Óscar Puente: "¿Dónde está escrito que haya que ganar las elecciones para gobernar?"
Entrevista con el alcalde de Valladolid y portavoz de la dirección federal del PSOE.
p.p1 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 15.0px Times} p.p2 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 15.0px Times; min-height: 18.0px} p.p3 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 15.0px 'Helvetica Neue'; min-height: 18.0px} p.p4 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 15.0px 'Helvetica Neue'; min-height: 17.0px} span.s1 {font: 15.0px 'Helvetica Neue'} Con ustedes, Óscar Puente, alcalde de Valladolid y portavoz de la dirección federal del PSOE. En adelante, lo verán y escucharán algo más por la escena nacional. No le pierdan la pista. Es rápido, directo, locuaz, "sanchista" de primera hora y de los que no se muerden la lengua. Al pan, pan...
Le guste a quien le guste y afecte a propios o ajenos. Se ha ganado fama de duro y de pisacharcos. Y algo tiene que ver en ello que tiene pensamiento propio y no sigue argumentarios. Ni siquiera para disimular que la colaboración con Podemos puede ser el ensayo de un futuro gobierno de coalición. Al fin y a la postre, España es el único país de la UE que no ha tenido uno en los últimos 40 años. Y en el PSOE, en su opinión, nadie se rasgaría por ello las vestiduras.
Ni pactos ni cesiones. La nueva política es esto. Pasen y lean porque Puente -Bridge, para los amigos- no deja pregunta sin respuesta ni espacio para la duda.
Si empiezo con Cataluña, ¿me dirá que le aburre?
Cataluña se está tranquilizado. Ya no está tan aburrida.
¿Ahora le divierte?
No, me esperanza un poco más. Veo un poco más de posibilidades de encauzar las cosas.
El acercamiento de los presos catalanes, ¿qué es? ¿un derecho, un pacto de Sánchez con el independentismo o un gesto de distensión?
Pacto, desde luego, no. Creo que es más es un derecho, sin ninguna duda. Y puede tener algún elemento de gesto. Me sorprende alguna lectura de esa prensa hostil con el PSOE, que lo ve como una especie de sacrilegio. En fin, siguen en la cárcel. Lo único que están un poco más cerca de su domicilio. Pero lo que cualquier preso de este país debe tener, que es proximidad a su entorno, a su arraigo. No creo que sea nada extraordinario, sinceramente.
¿La decisión servirá para allanar el camino de la reunión entre el presidente del Gobierno y el señor Torra?
Lo que no sirve es para dar la espalda, ni para ponerse de perfil, ni para estar de brazos caídos... Todo lo que sea ser proactivo, hacer gestos o provocar diálogo es positivo. Aunque solo sirva para decir las cosas en las que uno no coincide o con las que no está de acuerdo. Pero yo creo que es es necesario y tiene que ser productivo.
¿Hasta dónde puede llegar el diálogo del Gobierno con la Generalitat?
Desde el punto de vista del PSOE, los márgenes están claros: la Constitución, la legalidad y también las limitaciones que tenemos siendo una fuerza política que tiene 85 diputados. No podemos prometer la luna, entre otras cosas, porque no podemos sumar una mayoría parlamentaria por nosotros mismos.
La luna no sé, pero ¿se puede hablar de un referéndum de autodeterminación para Cataluña?
Es que prometer es una cosa y hablar es otra. Si el señor Torra quiere hablar de un referéndum, que lo haga. Nosotros no le vamos a impedir que exponga cuáles son sus aspiraciones, pero otra cosa es qué es lo que se puede lograr en torno a eso, y un referéndum de división de nuestro territorio, de nuestro Estado, de nuestro país, no es viable.
ERC ha condicionado su voto a favor de la renovación del Consejo de RTVE, precisamente, a que el presidente Sánchez hable con el señor Torra sobre el referéndum. ¿Por qué el Gobierno del PP no podía hacerlos y ahora este Gobierno está dispuesto?
No es que el Partido Popular no estuviera dispuesto a hablar de eso, es que realmente estaba dispuesto a hablar de muy pocas cosas. Hemos tenido un presidente en La Moncloa refugiado en una pantalla de plasma, un presidente indolente.
