Pablo Iglesias, de la coleta 'hippie' al corte pijo de los 90
Estos han sido los cambios estilísticos del exlíder de Unidas Podemos.
Se acabó. Pablo Iglesias ha eliminado de un tijeretazo el que ha sido su símbolo durante los 20 años en los que ha estado en primera línea política: su coleta. Un gesto que es toda una declaración de intenciones del exlíder de Unidas Podemos y con el que pasa página de forma definitiva a su vida.
Hace sólo una semana que el exvicepresidente del Gobierno anunció que dejaba la política, asumiendo así el fracaso de su candidatura en las elecciones autonómicas de Madrid. Siete días después, descubrimos a un nuevo Pablo.
Iglesias luce ahora un corte de pelo de nuca despejada y flequillo medio largo peinado con raya a un lado, muy a la moda de finales de los años 90. Él mismo se ha llegado a comparar con el Brad Pitt en el programa Ya es mediodía y cierto estilo comparte con el actor en aquella época. Nada que ver con la imagen progre que ha querido trasladar este tiempo atrás.
Aquí, un repaso de los cambios estilísticos que el exlíder de la formación morada ha lucido en estos casi 20 años en la primera línea de la política y que no han pasado desapercibidos nunca.
Con una larga melena —le llegaba a media espalda– recogida en una coleta baja se presentaba el secretario general de Podemos en la escena pública.
A pesar de las críticas constantes de ciertos sectores de la sociedad, Pablo Iglesias siempre se negó a cortarse el pelo. Durante mucho tiempo, no abandonó su look de coleta baja con raya en medio y algunos mechones sueltos sobre su rostro.
En abril de 2016, el líder de Podemos sorprendía a todos posando para la revista Magazine Fashion&Arts con el pelo suelto y más ondulado de lo habitual.
La melena de Pablo Iglesias siempre tuvo un papel protagonista en el Congreso. Durante las sesiones en el Parlamento, le hemos visto en su escaño soltarse la coleta para volver a recogerla en algunas ocasiones.
En octubre de 2020, Iglesias inició el curso con un nuevo look, que de nuevo fue el centro de atención en cada una de sus comparecencias. El político había decidido cortar un poco su melena y recogérsela en un moño en la nuca.
Mítines y debates electorales han sido los últimos actos públicos de Pablo Iglesias. Para ellos recuperó su peinado fetiche. Ahora bien, de lo que no se desprendió es del pendiente, accesorio que incorporó hace unos meses a su look.
Leyendo y luciendo nuevo corte de pelo. En la mesa, un fluorescente amarillo para subrayar los pasajes más enjundiosos del ensayo.
Pablo Iglesias derrochando mucho amor (spoiler: la otra persona no es Santiago Abascal)
Pablo Iglesias corriendo hacia algo o alguien (no podemos asegurar que sea hacia Pedro Sánchez)
Pablo Iglesias molesto con el sol. Lo de ponerse cara al sol no es lo suyo, está claro.
