Nueve cosas que debes saber sobre la cocina con marihuana (y una receta para probarla)
Quién mejor que la hija de Bob Marley para enseñártelas.
Fumar. Esa es la forma habitual de consumir marihuana, aquí y en cualquier parte del planeta. Pero esta hierba puede también funcionar como aliado en la cocina, y de eso da buena cuenta Cedella Marley en el libro Cocina con marihuana: una guía completa con más de 70 recetas para incorporar el cannabis en tu día a día(Kitsune Books).
La hija del cantante reggae Bob Marley, quien decía que "la marihuana une la humanidad" y quien fumaba para alcanzar "una mentalidad alegre, sagrada y edificante", busca en este recetario transformar "una cena corriente con amigos en una inmediata celebración de la vida y bienestar".
Para ello llena el libro de recetas —guacamole con tostones, buñuelos fritos y empanadillas jamaicanas picantes, entre otras muchas— y también de claves para adentrarse en esta cocina. Esto no sólo va de ponerse el delantal y encender los fogones, hay anécdotas de infancia, trucos de belleza y otros tantos puntos que hay que tener en cuenta antes de ponerse a cocinar. Aquí van nueve imprescindibles.
Olvídate de los brownies de Ámsterdam
Si tienes recuerdos desagradables de platos aderezados con cannabis, probablemente es porque probaste un brownie o unas galletas de marihuana cuando viajaste de joven a Ámsterdam. Olvídate de ellos. La cocina con marihuana no tiene nada que ver: ni la forma de preparar los platos ni tampoco las sensaciones que deberías experimentar al probarlos. "Estoy segura de que esos recuerdos se deben a que los elaboran añadiendo simplemente un puñado de marihuana seca en la mezcla", escribe Cedella Marley.
Un ingrediente veterano
Esto no es una moda reciente. La marihuana lleva siglos dentro de la despensa. "Cocinar con marihuana no es, de ninguna manera, una nueva forma de experimentar con sus beneficios psicológicos y medicinales. Seamos realistas: la gente la ha estado usando así desde siempre", escribe Marley. "En China ya encontramos recetas del año 2700 a. C. con referencias a la planta", aseguraba en una entrevista en La SER Ana Rodríguez, historiadora del arte y gerente del Hash Marihuana & Hemp Museum de Barcelona. También los monjes de la Edad Media la consumían habitualmente, y en España, Felipe II ordenó en 1545 el impulso de los cultivos de marihuana para alimentar a su imperio y combatir el reumatismo, la epilepsia, la fiebre y otras enfermedades.
Objetivo irie
Irie es un término del patois jamaiquino que significa sentirse bien y agusto, estar en paz y relajado. Eso es lo que busca Cedella Marley con sus recetas. El objetivo de este tipo de cocina es levantar el ánimo, entretener y divertir. "Para organizar fiestas en las que todo el mundo se sienta abierto, animado y se sienta irie", escribe. Aunque también es una buena forma de aprovecharse de los beneficios que el cannabis presenta para la salud.
Disfrutar sin malos rollos
La clave para evitar viajes como los experimentados con el brownie holandés de chocolate está en desligar las propiedades transportadoras del cannabis y para ello hay que liberar el THC. ¿Y qué es el THC (o tetrahidrocannabinol)? Es lo que te hace volar, el principal constituyente psicoactivo del cannabis. Lo que se busca, en la mayoría de los casos, es extraerlo para adherirlo a otra sustancia, que suele ser aceite, mantequilla o también harina de marihuana. La otra opción es utilizarla como condimento. En cualquier caso es clave saber el porcentaje de THC que tiene la hierba que has comprado. Marley recomienda un 15% y es muy clara: si tu proveedor no saber darte el dato, busca otro.
Calor para liberar el THC
El calor ayuda a liberar el THC, por eso una de las herramientas que no pueden faltar en la cocina es un termómetro que se lea al instante. El grinder es otro imprescindible. Para descarboxilar se puede tostar la marihuana en el horno (si se va a usar para espolvorear o como condimento salado) o dejarla cocer en aceite o mantequilla. En este vídeo encontrarás cómo hacer aceite de marihuana, si quieres descarboxilarla debes moler los cogollos en un grinder manual de varias cámaras, tostarlas en el horno a 120 grados durante 15-20 minutos, removiéndolos cada cinco, y sacarlas cuando ya esté dorada. Dejar enfriar y guardar en un recipiente hermético protegido de la luz.
El efecto no es inmediato
No es llegar y besar el santo. La cocina con marihuana tiene un efecto más profundo y duradero, pero también más tardío. Cedella Marley advierte que tarda en aparecer entre 30 minutos y dos horas, y que una vez que el THC se activa en el cuerpo, el colocón puede durar hasta ocho horas o más. Así, recomienda no planear ninguna actividad importante durante las 12 horas posteriores. También apunta que si se quieren aprovechar durante la cena (o velada que hayas organizado), no esperes al postre: es mejor que los platos con marihuana sean los aperitivos y primeros.