Pues hablando de plasma, el presidente del Gobierno lleva más de un mes en La Moncloa y sólo ha comparecido ante la prensa, como el anterior, cuando está fuera de España.
Es que ha estado mucho tiempo fuera de España, de visita en Europa y en varios países. No recuerdo ahora mismo exactamente en cuáles.
Berlín, París, Bruselas, Lisboa...
La agenda internacional ha sido intensa porque había algunos temas importantes que abordar en esta primera etapa. Estoy convencido de que Pedro [Sánchez] será un presidente que dé la cara.
Hablábamos de Cataluña y de lo que hacía el Gobierno anterior.
No se pierde nada con hablar. Hay que dialogar. Otra cosa es que el resultado de ese diálogo sea lo que los independentistas quieren.
¿Tiene sentido que los señores Junqueras, Romeva o los Jordis sigan en prisión mientras el señor Puigdemont vive alegremente la vida en Berlín?
Eso es un decisión judicial y no nos corresponde a nosotros valorar situaciones que no dependen del Gobierno. En parte, probablemente, sea culpa de Puigdemont que haya personas independentistas en prisión. Cuando se valoran los elementos a tener en cuenta a la hora de acordar una prisión preventiva, uno de ellos es el riesgo de fuga. Es precisamente Puigdemont y algunos otros consellers los que han puesto, claramente, ese elemento encima de la mesa. Si todos hubieran actuado como Junqueras, probablemente, no se hubiera valorado el riesgo de fuga en la medida en la que se ha hecho.
La posición de la Fiscalía con el anterior Gobierno fue decisiva para que entraran en prisión, ¿habrá un cambio de criterio con la nueva Fiscal General del Estado respecto a los presos catalanes?
Los fiscales se rigen por los principios de legalidad. Tienen, es verdad, una relación jerárquica con el Gobierno, pero hay que dejarlos trabajar y que tengan su criterio, que defiendan la legalidad y nada más.
¿Este Gobierno puede hacer algo para que Puigdemont no tenga escolta y una infraestructura administrativa a costa del erario público?
Entiendo que es una situación que chirría. Legalmente ha podido acceder a esas coberturas del Estado como consecuencia de que es un expresidente.
Un expresidente fugado de la Justicia.
Y mientras nadie tome una decisión amparada en la ley para privarlo de esas prebendas, si es que se les puede llamar de esa manera, el Gobierno probablemente no pueda hacer nada.
¿El fin de la tensión entre Cataluña y el Gobierno de España pasa por que los presos catalanes salgan a la calle?
Si esa circunstancia fuera necesaria, está fuera del alcance del Gobierno. Lo necesario en este caso es el diálogo. Hablo desde el punto de vista estrictamente político. El diálogo, la búsqueda del entendimiento, el volvernos a mirar a la cara, el que haya gestos de distensión, que se abandonen las actitudes intransigentes... Yo creo que eso es lo que puede ir ayudando. La salida de los presos no depende del Gobierno.
Estamos a unos meses de que comience el juicio. ¿El Gobierno estaría a favor del indulto?
No lo creo.
¿Y el Partido Socialista?
No lo sé. Es un tema que ahora mismo es implanteable. No podríamos, yo no creo que podamos posicionarnos entorno a esa cuestión en este momento. Primero, tiene que haber un juicio. No sabemos siquiera si van a ser condenados. Es muy prematuro pronunciarse sobre indultos.
Antes hablaba de las conclusiones de la prensa hostil sobre los presuntos pactos de Sánchez, antes o después de la moción de censura. Pero hay una parte del PSOE que cree que el día a día está demostrando que existió ese elocuente gobierno Frankenstein del que habló Rubalcaba. ¿Hay una acuerdo entre el PSOE, Podemos y los independentista?
Si existe esa parte del partido, la desconozco. No he visto a ningún líder del partido abiertamente decir eso. No sé si lo dirán en algún cenáculo, en algún ámbito más privado, pero en público nadie del PSOE ha dicho que ese acuerdo existiera y es que además, no existía.
Por otro lado, sobre las posibilidades que que hubiera habido un acuerdo con los independentistas, Pedro Sánchez las ha tenido, ha tenido muchas, ha tenido mucho tiempo para haber fraguado ese acuerdo, y no lo hizo.
