Sánchez, sobre la coalición con UP: "Sería un presidente que no dormiría por las noches"
Entrevista al líder socialista en un especial de 'Al rojo vivo': "Ni yo dormiría tranquilo ni tampoco el 95 por ciento de los ciudadanos, entre ellos votantes de Podemos".
Camino del 10-N (y buscando culpables). Y confesiones duras de Pedro Sánchez. Si hoy hubiera un Gobierno de coalición con ministros de Podemos en materias como Hacienda, Transición Energética o Seguridad Social: “Sería un presidente que no dormiría por las noches”.
Sánchez ha concedido a Antonio García Ferreras en un especial de Al Rojo Vivo su primera entrevista tras la decisión del rey de no proponer ningún candidato a la investidura y a cuatro días de que se disuelvan las Cortes Generales. España irá a las urnas el próximo 10 de noviembre.
“Ni yo dormiría tranquilo ni tampoco el 95 por ciento de los ciudadanos, entre ellos votantes de Podemos”, ha remachado un presidente en funciones ya en modo electoral, sin hacer autocrítica y en plena batalla para no ser el culpable de los sucedido. “Yo podría haber sido presidente pero ese no es el Gobierno que necesita España”, otro dardo.
“Se ha demostrado que el Gobierno de coalición es inviable”
Preguntado si está dispuesto a la coalición tras el 10-N con Podemos, ha señalado que no diría que “no es no”, pero “se ha demostrado algo”: el planteamiento del Gobierno de coalición con UP “es inviable”. Eso no significa, ha agregado, que se pueden llegar a acuerdos sobre políticas para una legislatura progresista.
No obstante, el líder del PSOE sigue situando a Unidas Podemos como su socio preferente.
El jefe del Ejecutivo ha comenzado compartiendo el hastío, la frustración y la contrariedad de tener que ir otra vez a elecciones. Pero le preocupa, más que eso, la interinidad y la provisionalidad que vive el país. Por eso, en modo ya de campaña, ha señalado el 10-N como una oportunidad para votar una “mayoría más amplia” y tener un Gobierno que encare los desafíos actuales.
En su opinión, la ciudadanía es muy consciente de que hay que cerrar una fase de “inestabilidad política electoral”. “Lo importante”, ha añadido, es que hay que ir a votar el 10-N y hacerlo con “contundencia y participación”.
Y ha cargado duramente contra Iglesias en es punto: “Yo podría ser hoy presidente del Gobierno, y no en funciones”. Pero, para eso, ha remarcado que tendría que haber aceptado ministros de UP en temas como Hacienda, Transición Energética y Seguridad Social pertenecientes al círculo de poder de Pablo Iglesias con poca experiencia o poca gestión publica.
“Sería un presidente que no dormiría por la noche”, ha sentenciado.
En su ‘relato’ -aunque esa palabra sea ya odiada por los políticos-, Sánchez ha dicho que más allá de las carteras, lo que subyacía en la propuesta de UP eran dos gobiernos en uno. “Hoy mismo tendría una crisis de Gobierno”, ha vaticinado, porque los ‘comunes’ han dicho que si hubiera una sentencia condenatoria del 1-O, habría que hacer una manifestación a favor de “los supuestos presos políticos” y de los derechos humanos.
El jefe del Ejecutivo ha dicho que “claro” que tiene responsabilidad al ser la primera fuerza, pero que ha aprendido que la solución más cómoda no tiene que ser la mejor y que ha preferido un Gobierno cohesionado y compacto. El planteamiento de UP, ha apostillado, sería un Ejecutivo “bicéfalo”.
Y ha hecho a Iglesias también cuando le han preguntado por Íñigo Errejón (cuya plataforma Más Madrid se plantea un salto nacional). Ha contrapuesto la figura del líder de UP -“si no se hace lo que dice y decide, es capaz de arramblar, incluso con el Ayuntamiento de Madrid- frente a un Errejón que dice y hace cosas “esperanzadoras”.
Contra Cs y la primera medida electoral
Su siguiente objetivo ha sido Ciudadanos y ha tachado de “ciencia ficción” su supuesta intención de pactar con Cs y hacer vicepresidente a Albert Rivera. Y ha criticado aquellas palabras de los ‘naranjas’ de que ya no hay azules y rojos. El socialista lo tiene claro: Ciudadanos “son más azules casi negros”. Y ha advertido de que pactarán con PP y la ultraderecha para quitar al PSOE.
Preguntando sobre si va aplicaría el 155 como reclama Cs, ha dicho que no hay ninguna duda de que se utilizarán “todos los resortes” para defender la cohesión territorial.
Una de las cosas que más ha llamado la atención es que contra menos ha cargado ha sido contra el Partido Popular, que ha recordado que se le pidió la abstención y también ha bloqueado habiendo bajado hasta los 66 diputados.
Sánchez se ha sacado también de la chistera su primera medida electoral: un órgano con la sociedad civil para evaluar el grado de cumplimiento de su programa electoral. Un documento, por cierto, que se basará en las 370 medidas acordadas con colectivos y agentes sociales durante este verano.
Hoy el presidente parece que dormirá tranquilo en Moncloa.