UPN y PDeCat salvan la reforma laboral con su apoyo a última hora
El Gobierno sacará adelante el texto, si no hay novedades, sin el bloque de la investidura y apoyándose en Ciudadanos como principal aliado.
A poco más de 12 horas para que arranque la sesión definitiva en el Congreso, las cuentas salen. Muchas llamadas, muchos mensajes y muchos agobios después, el Gobierno respira: sacará adelante su reforma laboral... si no hay sorpresas o errores en el momento de darle al botón. Moncloa cuenta con la mayoría al conseguir de última hora los apoyos de PDeCat y UPN, que este miércoles han anunciado su ‘sí’.
El nuevo texto, acordado justo antes de Navidad con sindicatos y patronal, verá la luz verde bajo una nueva fórmula parlamentaria, alejada del bloque habitual en el que se había sustentado el Ejecutivo desde la investidura. En esta ocasión, la coalición no se apoyará en socios como ERC, EH-Bildu o el PNV; en cambio, contará con el respaldo de Ciudadanos y de una fuerza como Unión del Pueblo Navarro, tradicional socio del PP.
Los votos de los cuatro diputados catalanes y los dos navarros elevan la suma de ‘síes’ prometidos a 176, en un bloque que, además de los 154 de la coalición, ya contaba con Ciudadanos (9), Más País (2), Compromís (1), PRC (1), Teruel Existe (1), Coalición Canaria (1) y Nueva Canaria (1).
En contra, Moncloa verá los 173 rechazos, cantidad insuficiente, alcanzada entre PP (88), Vox (52), ERC (13), PNV (6 si no oscila a la abstención), EH Bildu (5), Junts (4), CUP (2), BNG (1), Foro Asturias (1) y el exdiputado de Cs Pablo Cambronero.
ERC y el ‘factor’ Ciudadanos
El desencuentro con Esquerra ha sido el más sonado de todas las negociaciones. Su portavoz en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, emplazaba a escuchar “hasta el último minuto”, pero negaba la posibilidad de apoyo si no cambiaba nada en un texto “que solo gusta a Ciudadanos”, pese al esfuerzo de Yolanda Díaz por convencer a los 13 parlamentarios republicanos. “Es un ‘trágala’ y ERC no pacta ni vota ‘trágalas’”, ha añadido Rufián.
Precisamente, el factor de Cs ha sido una de las claves de este periodo de conversaciones. “Lo que ha hecho Ciudadanos es que ERC y Bildu no hayan podido chantajear al Gobierno y que el ala radical de Podemos no saque su reforma radical”, ha explicado este miércoles a última hora su líder, Inés Arrimadas. Sin embargo, la presencia de los ‘naranjas’ no era la vía idónea ni original, como explicaba Yolanda Díaz, ya que su entrada “expulsaba a otros partidos de izquierdas y no lo digo yo, sino ellos”, como reconocía en una reciente entrevista en la Cadena SER.
PDeCat: evitar un “golpe mortal al diálogo social”
Mediada la tarde, la primera buena noticia para el Ejecutivo llegaba de la mano del portavoz del PDeCat, Ferran Bel. En una intervención ante los medios en el Congreso ha aclarado que “no están de acuerdo” con todo el contenido pero que en términos generales ve aspectos positivos, como corregir el alto grado de temporalidad y porque no modifica líneas rojas como la indemnización por despido, o el régimen de salarios de tramitación.
“La no aprobación de este acuerdo supondría un golpe mortal al dialogo social sin precedentes en el Estado español y en el ámbito internacional así como una inestabilidad absoluta en el mercado laboral y el incumplimiento de los compromisos de España con la Unión Europea”, ha argumentado.
Durante su comparecencia en la sala de prensa del Congreso, Bel ha manifestado que la reforma pactada por patronal y sindicatos “no deroga” la reforma de 2012. “Es un decreto ley que fue consensuado entre los sindicatos y la patronal y esto es un elemento capital”, ha añadido. El portavoz del partido ha recordado también que va a ser el único diputado que en 2012 votó por la reforma de Mariano Rajoy y que este jueves va a volver a votar a favor de una nueva reforma. “Me siento coherente”, ha agregado.
UPN: “Responsabilidad” y “sentido de Estado”
Ya de noche ha sido el turno de Unión del Pueblo Navarro, socio del PP en la coalición Navarra Suma. Su presidente, Javier Esparza, ha anunciado el ‘sí’ de sus dos diputados por “responsabilidad y sentido de Estado”. “Lo cómodo era votar ‘no’. Pero lo imprescindible para traer prosperidad es votar ‘sí’”, ha anunciado este miércoles en rueda de prensa, donde ha asegurado que “si esta reforma no se aprueba, pierde España”.
Sobre una diferencia de criterio con los populares, Esparza ha añadido en la Cadena SER que “somos tres formaciones que formamos Navarra Suma y cada una puede votar libremente lo que considere. No ha habido ningún tipo de reproche ni de presión, aquí el PP se ha comportado de una forma exquisita”.
Más en detalle sobre el texto, ha añadido que “con sus luces y sombras, la reforma es positiva para España y Navarra. Sin el apoyo de UPN, no se aprobaría, y pondríamos en riesgo la llegada de los fondos de la Unión Europea, que nos tienen que servir para hacer frente a la recuperación económica, y tiraríamos por la borda un acuerdo histórico entre los sindicatos más representativos de este país y la patronal, un acuerdo de mínimos pero suficiente para mejorar la empleabilidad y la de nuestro mercado de trabajo”, ha explicado el líder de la agrupación.
Para Esparza, “Es evidente que el Partido Socialista no merece el apoyo de UPN”, ha apuntado Esparza, crítico con Sánchez, pero defensor de votar ‘sí’ porque “España y Navarra siempre lo van a tener [el apoyo]”.