Sánchez: "No se va a romper España, no se va a romper la Constitución"
El discurso de Sánchez: "diálogo" con Cataluña frente a la judicialización y mucho carácter social del nuevo Gobierno con UP.
Y a las 9.08 Pedro Sánchez subía a la tribuna del Congreso. Objetivo: lograr la investidura. Aplauso de los suyos, con corbata morada guiño a Unidas Podemos. Y primer mensaje directo: “No se va romper España, no se va romper la Constitución, se va a romper el bloqueo al Gobierno progresista”.
Sánchez se enfrenta al debate más importante, del que espera salir presidente en la segunda ronda del próximo martes. Una votación en vilo después del terremoto político por las resoluciones de la Junta Electoral de este viernes por la tarde de inhabilitar a Quim Torra como presidente de la Generalitat y resolver que Oriol Junqueras no puede ser eurodiputado.
Su discurso, primer punto del orden del día, se ha visto precedido ya por un momento de tensión al jurar su cargo como diputado Jaume Alonso-Cuevillas, abogado de Carles Puigdemont, y pedir la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, que se leyera el acuerdo alcanzado entre PSOE y ERC. Tráiler para una legislatura: la derecha llega dispuesta a su versión más dura de oposición.
Un Sánchez firme pero sin alteraciones, como queriendo no subir demasiado la voz y rezando para que no se malogre el equilibrio parlamentario durante estos días. Ataques a la derecha comedidos, y con aires de diálogo ante el conflicto catalán y mucha carga social para los suyos y sus futuros socios de Gobierno. Su versión más polite.
“El PSOE es un partido español, formado por compatriotas, que con aciertos y errores, contribuye a mejorar las vidas de nuestra sociedad”, ha soltado durante los primeros minutos. Y ha atacado a los partidos de derechas por el bloqueo político: “Les pido el mismo respeto a todos como reciben de nosotros”.
Y ha querido constatar su “pesar” al no contribuir las fuerzas de la derecha a la gobernabilidad de España: no entiende que agiten los “peores presagios” de dividir España” y que luego no mueven “ningún dedo”.
“No cabe otra mayoría alternativa”
Sánchez ha querido también agradecer a la ciudadanía su comportamiento durante estas dos elecciones y también a su partido (“profundo y sincero”) por su dosis de confianza. “No cabe otra mayoría parlamentaria”, ha sentenciado y ha recordado que es la Cámara más fragmentada de este periodo democrático (hasta 19 partidos está sentados en el Congreso).
Es el momento de defender también su Gobierno progresista, que tendrá como vicepresidente social a Pablo Iglesias, que se ha levantado varias veces a aplaudirle. “Gobernar con mirada progresista”, ha resumido, con la idea también de llegar a acuerdos transverslaes en asuntos de Estado y relajar la tensión territorial.
No es un debate al uso, pues como ha recordado el propio candidato, se trata de votar el primer Gobierno de coalición desde la II República. Y que estará apoyado principalmente por los que hicieron posible la moción de censura y algunos partidos regionalistas que han llegado en estas elecciones -PSOE, UP, Más País, PNV, Compromís, Teruel Existe, NC, BNG, CC y ERC-, a través de sus síes o abstenciones.
Mucha expectación había por escuchar sus palabras sobre Cataluña y el acuerdo con ERC, que incluye una Mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat y cuyos acuerdos serían refrendados en una consulta entre los catalanes. El líder socialista no se había pronunciado sobre estas iniciativas desde que trascendieran los puntos pactados por socialistas y republicanos.
Sí ha querido pronunciar hoy la palabra que no aparece impresa en ese folio y medio: Constitución. Lo que ha querido resaltar durante esta parte ha sido principalmente la idea de “diálogo” frente a la judicialización de este conflicto durante el Gobierno del Partido Popular.
El presidente en funciones ha reconocido que hay un sector amplio de catalanes que siente que no se respeta su personalidad, otro “se siente ignorado o tratado injustamente por las instituciones de su propia tierra”. “Y existe, en otros puntos de España, un rechazo a las acusaciones que vierten algunos líderes independentistas sobre la España Constitucional. Yo me incluyo entre ellos. Y estos sentimientos pueden tener mayor o menor fundamento racional, pero son innegables”.
Esto ha provocado el murmullo de las bancadas de la derecha. “Esta es una crisis heredada”, ha lanzado ante ellos, para marcar su ritmo: “Hay que retomar la única vía posible: la política. La del diálogo, la negociación y el pacto. Amparado por nuestra Constitución”.
