Las confesiones del PP tras el “punto de inflexión” de Casado: “No tenemos miedo a Vox”
Lo que opinan en el Partido Popular y en el Gobierno sobre el duro discurso de Casado contra Abascal
“Es un punto de inflexión”. Esta es la sensación que dominaba a una de las personas de máxima confianza de Pablo Casado mientras escuchaba a su líder en la tribuna del Congreso diciéndole tajantemente a Santiago Abascal que votaba “no” a la moción de censura y que estaba haciéndole perder el tiempo a los españoles.
Era la gran incógnita del PP. Y Casado ha sorprendido a todos con un mensaje claro y rotundo contra Santiago Abascal, un hombre con el que ha compartido muchos momentos en los últimos años y al que conoce desde la época de Nuevas Generaciones. Pero este jueves ha soltado amarras: “Hasta aquí hemos llegado”.
Ni los diputados de Vox se lo creían. En las bancadas socialista y de Unidas Podemos se mostraban muy descolocados también e incómodos. Ni los diputados del Partido Popular sabían todavía que tenían que votar. Casado le ha dado muchas vueltas en los últimos días, lo ha meditado, ha consultado, sabía que era un momento esencial para su partido.
Ha sido un discurso “personalísimo” de Casado, admiten fuentes del PP. Se lo ha preparado mucho, escrito por él mismo y convencido de sus argumentos. Sus diputados lo ha recibido con los brazos abiertos mientras revelaba sus motivos. “Vibrante”, como reconoce uno de su bancada.
Tras meses achantado por Vox y sin saber cómo actuar respecto a la ultraderecha, ha dado un paso muy arriesgado: hacerse un Angela Merkel. Se ha soltado de las ataduras y del complejo que ha arrastrado el PP respecto a los de Santiago Abascal. Lo ha reconocido: han sido dos años soportando insultos.
Fuentes de Génova remarcan: “Somos la alternativa seria y responsable para gobernar España”. Esta es la idea que quería trasladar Casado, que no consigue despegar en las encuestas y que ha atacado a Vox por su discurso antieuropeo y señalándolo como la “muleta” y el “socio en las sombras de Sánchez”.
Se trataba, según fuentes de Génova 13, de “poner las cartas sobre la mesa” y “alejarse de los extremos”. Lo que se ha evidenciado en el Congreso, prosiguen las fuentes, es que el “único candidato alternativo” para La Moncloa es Pablo Casado y no Santiago Abascal. “Era un día muy importante”, piensan en el partido. Y muchos de los consultados confiesan que se trata del mejor discurso de su líder, sólo comparado con el que dio al ganar las primarias en el congreso extraordinario del verano de 2018.
Una de las grandes dudas ahora es qué pasara en la relación con Vox. Abascal se ha quedado “perplejo” y en shock durante el discurso y lo ha calificado de “error”, pero ha negado que vaya a dejar de apoyar los gobiernos de Andalucía, Murcia y Madrid por “responsabilidad histórica”.
Desde la dirección del PP insisten y repiten, “no tenemos miedo” a la reacción de Vox en las autonomías. “Son pactos forjados con Cs”, reiteran, a la vez preguntan que si los de Abascal quieren bajar los impuestos, qué van a hacer, en relación por ejemplo a los presupuestos en Andalucía. “Se tendrán que retratar ellos”, ahondan en Génova 13.
Lo que se ha visto es a un Casado totalmente diferente al de las últimas semanas en las sesiones de control. Ha venido a decir lo que muchos le han aconsejado: la polarización sólo beneficia al Gobierno del PSOE y de UP y a Vox. Con ese clima nunca llegará a ser presidente. “Nos habíamos convertido en un partido antipático”, comparte un diputado que ha estado con Casado desde las primarias.
El líder del PP ha hecho también caso en su hilo argumental a sus principales barones, aquellos que gobiernan en sus autonomías y que dicen que las urnas sólo se conquistan centrándose: Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) y Juanma Moreno (Andalucía). En definitiva, alejarse de los ‘cayetanos’, algo que ya hizo desprendiéndose de su portavoz parlamentaria y poniendo a Cuca Gamarra.
Lo explica así otra de las personas de confianza de Pablo Casado en las Cortes: “Creo que ha ganado el debate y el futuro del PP a medio plazo. Hasta aquí hemos llegado”. Otro parlamentario casadista hace este retrato de lo sucedido: “Ha sido él mismo, un hombre de Estado. Sin influenciar. Un discurso cumbre con el que ha ganado definitivamente el liderazgo de la oposición y del espacio del centro derecha. Lo de Vox era una moción contra el PP y han salido derrotados. Internamente ya es indiscutible”.
Casado ha desplegado como admiten algunos dirigente del PP un estilo más parecido al de su rival en primarias, Soraya Sáenz de Santamaría. Nada que ver con el Casado que en abril ofreció ministerios a Vox si ganaba. Un dirigente territorial que apoyó a la vicepresidenta pero que se vuelca con su partido lo resume así: “Lo necesitábamos, íbamos a un deriva terrible. Parece que ha centrado el rumbo”.
Y añade: “Ahora a seguir con los hechos, que no volvamos a estar sin rumbo”.
Si una buena parte del partido ha respirado tranquila este jueves, también hay preocupación por lo que puedan pensar las bases, según reconocen algunas fuentes populares, después de meses llamando “dictador” a Sánchez y de hacer una férrea oposición al Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos. A nadie se le escapa que un viaje al centro puede hacer más frágil el lado derecho en el que Vox gana cada día. La ahora ‘youtuber’ Cayetana Álvarez de Toledo ha salido rápida a las redes para decir que el PP se debería haber abstenido, aunque ella por disciplina ha emitido un “no”. “¿El proceso iniciado hoy conduce a la voladura de Vox o a la ruptura de puentes con los votantes de Vox?”, se ha preguntado.
El Gobierno: “El movimiento se demuestra andando”
Los socialistas y los miembros de Unidas Podemos no esperaban ese discurso de Casado. Se ha notado incluso en las intervenciones de Pablo Iglesias y Adriana Lastra, a los que ha pillado con el pie cambiado. El propio Sánchez ha decidido salir a la tribuna y aprovechar ese giro para anunciar que paraba la reforma del Poder Judicial con el fin de intentar pactar con el PP (además del Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo).
Pero en privado los socialistas y miembros del Gobierno dicen que hay que ver qué pasa ahora y que por ahora sólo se trata de un mero discurso. Un miembro del Consejo de Ministros decía después de la votación que no es un cordón sanitario a Vox pero se le parece, aunque puede ser también “un espejismo”. Otro integrante del Gobierno hace esta reflexión: “El movimiento se demuestra andando. Vamos a ver”.
“A ver lo que dura”, resumen fuentes socialistas del Congreso, que comparten lo que han visto desde su bancada: “Los del PP estaban encantados con que su líder aparezca de nuevo. ¡Que estaba acomplejado!”.
Casado y su nuevo discurso. ¿Durará? ¿Ha cambiado hoy para siempre su futuro político?