Entre el anuncio de la moción de censura y su resolución ni siquiera hubo tiempo para acordar nada. Simplemente, se abrió un diálogo y algunas de las circunstancias que se están viendo ahora, abonan precisamente la tesis contraria. Si los independentistas dicen que, para aprobar algo tan lógico como es darle a la TVE un dirección temporal hasta que haya ese concurso definitivo que devuelva a la televisión lo que tuvo en tiempos de Zapatero, que es independencia e imparcialidad, si están exigiendo eso, yo creso que es evidente que no ha habido ningún acuerdo. No hay pruebas a la vista.
¿Podemos se ha convertido en socio prioritario del Gobierno o ejerce de gobierno en la sombra?
Gobierno en la sombra, de ninguna manera. Ni socio preferente.
¿Y cómo explica que Pablo Iglesias llame a dos profesionales para decirles que van a ser presidentes de RTVE? ¿Cuál es su papel?
Probablemente lo que está siendo es imprudente. Pero eso es una responsabilidad de Pablo Iglesias, no del PSOE ni de Pedro Sánchez. Podemos es un aliado digamos más natural que otros. Hay más elementos compartidos con Podemos como partido de izquierda que con otros. Pero el Partido Socialista es consciente también de que con Podemos solo no puede alcanzar la mayoría parlamentaria suficiente para tomar decisiones y, por tanto, tiene que estar abierto a otras fuerzas políticas, y a conformar mayorías de otro tipo. Incluso habrá asuntos en los que no se esté de acuerdo con Podemos y sí se pueda estar de acuerdo con otras formaciones políticas. Esta es una legislatura de acuerdo, de diálogo, del pacto. Hay que ir a dialogar al Parlamento sin restricciones y sin demasiados prejuicios.
Entonces, ¿no ha entregado Sánchez a Pablo Iglesias el control de la televisión pública?
No lo creo y no lo espero.
Pero sí le ha ofreció la presidencia de otras empresas públicas. ¿Hasta dónde puede llegar la colaboración de Podemos?
Esto no es un intercambio de cromos ni es una cuestión de chalaneo. Cuando uno quiere hacer política, se hace desde esos sitios y cuando uno busca apoyos es normal. Yo gobierno en coalición en mi ciudad y es algo normal. Cuando empecé a gobernar, Podemos, que no entró en el gobierno, dijo que no quería sillones. Yo les dije que eso no eran sillones, sino palancas. Las palancas son una cosa y los sillones, otra. Hoy es el día, tres años después, en el que me dicen ¿por qué no entraríamos? Porque nos hemos dado cuenta de que la realidad se cambia con palancas, no desde los sillones.
En todo caso, eso es lo que se estará hablando. La posibilidad de que haya palancas para transformar la realidad social, y que no sean manejadas únicamente por un partido que tiene 85 diputados. Eso es algo lógico, es lo que sucede en todas las democracias europeas conocidas. Éramos, somos todavía, el único país de la Unión Europea que en los últimos cuarenta años no ha tenido un gobierno de coalición. Por tanto, no es ninguna anormalidad que un gobierno busque alianzas y las propicie y más si están en una situación como el PSOE.
¿El objetivo es ese? ¿Ensayar futuros gobierno de coalición para después de municipales y autonómicas o incluso para después de las próximas generales?
En autonomías como Valencia hay ya ensayos hechos. Y hay ayuntamientos en los que está funcionando. El caso de Valladolid es muy claro. Hay que tratar de gobernar con la realidad y la realidad es la que los ciudadanos deciden y no han dado mayorías absolutas ya a nadie.
Luego hay un discurso que a mí me parece muy pernicioso desde el punto de vista democrático que es decir: "Este señor no puede gobernar porque no ha ganado unas elecciones". ¿Dónde está escrito que haya que ganar las elecciones para gobernar? Para gobernar hay que sumar la mitad más uno de los votos de los parlamentarios. Este no es un país presidencialista. Aquí no se elige al presidente del Gobierno, no se elige al presidente de las comunidades autónomas y no se elige a los alcaldes. Se elige un cuerpo electoral, se elige una Cámara de representantes, y esa es la que elige al presidente autonómico o al alcalde.
