Se ríe, se lo piensa y suelta 'la frase': así sentencia Sánchez su polémico momento en el Consejo Europeo
Y el presidente portugués partiéndose a su lado.
Hay acuerdo y es muy bueno para España. La cara de alegría de Pedro Sánchez a la salida del Consejo Europeo lo reflejaba. De alegría y de alivio, porque el ‘ok’ de los Veintisiete a su propuesta llegó después de nueve horas y media de debate.
España podrá plantear medidas propias para reducir los precios de la energía, independientemente de lo que ocurra en la UE, dado su carácter de “isla energética” que conforma con Portugal. Su falta de interconexiones con el resto de estados miembros dejaba a los países en una situación de mayor vulnerabilidad que ahora comienza a paliarse.
Pero por el camino quedan esas nueve horas y media y un momento muy tenso, protagonizado por el propio Sánchez. Ya entrada la tarde, cuando más enconadas estaban las posturas, el líder español ha dado un golpe de mano. Harto del desencuentro, se ha levantado de la mesa y ha espetado a sus socios “me voy a airear”, provocando un parón técnico de la cumbre.
Ya con otro humor, ha comparecido ante los medios y, claro está, le ha tocado aclarar su momento. “Bueno, sobre la reunión, en fin, lo que pasa en el Consejo se queda en el Consejo”, ha comenzado diciendo entre risas y alguna duda.
Más en serio, ha detallado que “han sido muchas horas de debate intensos y ha habido una filtración que no se adecuaba a la realidad de lo que pasaba dentro, que ni el Gobierno ni yo mismo habíamos planteado un veto a las conclusiones del Consejo... Ha sido un debate constructivo, siempre intenso pero para nada obedecía a esa filtración”.
“Soy testigo, soy testigo”, ha repetido el presidente portugués, Antonio Costa, que se partía de risa mientras contemplaba a su ‘compañero’ ibérico.