Captan por primera vez ondas gravitacionales causadas por la fusión de estrellas de neutrones y agujeros negros
La Universitat de les Illes Balears ha participado en este hallazgo.
Los detectores de ondas gravitacionales de LIGO y Virgo han captado por primera vez dos señales de ondas gravitacionales procedentes de la fusión de un fenómeno hasta ahora nunca observado: la fusión de agujeros negros y estrellas de neutrones.
Este hallazgo permite confirmar la existencia de una nueva fuente de ondas gravitacionales, puesto que hasta ahora solo se habían detectado las producidas por dos agujeros negros o dos estrellas de neutrones, no por la combinación entre ambos, como explica la Agencia SINC.
En este hallazgo han participado investigadores del grupo de investigación en Física Gravitacional: Teoría y Observación (GRAVITY) de la Universidad de las Illes Balears, según informa el propio centro.
Las dos ondas gravitacionales, GW200105 y GW200115, fueron detectadas los días 5 y 15 de enero de 2020 y se generaron a una distancia superior a los 900 millones de años luz de nuestro planeta, tras la captura de las estrellas de neutrones por parte de los agujeros negros.
Se prevé que este descubrimiento arroje nuevos datos sobre el nacimiento, la vida y la muerte de las estrellas, así como sobre los entornos en los que se forman.
Contribución de los científicos baleares
Estos resultados se han publicado este martes en la revista científica Astrophysical Journal Letters, en el que figuran como autores los investigadores de la UIB Alícia Sintes, Sascha Husa, David Keitel, Marta Colleoni, Héctor Estellés, Maite Mateu-Lucena, Cecilio García-Quirós, Rafel Jaume, Rodrigo Tenorio y Pep Covas, además de investigadores de LIGO, Virgo y Kagra.
Una contribución clave del grupo GRAVITY de la UIB en la colaboración LIGO es el modelado de las formas de onda emitidas por sistemas binarios, compuestos por agujeros negros o estrellas de neutrones. Estos modelos se utilizan para identificar las fuentes y estimar sus parámetros, como sus masas o la distancia. Este es un proceso muy costoso computacionalmente y requiere el empleo de superordenadores.
El grupo de la UIB ha estado directamente involucrado en el análisis de estas señales, parte del cual se llevó a cabo en el superordenador Mare Nostrum de Barcelona.
“Capturar la señal de un evento tan elusivo como la fusión de un agujero negro y de una estrella de neutrones es un acontecimiento excepcional y estamos orgullosos de que nuestro equipo haya contribuido directamente a este descubrimiento”, ha declarado Marta Colleoni, investigadora del grupo GRAVITY.