Así ha quedado el patrimonio de Venecia tras las inundaciones
Las imágenes de los destrozos.
Hora de hacer balance. Venecia comienza a levantase de las fuertes inundaciones que han puesto a la ciudad en estado de emergencia. Por delante, jornadas de tareas de limpieza y reconstrucción del patrimonio cultural y económico dañado. Al menos, vecinos y autoridades respiran aliviados por un instante: sus grandes tesoros y sus museos están a salvo.
La ciudad de los canales, Patrimonio de la Humanidad, se inundó en la noche de ayer miércoles a causa de un aumento de la marea de 187 centímetros, el nivel más alto en más de medio siglo, desde que en 1966 se alcanzaran los 194 centímetros.
El ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, dirige desde este jueves una unidad de crisis para controlar posibles desperfectos causados por el agua pero también para asegurar los edificios dañados. Hasta allí se ha desplazado, también, el primer ministro, Guiseppe Conte.
Agentes de la Policía, bomberos y de Protección Civil, así como técnicos del Ministerio, empezaron hoy una primera supervisión de la que emergen las primeras informaciones sobre el estado patrimonial. Y es que la pregunta que preocupa a todos es en qué estado han quedado los tesoros artísticos y culturales de Venecia.
La Basílica de San Marcos, una de las más afectadas
Toda la atención se centra en la basílica de San Marcos, símbolo de la Cristiandad y que acoge en su interior dorados mosaicos de estilo bizantino, mármoles, esculturas y el “tesoro” del santo, joyas, orfebrería en plata y oro, cristales y piedras preciosas.
Una de las imágenes más impactantes de estas inundaciones ha sido la de la cripta de la basílica completamente anegada hasta los 120 centímetros de altura, y los técnicos emprendieron hoy su primera valoración sobre el estado del lugar, ya seco.
Por el momento, el procurador del templo, Carlo Alberto Tesserin, explicó que en esta ocasión el agua irrumpió por las ventanas y confirmó daños en las tumbas de los patriarcas sobre todo por la absorción de la piedra del agua salada y sucia de la marea.
Por otro lado, el imponente palacio Ducal, sede del poder en tiempos de la Serenísima República, también ha sufrido inundaciones en sus pisos bajos y permanecerá cerrado hasta mañana mientras se limpia y se llevan a cabo las pruebas de seguridad.
Los gestores de este bello edificio gótico, que se asoma a la laguna, apuntan que las obras de arte y colecciones que alberga “están al seguro y no han sufrido daños”.
La plaza de San Marcos, cuya imagen inundada como una piscina queda ya para la posteridad, también ha visto como sus históricos cafés y restaurantes sufrían los estragos del avance del agua.
Venecia no es únicamente sus templos y palacios, sino también los propios edificios que configuran ese laberinto de callejuelas y canales famoso en el mundo entero. En esos edificios viven los pocos venecianos que quedan -unos 50.000- y se alojan los turistas.
No es raro ver casas torcidas, pues toda la ciudad se asienta sobre palafitos, y por ello el efecto de las mareas en sus basamentos preocupa a las autoridades.
Los técnicos supervisaron la zona y alertan de que “la infiltración de agua salada y sucia puede desatar fenómenos de degradación acelerada en los materiales de los muros y de las superficies arquitectónicas”, según se lee en un comunicado.
“No hay problemas para el patrimonio cultural móvil”
Desde el Ministerio de Cultura se confirma que no se registran problemas para el patrimonio cultural móvil, es decir, las obras y colecciones de arte custodiadas por los museos, archivos y librerías estatales que configuran el alma cultural de la ciudad.
Sin embargo los edificios en los que se encuentran, generalmente antiguos y de gran valor histórico, sí que han sufrido desperfectos, sobre todo en sus redes eléctricas e hídricas y en sus superficies.
El Museo Guggengeim, en el Gran Canal y con importantes piezas de las vanguardias del siglo XX, informó que sus obras no han sufrido daños pero sí las áreas más bajas del edificio, la taquilla y la tienda, por lo que ha echado el cierre al menos hasta hoy jueves.
La Bienal de Arte anunció que sus obras tampoco sufrieron grandes daños, por lo que ha podido reabrir hoy sus exhibiciones en el Arsenal después de haber cerrado ayer miércoles.
El Museo de Historia Natural, en el Gran Canal, estará cerrado hasta el sábado mientras se limpia, y el Museo Correr, sobre la historia de la ciudad, ya ha reabierto pero no se pueden usar los ascensores ni visitar el apartamento de la emperatriz de Austria-Hungría, Sisi.
En el histórico Teatro La Fenice, el agua ha causado desperfectos en la taquilla y ha anegado su sótano, donde se encuentra toda la instalación eléctrica y técnica de este icono de la ópera.
Por ello se han cancelado los ensayos para la próxima apertura de la temporada lírica, prevista para el próximo 24 de noviembre con el “Don Carlo” de Giuseppe Verdi, así como los conciertos hasta el próximo domingo.
El Teatro, que data de 1792, ha publicado un vídeo en sus redes sociales donde muestra el interior del edificio, y donde se aprecia que no ha sufrido grandes daños y la iluminación funciona.
En cuanto a la universidad de Venecia Ca’ Foscari, se han suspendido todas las clases para el día de hoy y la entrega de diplomas a los laureados prevista para mañana, debido a falta de corriente eléctrica en su sede histórica en el centro de la ciudad.
La marea ha afectado también al Auditorium Santa Margherita, edificio del siglo IX de gran valor artístico y perteneciente a la Universidad, que cancelado un concierto esta noche y otro previsto para el próximo domingo.
En el Aula Magna, a pesar de que la Universidad no informa de hasta qué punto ha sido afectada, se ha cancelado un concierto previsto para este sábado.
Otros iconos de la ciudad son la Libreria “Acqua Alta”, famosa por tener siempre sus libros sobre cajas para que no se mojen, y que ha quedado destrozada, así como la estatua de la Partisana, dedicada a las mujeres que enfrentaron el Fascismo, y que terminó en el agua.