¿Parásitos en el mar? ¿En serio?
Los parásitos están presentes en casi todos los habitantes de los ecosistemas marinos costeros. Y resulta sorprendente el papel secundario que se les ha atribuido hasta hace pocos años, en especial en medios divulgativos como filmaciones o artículos en revistas divulgativas, entre otros. Posiblemente, esto se ha debido a la demonización del término “parásito” y sus connotaciones negativas. Pero los parásitos se han utilizado de forma beneficiosa para multitud de procesos, como por ejemplo el tratamiento biológico de plagas.
En el medio marino, la mayoría de los estudios sobre parásitos y su dispersión se han realizado sobre aves o mamíferos y los efectos que producen sobre ellos son muy variados, desde cambios en el comportamiento, hasta disminución del crecimiento, pasando por el control de sus poblaciones. Sin embargo, en peces costeros existe todavía mucho campo por explorar. En la última década se ha puesto en evidencia que el papel de los parásitos no es menor en muchos ecosistemas costeros, con especial referencia en arrecifes coralinos.
Recientemente se ha descubierto que los peces damisela en los arrecifes de coral pasan tiempo en las estaciones de limpieza donde existen peces que les quitan los parásitos externos. Estos parásitos se fijan a la piel de estos peces y succionan su sangre. Para quitarse esta carga parasitaria los peces damisela acuden a las denominadas “estaciones de limpieza”, donde los parásitos son depredados por pequeños peces especializados en esa función. Y es común que estos peces vayan a primera hora de la mañana a estas estaciones, que llegan a abandonar sus lugares de puesta para poder limpiarse de parásitos.
Esto se intuía desde hace tiempo, sin embargo, recientemente se ha descubierto que estos parásitos llegan a inocular otros parásitos que se introducen en el cuerpo de estos peces y que alcanzan la sangre de estos organismos. Como ocurre con vectores trasmisores de enfermedades en el medio terrestre, entre los que destacan los mosquitos o las garrapatas. Todavía se desconoce cómo afectan los parásitos en la sangre a los peces damisela, pero que esta especie se exponga a sus predadores para ir a las estaciones de limpieza, indica una conducta activa para liberarse de su carga parasitaria. ¿Por qué?
Éste es únicamente un ejemplo de interacción entre parásito y hospedador. Sin embargo, la falta de conocimiento que tenemos de los parásitos marinos ha hecho que haya pasado desapercibido su papel en los ecosistemas costeros, aunque estudios como el anteriormente mencionado proporcionan evidencias de su importancia.