Sánchez respalda que Calviño negocie la reforma laboral y responde a Podemos: "No hay intromisión, hay colaboración entre ministerios"
El presidente, a su salida del Consejo Europeo, defiende que quien negocia es "el Gobierno", no un ministerio concreto.
“No hay intromisión, hay colaboración entre ministerios”. Para Pedro Sánchez no hay lugar a polémicas por la intervención de Nadia Calviño en las negociaciones por la reforma laboral y ha restado importancia a la convocatoria urgente de la mesa de coalición pedida por Unidas Podemos. Su apoyo público supone un respaldo básico en la actuación de su vicepresidenta primera, cuyo papel ha sulfurado a los socios ‘morados’.
El presidente, desde Bruselas, donde ha participado en el Consejo Europeo, ha asegurado que el Gobierno está trabajando en la reforma integral del mercado laboral, una tarea, que defiende, “afecta a, al menos, cinco ministerios directamente: Trabajo, Economía, Seguridad Social, Educación y Hacienda”.
“Quien negocia es el Gobierno”, se ha limitado a responder ante la pregunta de qué vicepresidenta debe gestionar las conversaciones sobre la reforma laboral, si la primera (Calviño, ministra de Asuntos Económicos) o la segunda (Yolana Díaz, ministra de Trabajo).
Por ello, asegura que hay coordinación y un “aporte de todos los ministerios” en un asunto que Podemos cree que corresponde negociar en exclusiva a Yolanda Díaz. La polémica alcanza a los agentes sociales, con la patronal a favor de que participe Calviño —“tiene sentido”—, y los sindicatos radicalmente en contra de su rol.
“Sé que es más laborioso pero a la larga es la forma más efectiva y ya se ha hecho en materias como Vivienda”, ha llegado a plantear en dos ocasiones en la rueda de prensa Sánchez. El líder de la coalición también ha hecho hincapié en que no hay “intromisiones” y sí un trabajo conjunto del Ejecutivo de coalición, respondiendo a una palabra muy utilizada en las últimas horas por UP.
Echenique responde: “La injerencia es un mensaje claro del PSOE”
“Necesitamos abordar la gestión y ejecución de los compromisos de coalición”, había manifestado Belarra esta mañana en Twitter tras conocerse que Nadia Calviño había tenido “contactos preliminares” sobre la reforma laboral.
Horas después, tras la intervención de Sánchez, ha sido Echenique, portavoz parlamentario de Podemos, quien ha contestado. Subraya que la “injerencia de Calviño en los trabajos de Díaz es un mensaje claro que nos está mandando el PSOE”, a quien acusa de “intentar impedir la derogación de la reforma laboral en contra de lo prometió el presidente”.
La reunión será a comienzos de semana
La mesa bipartita tendrá lugar la próxima semana, el lunes o el martes, como ha adelantado la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. A ella acudirán por parte socialista, además de ella misma, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el portavoz parlamentario, Héctor Gómez.
El mensaje público de la secretaria general de UP, a ojos de todos, ha dinamitado la actualidad política horas después de que se anunciase el acuerdo Gobierno-PP para renovar los organos constitucionales aparte del CGPJ.
La propia vicepresidenta primera ha confirmado su intervención, aunque rechanzando de plano que se haya tratado de ningún tipo de negociación formal.
La llamada de urgencia de Unidas Podemos al PSOE para convocar, otra vez, la mesa de seguimiento del acuerdo de coalición, es el último desencuentro de una larga lista en los dos años y medio largos de legislatura. El último de ellos había sido la mencionada Ley de Vivienda, que acabó con un acuerdo clave tras años de disputas para que el Consejo de Ministros aprobase el proyecto de Presupuestos Generales del Estado.
El foco de Europa, sobre la luz
Sobre la mesa del Consejo Europeo la polémica entre PSOE y UP no apareció. Sí lo hicieron cuestiones como el desafío de Polonia o el encarecimiento de la electricidad, que se ha tratado “a propuesta de España”, ha incidido Sánchez como cierto logro.
De la reunión ha salido el compromiso de que la Comisión investigue los mercados de gas, luz y CO2 por si se requiere la intervención del regulador ante las sospechas de especulación, como advirtió recientemente el propio presidente. Los avances, aunque despaciosos ya que “los tiempos de Bruselas son más lentos de lo que nos gustaría”, han dejado satisfecho a Sánchez. No han sido acciones concretas, porque el Consejo “no es un órgano ejecutivo” y porque “no se logran de la noche a la mañana”.
Junto a la participación de la Comisión en el análisis de los mercados, Sánchez ha resaltado que el Consejo ha cerrado el compromiso de volver a tratar el asunto en diciembre, tras la reunión extraordinaria de los ministros de Energía y los estudios preliminares de la Comisión.
El Consejo celebrado esta semana ha sido especial por cuanto podría ser el de la despedida de Angela Merkel tras 107 cumbres europeas a lo largo de su mandato en Alemania. El presidente del Consejo, Charles Michel, no ahorró elogios a la canciller y llegó a decir públicamente que “una cumbre sin Angela es como Roma sin el Vaticano o París sin la Torre Eiffel”.