En un país con un panorama político fragmentado, lo razonable es que haya entendimiento entre las fuerzas políticas afines que tienen elementos en común, y que eso acabe conformando una mayoría que dé a luz a un gobierno. Es lo que está pasando en este país, y quizás sea bueno que pase, entre otras cosas, por un poco de pedagogía democrática.
¿No debería de haber preguntado Pedro Sánchez a la militancia del PSOE si quería a Podemos dentro o fuera del Gobierno o en las empresas públicas?
No soy sospechoso de no defender la democracia interna, pero siempre creo que la democracia interna es un mecanismo de garantía sobre todo. Es decir, que uno debe de preguntar cuando alberga dudas de que la decisión que va a tomar pueda ser o no respaldada. Pero una decisión como esta, te puedo asegurar que es una decisión que ha sido magníficamente bien recibida por el... No voy a decir el 100%...
¿Pero a quién le han preguntado para tener la certeza de que esa decisión es respaldada por todo el Partido Socialista?
He preguntado a los mismos a los que escuché cuando Pedro Sánchez era un cadáver político. A los mismos. Yo piso la sede, hablo con los militantes, y el ambiente que hay en este momento es absolutamente favorable a este Gobierno y a la decisión que se ha tomado.
No, no digo al Gobierno. Digo a la entrada de Podemos en las instituciones, en las empresas públicas.
No es un tema crucial como para que haya un contestación interna. Si se hubiera planteado la posibilidad de un Gobierno compartido a nivel ministerial, tampoco creo que nadie se hubiese rasgado las vestiduras. Podría haber más resistencia, pero en fin.... El camino se hace andando y, si se quiere generar confianza, pues hay oportunidades para trabajar y ver si esa dinámica funciona. A lo mejor no en el primer nivel, pero en los segundos niveles, si eso se pone en práctica y vemos si realmente podemos confiar los unos en los otros... Si se está dispuesto a hacer renuncias porque una de las cosas que yo he visto mucho en Podemos, y que en parte me tira para atrás es esa incapacidad de renunciar, esa incapacidad de relegar algunas cuestiones que no son vitales y ponerlas encima de la mesa como obstáculos para el entendimiento. Eso también es madurez política: asumir que uno no tiene la mayoría y que, por tanto, no puede imponer todo su ideario, sino que lo que tiene que hacer es dialogar, trabajar con renuncias. Como lo hacemos nosotros.
¿Es usted de los que en el PSOE está molesto por cómo se ha llevado la negociación sobre RTVE? Mejor se lo pregunto de otra manera: si España ha hecho el ridículo en el Mundial de Rusia como usted dijo, ¿qué ha hecho el PSOE con RTVE?
Ya nos hubiera gustado al Partido Socialista tener la situación que tenía la Selección en el Mundial, porque francamente no voy a entrar en el tema, pero España era muy superior a Rusia. Nosotros estamos en una situación muy diferente en el Parlamento. Tenemos una situación compleja en la que hay que buscar múltiples acuerdos. No hay voluntad por parte de algunos de llegar a acuerdos. Se ha hablado de los perfiles, de perfiles muy partidistas y en algunos casos muy vinculados a los partidos. Yo solo he oído nombres de profesionales muy respetables. Pero yo creo que al final, si no hay voluntad, da igual lo que propongas. La sensación que yo tengo es que no hay voluntad. Se está en esa dinámica del bloqueo que, por la razón que sea, a lo mejor interesa más seguir manteniendo la televisión como está. A mi juicio es un error porque lo fundamental es que la televisión pública ha perdido muchísima credibilidad, mucha capacidad de influencia en la ciudadanía y quizás, empeñarse en controlar un instrumento que está tan debilitado, es un error político.
¿Por qué es más democrático un acuerdo entre el Partido Socialista y Podemos sobre TVE que otro entre el Partido Popular y Ciudadanos? ¿Al final no están hablando del mismo intercambio de cromos?
TVE tenía una dinámica antes de que el Partido Popular llegara al Gobierno que yo creo que todo el mundo ha reconocido. Era una dinámica de respeto, de independencia, de margen de libertad entre los profesionales que había situado a la televisión pública en un papel y en un plano muy relevante.
