Ha pasado casi un mes del mundialmente bautizado como #spitgate (algo así como #escupitajogate), pero el momento sigue dando pie a interpretaciones y comentarios.
La última en hablar sobre ello ha sido Olivia Wilde, directora de la película Don’t Worry Baby y pareja de Harry Styles. Precisamente el estreno de la cinta en el Festival de Venecia fue el escenario de la polémica.
Al día siguiente, el representante de Pine señaló a People que era una “historia ridícula” y el resultado de una “extraña ilusión óptica”, y que no hubo escupitajo alguno.
Ahora, Olivia Wilde ha ido en la misma línea, preguntada por el asunto en The Late Show, el programa de Stephen Colbert.
“People will look for drama anywhere they can. Harry did not spit on Chris, in fact.” -- @oliviawilde on #spitgate
La directora negó categóricamente que Styles vejara a Pine. “Creo que es el ejemplo perfecto de que la gente busca el drama en cualquier lugar que pueda”.
El presentador bromeó entonces con que el tiempo dirá si los rumores son ciertos o no, a lo que Wilde contestó volviendo a negar la mayor: “No, él [Styles] no lo hizo”.
Dejando a un lado si hubo saliva o no, el momento evidenció las tensiones entre los miembros de la producción. Bastaba ver cómo estaban sentados, con Wilde y la protagonista, Florence Pugh, separadas por tres asientos.
Al parecer, en el rodaje hubo fricciones entre ellas y la intérprete, que apenas ha participado en la promoción de la cinta, llegó a criticar la hipersexualización de la película.