“Hay que retomar la senda de la política, dejando atrás la judicialización”
“Señorías, llevamos demasiados años consumiendo las energías colectivas en tensiones políticas que tienen que ver con la vertebración de nuestro modelo de convivencia. Llevamos demasiado tiempo acumulando agravios. Demasiado tiempo en querellas, muchas de ellas estériles, que restan tiempo a los asuntos que podrían proporcionarnos a todos mayor prosperidad y progreso”, ha reflexionado.
Según Sánchez, “los sentimientos no se imponen ni se prohíben”. “Y que la solución no vendrá de la imposición de una percepción sobre otra, sino de un cambio de ambas percepciones.
“Necesitamos recomenzar. Retomar nuestro diálogo político en el momento en que los caminos se separaron y las razones y los argumentos dejaron de escucharse. Retomar el diálogo en el punto en que los agravios comenzaron a acumularse”, ha apostillado.
En definitiva: “Retomar la senda de la política, dejando atrás la judicialización del conflicto”. Negociación y pacto porque, ha defendido, “se lo debemos a nuestros hijos, que merecen vivir en un país unido en su diversidad. No fracturado y confrontado”. “La ley por sí sola tampoco basta. La Ley es la condición, el diálogo es el camino”, ha incidido un presidente del Gobierno en tono firme pero con maneras suaves. Dentro de la “seguridad que otorga el marco legal”.
No se resolverá de manera súbita, ha considerado Sánchez. Por ello ha llamado a la “paciencia, la constancia, la templanza, la responsabilidad, la generosidad y la empatía”.
Ha tenido que pasar una hora y media para que concretara la medida de la Mesa de Diálogo, y ha dicho que se crea dentro la Constitución para encontrar una solución. Esto ha provocado el aplauso de Gabriel Rufián (ERC).
Las medidas sociales, las más aplaudidas
Las palabras sobre la cohesión territorial eran las más esperadas. Pero Sánchez ha querido también dar mucha importancia posteriormente a los aspectos más sociales del futuro Gobierno con Unidas Podemos, con medidas como la derogación de la reforma laboral y que el salario mínimo al final de la legislatura sea el 60% del salario medio.
Y un gran tinte feminista ha teñido parte del discurso: clamando contra la tasa rosa y prometiendo racionalización de horarios (algo que no ha tenido en cuenta convocando la investidura precisamente el fin de Semana de Reyes).
Otra de las grandes medidas será que el Código Penal incluya que “sólo sí sea sí” y ha calificado de “emergencia” la violencia de género (más de 50 mujeres asesinadas durante el pasado años). “Decimos no a la gestación subrogada”, ha añadido, lo que ha provocado aplausos en las bancadas de la izquierda: “actuaremos frente a las agencias que ofrecen esos servicios”. Asimismo, se apoyará a las creadoras en el mundo del arte.
En este contexto social, Sánchez ha prometido derogar la Lomce -una de las medidas que más gustan entre los suyos- y ha sostenido que ningún centro sostenido con fondos públicos puede amparar ninguna forma de segregación.
La economía ha pasado también por el debate con mucho carácter social: con la idea de subir los ingresos de las rentas más bajas ante la desigualdad. “Justicia fiscal”: el “dinero no siempre está mejor en el bolsillo de los que poseen una fortuna, sino en los servicios públicos”. “Somos una sociedad y es falsa la concepción neoliberal que solo tiene en cuenta a los individuos. Lo público es lo que nos une”, ha indicado con unas palabras sentidas entre el PSOE y UP. Todo ello se cristalizará en un ingreso mínimo vital.
Otro de los puntos fuertes será, ha añadido, la regulación del mercado del alquiler y se reforzará la potestad de las comunidades de propietarios ante el creciente alquiler turístico.
Se ha animado al final del discurso la bancada socialista y la de UP frente a la del PP cuando se ha hablado de la estrategia contra las fake news. Pablo Casado hacía gestos de cara dura al presidente desde su asiento.
Y mucho calor ha recibido de los diputados socialistas y de UP al prometer un día de homenaje a las víctimas del franquismo (31 de marzo) y la recuperación del pazo de Meirás. Además, ha notado cómo los suyos recibían con aplausos la primera ley trans y las medidas contra las “mal llamadas” terapias de regresión.
A las 10.52 daba las “gracias”. La suerte está casi echada. Empieza ahora el debate de las réplicas.
Pd: Vaya diferencia con julio. Los miembros de Podemos, de pie. Ya huelen los ministerios.
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