El PP llegó y tardó muy poquito tiempo en deshacer todo el camino que se había andando. Ahora se produce una situación que es, vamos a buscar una solución definitiva para Televisión Española, y nos encontramos con el bloque del Partido Popular y, a última hora, de Ciudadanos. A algunos les ha sorprendido, a mí desde luego no mucho. Y hay que darle una solución en el corto plazo a Televisión Española hasta que se produzca el concurso y se le dé esa solución definitiva.
¿Mediante un decreto?
Exacto. En este escenario, la sensación que yo tengo es que hay poca voluntad de acuerdo y que va a dar igual lo que haga el Partido Socialista. ¿Es más democrático un acuerdo entre el Partido Socialista y Podemos que entre el PP y Ciudadanos? No, es exactamente igual de democrático. La cuestión es, ¿hay alguien más dispuesto al acuerdo que el Partido Socialista y Podemos en este momento? ¿Hay alguien más? Porque si lo hay, e insisto, no conozco las interioridades de la negociación, si lo hay, probablemente se encuentre ese acuerdo. La cuestión es que ahora no hay nadie más.
Y si no hay nadie más, ¿qué puede pasar?
No lo sé. No manejo las claves, pero estoy convencido de que están buscando los apoyos para darle una salida. Ojalá ese acuerdo sea lo más amplio posible, que es lo que se buscó en su día cuando se hablaba de dos tercios del Parlamento para nombrar al Consejo. Dos tercios es una mayoría muy amplia y en un escenario tan atomizado como este, es una garantía. Dos tercios y cuatro grupos políticos. Yo creo que mayor garantía de respeto por la pluralidad y de que haya un ente apolítico,pues difícilmente. En fin, da la sensación de que hay quien no quiere el desbloqueo.
La negociación de Radio Televisión Española ¿ha sido el primer tropiezo del Gobierno o el álbum fotográfico de Sánchez que nos regaló La Moncloa?
Llevamos muy poco tiempo gobernando y se han tomado medidas bastante importantes que marcan un rumbo claro de por dónde va este Gobierno. Es un Gobierno que no le da la espalda a la gente que lo pasa mal incluso aunque no sea nacida en nuestro país. Un Gobierno por tanto sensible, que quiere acabar con la precariedad laboral y que quiere cambios sociales profundos ¿No? En una situación política compleja, si los errores son una publicación de fotos en Twitter o esta negociación de TVE en un marco muy complicado, en fin.... Comparado con los errores a los que estábamos acostumbrados en los últimos años, pues a mí me parece una bendición.
¿No será que la minoría parlamentaria es tan exigua que el Gobierno tiene que echar mano del marketing para vender algo?
No, no se puede hacer un análisis en esos términos en tan sólo un mes. Hace falta dar tiempo y, en todo caso, el marketing también tiene su importancia. Yo no soy muy de marketing, soy un político bastante intuitivo pero, probablemente, yo sea muy ignorante de muchas cosas, y hay quien sabe de estas cosas y cree que esto es importante. Hay gente más autorizada que yo para opinar de ello. Yo soy más intuitivo, me guío más por mi instinto, y hay quien confía más en herramientas que probablemente estén medidas, estén estudiadas y que tienen una incidencia en la opinión pública. No seré yo quien desautorice a quienes lo han estudiado.
¿Queda alguien en Ferraz, después de los últimos nombramientos del Gobierno?
Sí, claro que queda gente en Ferraz, pero hay una dinámica en el Partido Socialista que sucede allá donde se gobierna. Yo gobierno Valladolid, soy el Secretario General de la agrupación de Valladolid y claro, la actividad de la agrupación de la ciudad de Valladolid no es la misma en el momento en el que gobernamos que cuando estábamos en la oposición. Cuando estábamos en la oposición el partido era todo.
¿En el Ayuntamiento de Valladolid tiene usted colocada a toda la dirección de la agrupación de Valladolid?
No tengo nadie. De hecho, ha habido un congreso después y entonces y la Ejecutiva se ha rehecho. Esta siempre es un germen de muchas cosas y, cuando se pasa al gobierno, y hay un nuevo congreso, pues probablemente se reconfiguran las cosas...
