Patricia Guasp, una líder inesperada en el peor momento de Ciudadanos
Su experiencia en el ruedo parlamentario es limitada, pero tiene un conocimiento amplio de los entresijos de la administración
Patricia Guasp ha sido elegida portavoz política de Ciudadanos este jueves, con el apoyo del 53,25 % de los afiliados, de la misma forma discreta con que se colocó al frente de los liberales en Baleares, donde arrancó una carrera política inesperada que la ha llevado a la cima del partido en su momento más bajo.
Licenciada en Derecho por la Complutense y especializada en la Unión Europea, Guasp concurrió a las elecciones autonómicas de mayo de 2019 como número dos en la lista por Mallorca por detrás de Marc Pérez-Ribas, quien había derrotado en las primarias al anterior líder de Ciudadanos en las islas, Xavier Pericay, uno de los fundadores del partido naranja.
Salió elegida para conformar un grupo parlamentario de cinco diputados, el tercero con más votos del hemiciclo regional y el segundo de la oposición, y, con el respaldo de la dirección estatal, acabó desbancando en la portavocía a Pérez-Ribas.
A raíz de la renuncia por el cáncer que acabó con la vida de Joan Mesquida, el exdirector socialista de la Policía y la Guardia Civil, que se había sumado a las filas de Ciudadanos, Guasp asumió en septiembre de 2020 la coordinación autonómica del partido.
Desde esta posición predominante sobrevenida, sofocó una rebelión en su grupo parlamentario que se saldó con la expulsión del partido de su diputado por Ibiza, y se ha mantenido al frente de Ciudadanos en Baleares con el apoyo firme de Inés Arrimadas, quien la situó al frente de la candidatura oficialista en las primarias de refundación, en tándem con Adrián Vázquez.
De trato afable y formas suaves, como parlamentaria Guasp emplea un tono moderado, conciliador, remarcando siempre su alejamiento tanto del PSOE, que lidera el Govern balear de coalición, como del PP y de Vox.
Su grupo ha buscado acuerdos con el ejecutivo autonómico, especialmente en la gestión de la pandemia y la crisis económica aparejada, aunque no ha ahorrado críticas a la política de la presidenta, Francina Armengol, y, sobre todo, a sus socios de Més per Mallorca y Podemos.
La experiencia de Guasp en el ruedo parlamentario es limitada, pero tiene un conocimiento amplio de los entresijos de la administración y también ha trabajado en el sector privado.
Comenzó con unas prácticas en el Comité de las Regiones de Bruselas, a las que siguió un periodo en banca y, de nuevo, un trabajo formativo en la administración, como consultora en el Centro Baleares Europa en la capital comunitaria.
Continuó su carrera en el departamento jurídico del Servicio de Salud de Baleares, volvió a trabajar en el ámbito de la UE como asesora en el Parlamento Europeo y estuvo más tarde al servicio de la consultora PwC, en la que, tras un breve paréntesis de nuevo en el Govern balear como asesora de asuntos europeos, se integró como jurista, puesto del que está en excedencia por su dedicación a la política.
Patricia Guasp disfruta viajando y se declara apasionada de la política europea. Es aficionada al fútbol, seguidora del Atlético de Madrid como el que ha sido su rival en esta pelea por la dirección naranja, Edmundo Bal, y también le gusta el tenis.