Once mujeres para primar el diálogo frente a la testosterona
"Para ellas, la guerra no es algo heroico, sino un asesinato", escribió la periodista y Premio Nobel de Literatura, Svetlana Alexiévich. Las ONCE mujeres del Consejo de Ministras de Pedro Sánchez van a apostar por el diálogo -porque ellas son más dialogantes, como tienen claro los expertos en demoscopia- y la conciliación frente a la testosterona. Lo que empieza hoy va más allá de las campañas electorales, aunque pueda ser el primer acto para dentro de dos años. Porque esto no va de ser breve.
Hace tan solo un mes, poco después de la gran manifestación del 8M, el PSOE de Pedro Sánchez bajaba tres puntos en el voto. Según el CIS, por primera vez, más hombres que mujeres votaban socialista. Sánchez tomó nota, él había estado en el 8M. ¿Es este Gobierno con el 65% de mujeres y en carteras de primera, el primer acto de campaña electoral del nuevo presidente del Gobierno? Es más que eso, como apuntan tres profesionales de la demoscopia, Belén Barreiro, Carolina Bescansa y Narciso Michavila.
A la gran explosión feminista de marzo le siguieron los días de siempre en nuestra vida política. Nos salían las hormonas masculinas por las orejas y estábamos saturadas de machos alfas, que seguían en lo mismo: mucha hombría en Catalunya, en el Parlamento, en la moción. En este contexto, hoy saltan a la escena política 11 señoras con cartera que van a convertir la palabra 'ministra' en una de las más repetidas de lo que queda de legislatura. Un Consejo de Ministras que solo con mirar sus currículum expiras el aire contenido estos días y respiras tranquilo, al menos durante los primeros 100 días de rigor.
"La apuesta de Pedro Sánchez por las mujeres es una apuesta por el diálogo. El debate principal durante meses ha sido el proceso. Un debate que ha resultado muy masculino y lleno de testosterona. Las mujeres son más dialogantes y eso puede ayudar", apunta el sociólogo y presidente de la consultora de investigación GAP 3 Narciso Michavila.
Los datos así lo apoyan. "Analizando los barómetros se ve claramente que cuando la entrevistadora y la entrevistada son mujeres, se muestran más a favor del diálogo que cuando coinciden entrevistador y entrevistado, donde el resultado tiende a la confrontación".
Tras la caída de abril, es posible atisbar en la estrategia de Sánchez una apuesta por atraer al electorado femenino, tradicionalmente menos activo a la hora de ir a votar que el masculino. Sin embargo, las encuestas evidencian la tendencia de que el voto de las mujeres ya está impulsado por una corriente de empoderamiento global que tiene a la clase política desconcertada y temerosa al atisbar su potencial, la Cuarta Ola de la lucha feminista.
"La composición de un Gobierno formado mayoritariamente por mujeres puede influir en el voto femenino, pero también creo que Sánchez quiere aprovechar el tiempo y hacer las cosas bien, como ha demostrado con el tipo de mujeres que ha fichado y las carteras que van a desempeñar. Es una oportunidad para cerrar las heridas abiertas con su electorado. El guiño de que la vicepresidenta se ocupe de Igualdad o de que en carteras de peso -como Economía y Medio Ambiente y Energía-, haya mujeres solventes es un dato muy importante", apunta Belén Barreiro, directora de My World, consultora de investigación social, y ex presidenta del CIS.
Barreiro tiene muy claro que el hecho de que las mujeres que entran en el Gobierno de Sánchez vayan a carteras clave -Economía, Hacienda, Energía, Vicepresidencia- y que Igualdad se incorpore a la vicepresidencia de Carmen Calvo, es una señal de que esto va en serio. Y la solvencia de los nombramientos lo demuestra. "No es una cuestión de cuotas ya. A veces se hacía algún nombramiento para tener representación femenina que nos podía dar vergüenza. Ya no". Y esto, electoralmente, las mujeres también lo van a notar. Se las toma en serio.
Once mujeres. ONCE. Carmen Calvo, vicepresidenta y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad; Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica; María Jesús Montero, ministra de Hacienda; Meritxell Batet, ministra de Administraciones Públicas; Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresa; Carmen Montón, ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social; Isabel Celáa, ministra portavoz, de Educación y Formación Profesional; Magdalena Valerio, ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; Dolores Delgado, ministra de Justicia; Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo y Margarita Robles, ministra de Defensa.
¿Qué pueden hacer las ministras por las mujeres?
La también socióloga, experta en demoscopia y fundadora de Podemos Carolina Bescansa no duda: "La medida que más haría recuperar a Pedro Sánchez el voto femenino es derogar la reforma laboral. Es a las mujeres a quienes más perjudica esa reforma". Sin embargo, Bescansa cree que no va a derogar esa reforma, porque los nombramientos de las principales carteras económicas apuestan por la ortodoxia.
Los expertos saben qué en los próximos tres meses, Sánchez va a contar con el impulso de la llegada a la presidencia del Gobierno, lo que asegura una subida media de cinco puntos. Lo que algunos llaman "el efecto de la capa de armiño", que solo con echarla sobre las espaldas proporciona un salto en los votos. Además, el líder del PSOE y hoy presidente del Gobierno, llevaba un año en los sótanos, sin presencia en el Parlamento, así que el rebote será importante, y más entre las mujeres.
A la expectativa de ver cómo revierten las políticas del rajoyismo que tanto han perjudicado a la población femenina, en el ámbito internacional la foto del nuevo Gobierno transmite a priori modernidad y confianza. No es un mal comienzo cuando hay tantos retos que superar. Cerrar heridas es uno de los principales. La Nobel de Literatura, Svetlana Alexiévich, autora de La guerra no tiene rostro de mujer, resumió así en su paso por España la actitud femenina ante el conflicto bélico: "Para ellas, la guerra no es algo heroico, sino un asesinato".