la manifestación de Colón, que ha dejado la foto de la división de las derechas y a un Pablo Casado en una esquina. La concentración contra los indultos reunió a 25.000 personas, según la Policía Nacional, casi la mitad de la anterior foto de Colón en 2019. En el Gobierno saben que los indultos son un tema muy polémico y en el que hace falta gran pedagogía, pero tiran para adelante por el convencimiento. Y Sánchez ha logrado que el PSOE no se agriete por la medida de gracia. A pesar de que algunos barones hicieron al principio declaraciones contrarias, al igual que Felipe González, la mayoría de federaciones ha cerrado filas, ha asumido la decisión y mandan señales de que es el momento de la “generosidad”.
Los indultos llegarán “pronto”, repiten en el Ejecutivo, podrían acordarse incluso antes de que acabe junio. Y esto será un punto de inflexión en la legislatura, coincidiendo con otros factores. Sánchez y su equipo entienden que quedan dos años por delante, que la ciudadanía acabará comprendiendo esta decisión y que la solución para Cataluña sólo para por el diálogo. En el Ejecutivo piensan que los españoles verán a un PSOE intentando buscar soluciones ante el desastre heredado del PP del tema territorial, que insiste en viejos errores como la recogida de firmas. Asimismo, los ‘populares’ se han enredado ellos mismos a raíz de las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso sobre el papel del rey, hasta el propio Pablo Casado tuvo que salir este lunes para corregirla.
Los socialistas ven que se abre una nueva etapa en la que la reactivación económica está llegando antes de lo esperado, gracias al proceso de vacunación. Se espera en Ferraz un buen dato de reducción de desempleo durante este mes de junio, además de palpar que hay mayor optimismo en el consumo (ha crecido la compraventa de viviendas) y este verano empezarán a normalizarse sectores como el turismo, el transporte, la cultura y el ocio.
Sánchez ha logrado también una victoria muy importante: Juan Espadas ha vencido a Susana Díaz en las primarias del PSOE andaluz. Esto hace que se haga, por fin, con la federación más numerosa de toda España a través de un aspirante que trabajará para recuperar la Junta de Andalucía. La preocupación en La Moncloa era importante porque en las encuestas para unas generales Andalucía tiene una intención de voto para el PSOE inferior a las de otras autonomías, y este es un granero fundamental para poder ganar en las urnas.
Ganadas ya la primarias, se espera que Susana Díaz acabe dimitiendo antes del congreso de finales de año para que Espadas pueda coger también la Secretaría General. Sánchez tiene en mente una renovación del partido durante estos meses para encarar la parte final de la legislatura y prepara con mucho celo el próximo congreso federal en octubre en Valencia, en el que habrá renovación de equipos.
También tiene en mente un cambio en el Gobierno, aunque ha pedido silencio al partido. Lo decidirá él, cómo y cuándo quiera. Esa remodelación podría llegar una vez se aprueben los indultos y de cara al arranque de curso político (pero sólo él sabe lo que hará). Además, esta nueva fase se emprende una vez que su socio de Unidas Podemos ha llevado a cabo sus procesos internos para culminar la bicefalia diseñada por Iglesias: Yolanda Díaz al frente de la parte morada en el Gobierno e Ione Belarra como líder orgánica de Podemos (se ha hecho con la batuta este mismo domingo en la IV Asamblea).
El domingo por la noche Sánchez se acostaba con estos vientos a favor. Uno de los puntos que más se esperaba esta semana para el relanzamiento de Sánchez era su reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en el marco de la cumbre de la OTAN en Bruselas este lunes. Desde La Moncloa se había anunciado esa reunión, que había creado muchísimas expectación en España. Pero no era lo que la prensa ni nadie esperaba: apenas fue una breve conversación, de menos de un minuto, por los pasillos y tras la foto oficial. Se trataba, según Moncloa, de “saludarse, conocerse personalmente y establecer un primer contacto”.
La imagen distaba mucho de lo que se había ido calentando durante días sobre esta hipotética reunión, en la que se iban a tratar temas de defensa y en mitad del marco de la crisis diplomática con Marruecos.