Pablo Iglesias hace algo muy pocas veces visto al hablarle así a Pablo Casado
No es lo habitual en el Congreso.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha dejado este jueves en el Congreso una imagen pocas veces vista en política en los últimos tiempos: ha alabado el discurso de un adversario político, en este caso el del líder del PP, Pablo Casado.
“Yo siempre le he tenido, y se lo mantengo, un enorme respeto intelectual. Hoy ha hecho usted aquí un discurso político brillante. Hoy ha hecho usted aquí un discurso político canovista, que se engarza en las tradiciones conservadoras de la derecha política más inteligente”, ha asegurado el vicepresidente del Gobierno.
Dicho eso, que ha generado murmullos en el Congreso, Iglesias ha matizado que cree que ese discurso de Casado llega tarde: “En esta moción se libra una batalla en la derecha por la definición del liderazgo. El señor Abascal presenta esta moción porque quiere salir como líder moral de la derecha”.
“Y creo que es usted plenamente consciente de ello y por eso ha hecho usted el discurso que ha hecho hoy aquí. Pero llega tarde”, ha repetido Iglesias, que ha calificado de “guerra civil” la situación que viven Vox y PP.
En su discurso, Casado ha subrayado que la formación política que preside “no quiere ser otro partido del miedo, la ira y la bronca” como lo es Vox, porque el suyo es el partido “de la libertad y la convivencia”.
“No somos como ustedes porque no queremos”, le ha advertido Casado al líder de Vox, Santiago Abascal, a quien ha acusado de estar, al igual que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en “el bloque de la ruptura”.
“Vox es el sueño del nacionalismo y el salvavidas de Sánchez”, ha continuado Casado en su dura intervención contra Abascal, en la que ha advertido de que el líder de Vox es “el socio en la sombra” del Gobierno y forma, junto con Podemos y PSOE, parte del “bloque de la ruptura”.
Ha insistido así en que los populares no son “ni furia ni ruido” ni “alimentan fracturas” sino que quieren cerrarlas.
Y ha contrapuesto su política con la de Sánchez y Abascal a la vez, al señalar que uno de ellos no quiere a España unida y el otro no la quiere diversa; uno no la quiere cohesionada y el otro no la quiere abierta.