Marihuana y alcohol
No es que esté prohibido mezclar, pero sí se recomienda prudencia. Marley recuerda que el alcohol puede intensificar los efectos de la marihuana, tanto los buenos a como los malos. Una copa de vino al empezar la noche no va a hacer daño, pero hay que tener cuidado a medida que vayan pasando las horas y hayamos empezado a comer.
El poder del azúcar
A veces la situación se puede ir de las manos, e igual que en México la leche ayuda a pasar el picante, en la cocina con cannabis hay que buscar bebidas con azúcar. "Ten a mano zumo de naranja una bebida electrolítica, como el Gatorade, en caso de que alguien ingiera más mariuhana de la que debe. Elevar los niveles de azúcar en sangre puede ayudar a controlar el subidón", escribe Marley.
Cuestión de dosis
Antes de ponerse manos a la obra hay que saber qué tipo de plato queremos preparar. O mejor, qué efectos queremos conseguir. Para evitar terminar sentado en un sofá, mirando fijamente a la pared, Cedella Marley recomienda empezar con dosis bajas. Especialmente si el menú va a tener varios platos con marihuana. Mejor empezar poco a poco e incrementar las dosis en un futuro. Las recetas de su libro, que también se pueden hacer sin marihuana, tienen todas una dosis de 5 mg de THC por ración.
- Dosis muy moderada: 5 mg por ración. Ideal para principiantes o una cena con varios platos.
- Dosis media: 10 mg por ración. La contienen la mayoría de alimentos con marihuana que se venden en el supermercado.
- Dosis media alta: 15 mg por ración. Entre moderada y alta, puede afectar de distinta forma en función del cuerpo y los niveles de tolerancia.
- Dosis alta: 20 mg por ración. Sólo para consumidores experimentados.
La clave de los snacks aderezados con marihuana es dividirlos en raciones individuales antes de servirlos, para que todo el mundo pueda despreocuparse. Todos sabemos lo difícil que es ponerse límites cuando nos ponen delante un plato de guacamole o hummus.
La receta que proponemos a continuación se puede completar con mantequilla o aceite de marihuana (más arriba tienes la receta). Una cucharada de aceite serían 31,8 mg de 15% THC, es decir, algo más de seis raciones. Una cucharadita sería 10,9 mg (un poco más de dos). En este caso habría que añadir una cucharada o tres cucharaditas de aceite de marihuana al hummus, ya que la receta está pensada para seis personas.
Hummus de remolacha con pan de pita casero (seis personas)
Hummus
- 1 remolacha grande (sin los extremos)
- 1 cucharada y una cucharadita de aceite de oliva virgen extra /y un poco para rociar por encima)
- 1/2 taza de salsa de sésamo
- 2 dientes de ajo machacados
- 1/4 taza de zumo de limón recién exprimido (1 o 2 limones)
- 1 cucharadita y media de sal marina fina
- 1 cucharadita de perejil fresco bien picado
Pan de pita casero
- 1/3 taza de aceite de oliva virgen extra
- 3 dientes de ajo, machacados
- 3 ramitas e romero fresco
- 2 panes de pita
- 2 cucharadas y media de sal de sésamo y hierbas
1. Asar las remolachas para el hummus: precalienta el horno a 190ºC
2. Coloca la remolacha en un trozo e papel de aluminio. Rocíala con una cucharadita de aceite, envuélvela bien en el papel y ponla en una bandeja de horno. Asa la remolacha hasta que puedas introducir la punta de un cuchillo con facilidad hasta el centro, de 50 a 75 minutos, dependiendo del tamaño de la remolacha (Deja el horno encendido para el pan de pita, pero baja la temperatura a 175ºC). Abre el papel de aluminio y, cuando la remolacha se haya enfriado lo suficiente para manipularla, quítale la piel con un cuchillo de cocina, los dedos o un pelador (ponte guantes de cocina para no mancharte las manos). Reservar mientra hacemos las pitas.
3. Hacer el pan de pita con marihuana. Echa el aceite de oliva en una cacerola pequeña y añade los ajos machacados y las ramitas de romero. Calienta el aceite a fuego medio-alto hasta que el ajo empiece a dorarse removiendo a menudo durante 4-5 minutos. Evita que el ajo se ponga marrón o el aceite estará amargo. Retira del fuego y pasa la mezcla a un cuenco para que se enfríe.
4. Corta cada pan en seis cuñas y separa los pedazos para terminar con 12 triángulos. Coloca los triángulos con la parte rugosa hacia arriba en una bandea de horno, mójalos ligeramente con el aceite de ajo y romero y sazúnalos generosamente con la sal de sésamo y hieribas. Hornea los triángulos de pan hasta que se doren dándoles la vuelta a la bandeja a los 12-15 minutos. Sácalos del horno y deja que se enfríen.
5. Hacer el hummus. Añade la remolacha, el aceite restante, la sal de sésamo, el ajo, el zumo de limón, la sal y 2 cucharadas de agua a un procesador de alimentos. Mézclalo hasta que el conjunto sea espeso y cremoso. Pruébalo y ajusta la cantida de sal y, si es necesario y está muy consistente, puedes añadir hasta 2 cucharadas más de agua. Pásalo a un cuenco mediano con la ayuda de una espátula. Sirve con el pan de pita.