Olona o la lista más votada
Ganen o no este domingo, Vox y su candidata, Macarena Olona, ya han obtenido un gran resultado, protagonizar la campaña.
Ganen o no este domingo, el partido de ultraderecha Vox y su candidata, Macarena Olona, ya han obtenido un gran resultado, protagonizar la campaña. No solo gracias al PSOE y al PP, sino también a la división de la izquierda y de una candidata conocida, estudiadamente histriónica, copia del estilo de Georgina Meloni y de la primera Marine Le Pen. Es ella o la lista más votada.
“Macarena Olona es muy estridente y reconocible y esto es algo nuevo frente a lo que pasó en Castilla y León, donde a García Gallardo no le conocía nadie. En los debates de TVE, ella está tan sobreactuada que se ha convertido en el centro. Han logrado lo que querían, iba muy entrenada para el cuerpo a cuerpo, con una posición trabajada. Cuando le dice a Moreno ‘me da pudor leerle esto’ y le cita la masturbación, provoca una sonrisa. A Olona no le da pudor nada, para nada. Ahora bien que haya sido el centro de la campaña no significa que vaya a ser la más votada”, explica el politólogo aragonés Julio Embid, miembro del Laboratorio de la Fundación Alternativas, autor de Tránsfuga y de libros como Con capa y antifaz, la ideología de los superhéroes, un libro en cómic que intenta acercar a los jóvenes —y maduritos— a la política, algo cada día más difícil.
Embid recuerda que Pablo Iglesias, tras la dejar la vicepresidencia monopolizó bastante la campaña y los resultados no le fueron nada bien. Todo lo contrario que a Echenique hace años, candidato por Aragón muy conocido, lo que le dio los mejores resultados por provincias. Pero ha llovido mucho desde entonces y las cosas han cambiado. Aunque algunas permanecen, como una matraca de fondo, inútil. La petición del PP de que se deje gobernar a la lista más votada para que Vox no entre en la Junta. Ese el reto lanzado por Feijóo a Sánchez, algo que Feijóo no se ha aplicado a sí mismo cuando ha tenido la oportunidad, como en Orense donde en 2019 impidió a los socialistas acceder a la alcaldía a pesar de ser la lista más votada.
“Sí, es una constante del Partido Popular, cuando ellos van a obtener la mayoría pedir el respeto a la lista más votada. Y sin embargo, ellos nunca lo han cumplido, salvo una vez en Euskadi. Cuando el PP de Jaime Mayor Oreja dejó gobernar a Patxi López como lehendakari. Sin embargo, luego le hicieron la legislatura imposible, manteniéndole sin presupuestos”, recuerda Embid, quien es un escéptico a la hora de pensar en algún tipo de acuerdo —algún día— entre los dos partidos mayoritarios para dejar que gobierne la lista más votada.
“Dejar votar a la lista más votada es la fórmula que permite aislar a la extrema derecha y los populismos. Como no se puede reformar la Ley Electoral, es la solución que permite acercarnos al sistema de doble vuelta francés”, opina José María Lassalle, quien fue secretario de Estado con Rajoy y miembro activo del grupo de los ‘sorayos’. El expolítico del PP, muy próximo a Juanma Moreno, no considera necesario que haya acuerdo entre ambos partidos más allá de las andaluzas. “Si el PSOE se niega, se retrata. No puede esgrimir la defensa de la democracia si no está dispuesto a aceptar que hacerlo puede perjudicarle. Es el sacrificio que se espera de los partidos de Estado. Unas veces beneficia a unos y otra a otros”, concluye.
En la misma línea, Toni Roldán, exdiputado de Ciudadanos, el portavoz económico y relevante disidente de Albert Rivera cuando el partido tomó un rumbo con el que no comulgaba, defiende que “si PSOE y PP llegaran a un pacto implícito para que la lista más votada sea la que gobierne, la democracia sería más sana. Moreno Bonilla y Feijóo son dirigentes conservadores sin estridencias, más en la línea de los partidos conservadores europeos. Y también el candidato del PSOE, Juan Espadas. Pero la utilización que el PSOE ha hecho de Vox ha sido tan evidente…en vez de dedicarse a explicar más su programa, los problemas de la gente. Si después del domingo dejaran gobernar a Moreno Bonilla por ser el más votado, daríamos un paso adelante, hacía la normalización de lo que sucede en Europa”.
Roldán, que es director del think tank Centro de Políticas Económicas - EsadeEcPol, analiza como las cosas han cambiado en los últimos años. “Una generación de políticos —Albert Rivera, Pablo Casado y Pablo Iglesias— que polarizaban y eran agresivos, ya no están. Ahí están los resultados. Sin embargo, Moreno Bonilla o Espadas son de talante más serenos, moderados entre los suyos, de los que han ocupado cargos dentro de sus partidos y saben lo que cuesta llegar al poder. Por eso creo que el domingo —vamos a ver los resultados— el PSOE debería de tender puentes con el PP”, explica el exdiputado de Ciudadanos y economista de la London School.
Tanto Embid como Roldán, desde posiciones bien diferentes, están muy preocupados por la polarización y cómo la ciudadanía “desconecta cada día más de todos nosotros: políticos, analistas, periodistas, pensadores, think tanks. Lo deja muy claro el libro de Ezra Klein, Por qué estamos tan polarizados. Somos nosotros, esos que he mencionado, los que polarizamos, crispamos mientras que fuera de la burbuja de esos grupos, la gente va a los suyo, a sus problemas reales y desconectan de la política y todos nosotros”, apunta Roldán.
Al hilo de esta aseveración, que tiene mucho que ver con los índices de abstención que todas las encuestas apuntan en Andalucía y que perjudica sobre todo a la izquierda, es fácil encontrar cada día datos y estudios que inciden en ese abismo entre los sobreinformados, que creen estar en la pomada, y todos los que se alejan. El estudio que hacen la Universidad de Oxford y Reuters, El Digital News Report 2022, basado en 93.000 encuestas, muestra que la confianza en los medios sigue cayendo. Los ciudadanos piensan que estamos en manos de los grupos de presión, como los laboratorios de ideas y otras organizaciones. Este informe para el 2022 da un dato tremendo, por primera vez hay más escépticos (39%) que personas que confían en la información de los medios (30%). Y los jóvenes se informan sobre todo por redes como TikTok, por ejemplo. Todo esto está en el trasfondo de la campaña “histriónica” como la califica Embid, de Macarena Olona, y de los populismos y el escepticismo.
Pero nada especial va a cambiar después de las elecciones del domingo en Andalucía. Tanto Roldán como el politólogo aragonés de la Fundación Alternativas coinciden —como todos— en que lo más seguro será un gobierno PP-Vox, lo que de paso normalizará la futura conformación de un Gobierno nacional entre los de Feijóo y la extrema derecha de Abascal. “Ya están normalizados, aceptados y visualizados” por la gente, es una afirmación habitual.
Con todo, Embid cree que el PSOE de Pedro Sánchez aguantará, como mínimo, hasta las elecciones autonómicas y municipales de mayo, “porque a los socialistas lo que les favorece es la alta participación, son el partido que menos rechazo representa. Si las hacen dentro del 2022, es que están perdidos”.
Roldán, que aún siente tristeza cuando ve a los escasos supervivientes de Ciudadanos, defiende que, dada la situación, que dentro de partidos conservadores como el PP que se mantengan personajes como Isabel Díaz Ayuso “frena a la extrema derecha”.
Y para el domingo, que la fuerza nos acompañe a todos, porque lo que suceda en Andalucía será clave para el resto de este país.