Haré otro intento. ¿Qué hubiera dicho el PSOE si Mariano Rajoy hubiera nombrado presidente del CIS a Arriola, su sociológo de cabecera, como ha hecho Sánchez con Tezanos?
Pero ahí me va a permitir que le diga una cosa, comparar a Arriola con Tezanos... Arriola era más un asesor de estratégico, de imagen...
Sociólogo de cabecera.
Tezanos es una persona con una trayectoria muy respetable. Es el padre de la sociología moderna es España. Una persona con una experiencia y, si me permites también, con un ética de trabajo absolutamente intachable. Por lo tanto, el CIS está en las mejores manos. Creo que va a hacer un buen trabajo.
¿Y Manu Escudero en la OCDE?
Manu Escudero es un economista brillante. Ha trabajado en la ONU, tiene bagaje internacional, conoce los engranajes de las instituciones internacionales y, por tanto, es un interlocutor privilegiado ante la OCDE. Lo que no tenía mucho sentido es lo Wert, que no ha tenido la más mínima trayectoria política económica que justificara que fuera el embajador de la OCDE, más allá de que le venía muy bien.
Seguro que ahora es cuando me va a decir que Juanma Serrano es un gran conocedor del sector postal.
Probablemente no, pero Juanma Serrano es un gestor. Ha demostrado gran capacidad de gestión y yo creo que el éxito de su trabajo está fuera de toda duda. Ha sido jefe de gabinete de una persona que en muy poco tiempo ha pasado del anonimato a la presidencia del Gobierno, y derribó muchos muros a su paso.
¿Quién ayudó más a que Pedro Sánchez llegase a La Moncloa, Juanma Serrano o Iván Redondo?A Iván Redondo apenas lo he tratado, por tanto... Juanma aportó muchísimo más, indudablemente. Otra cosa es que en esta nueva etapa, Pedro [Sánchez] considere que necesita un perfil como el de Iván, al que ya digo que no conozco y por tanto no puedo valorar. Lo he visto una vez en mi vida.
¿No cree que pagar favores políticos es otra forma de corrupción?
No lo veo así. Pagar un favor político es poner a alguien al frente de algo siendo consciente de que no tiene capacidad para asumirlo. Pero en fin, poner a José Félix Tezanos, un señor que ya está de vuelta de todo por edad y por trayectoria, o a Manu Escudero, un auténtico portento de embajador de la OCEDE, no es es pagar ningún favor político. Es más, creo que incluso podrían haber aspirado a responsabilidades más altas.
¿Sabe que hay quien en el PSOE sostiene que, con los nombramientos de los segundos y terceros niveles del Gobierno, Pedro Sánchez ha demostrado que sigue sin superar el 1-O de 2016?
Conozco a Pedro y no es una persona que sea así. A mí me cuesta pasar página. A él, no. Es una persona en este sentido bastante templada y práctica. Si él cree que debe nombrar a una persona, lo hará con independencia de que haya estado próxima a quien haya estado.
Dígame algún nombramiento de alguien que apoyara a Susana Díaz en las primarias del PSOE.
¡Sí, claro!
Uno solo.
No, porque estaría señalando una persona con nombres y apellidos pero claro que hay gente en Moncloa que estuvo con Susana.
Sólo hay uno.
Tú lo sabes, no te lo voy a contar. Hay gente en Moncloa que estuvo con Susana, y hay gente en otros territorios que ha estado son Susana o con Patxi. No tiene mayor historia, no creo que esté buscando pedristas que, por otro lado, yo creo que ya es todo el partido.
¿Todo el Partido Socialista es ya pedrista?
Absolutamente, creo que sí.
¿El PSPV se ha convertido en la primera piedra en el zapato de este Gobierno?
Todos los asuntos de corrupción que surjan van a hacer daño. Pero, desde mi punto de vista, lo importante es si vamos a ser capaces de reaccionar con la contundencia exigida. Lo dije una vez y alguien se escandalizó: la corrupción es consustancial al poder. Lo ha sido desde que el mundo es mundo y personajes corruptos aparecerán.
Lo importante es que la organización no lo sea, que convierta los asuntos de corrupción en episodios puntuales y de personas concretas, que no formen parte de la organización. Creo que es la diferencia fundamental con lo que ha sucedido con el Partido Popular. Ha habido una corrupción en el Partido Popular que tenía más de estructural que de individual. Eso no impide que pueda haber casos en el Partido Popular y en el PSOE, en Ciudadanos o en los partidos que gobiernen.
Lo que hay que hacer es reaccionar bien como organización, y yo tengo la clara convicción de que el Partido Socialista ha aprendido del pasado, del propio y del ajeno y que no va a incurrir en el error en el que incurrió el Partido Popular de permitir que la corrupción se convierta en estructural.
¿Por qué puede seguir siendo alcalde alguien a quien se ha obligado a dimitir como presidente de la Diputación de Valencia como es el caso de Jorge Rodríguez?
Él ha abocado las competencias en un concejal. Es una solución. En fin...
Pero no ha dimitido como alcalde...
Ha abocado todas las competencias en otro concejal. También digo, se está en fase muy primaria del procedimiento. Realmente, no sabemos mucho de qué hay ahí. A mí hay una cosa que no me acaba de convencer e igual es una opinión muy personal pero esto de relacionar siempre la responsabilidad política con la penal y enlazar la responsabilidad política con determinados episodios procedimentales o procesales es un error.
La responsabilidad política tiene que tener su propio cauce y, a veces, puede ser totalmente ajena a un procedimiento penal y, a veces, puede tener relación con ella. A veces puede suceder que haya un procedimiento penal que no esté lo suficientemente claro o lo suficientemente evolucionado o maduro como para ocasionar una responsabilidad política. Esa es, a lo mejor, la situación en la que se está en este momento en ese ayuntamiento. Es un procedimiento en un estadio muy inicial del que no se sabe prácticamente nada y, bueno, vamos a dar tiempo.
¿Y no será que el listón de exigencia sobre la responsabilidad política de los demás está bastante más alto que el de uno mismo?
No, nosotros tenemos un código ético que dice que el momento de dimisión en asuntos relacionados con temas penales es el del auto de imputación, el auto de apertura de juicio oral. Ese es el momento procesal, eso lo dice nuestro código ético.
No es lo mismo la apertura de juicio oral que la imputación.
Van seguidas.
Bueno, puede pasar tiempo entre una y otra.
Puede pasar tiempo, pero el tiempo lógico de los recursos que puedan plantear las defensas o la acusación particular, pero son dos estadios procesales que van seguidos. En todo caso, aquí no estamos en ninguno de esos dos sino en un estadio de diligencias previas en una instrucción muy, muy inicial.
Hace unos días me decía en otra entrevista su secretario de Organización, hoy también ministro de Fomento, que el Partido Socialista tiene que estar ahora solo para apoyar al Gobierno. ¿Está de acuerdo?
Tiene que estar fundamentalmente para apoyar al Gobierno. Yo soy un hombre de partido y de Gobierno. A mí no me gustaría que el partido en Valladolid me hiciera la contra. Ahora, eso no es incompatible con que el partido, cuando vea que el Gobierno se equivoca, le intente trasladar una visión crítica.
¿Y usted cree que se ha equivocado en algo en su primer mes el Gobierno de Pedro Sánchez?
En esencia, ha acertado. Si hay alguna cosa que no se ha hecho bien o no se ha hecho todo lo bien que nos hubiera gustado, tiene más que ver con un momento inicial, con una toma de contacto, con un aterrizaje.
¿Por ejemplo?
Hemos hablado del tema de Televisión Española. Lo que está en este momento en boca de todo el mundo. Lo de las fotos, en fin... Cosas menores. En lo importante me parece que está acertando y los españoles lo están valorando de manera muy positiva. Este Gobierno ha caído muy bien y, bueno, yo veo una dinámica ascendente y positiva para el Partido Socialista como consecuencia, precisamente, de haber tomado una decisión de la que yo he sido defensor durante mucho tiempo. Cambiar la dinámica "macroniana" en la que estábamos metidos. Todo estaba preparado para el Macron español y estamos en una dinámica a la portuguesa para demostrarle a los ciudadanos que hay otra agenda.
Suerte y muchas gracias.
A ti, Esther.