Lo decía todo: la cara que se le quedó a Jordi Cruz cuando su novia apareció por sorpresa en 'MasterChef'

Samantha Vallejo-Nágera preparó una encerrona para Jordi Cruz en la final de MasterChef Junior, emitida el pasado viernes en La 1: invitó sin que éste lo supiera a su novia, la arquitecta brasileña Rebecca Lima —y ojo, en el mismo programa en el que volvía Tamara Falcó, quien besó al catalán al ganar la anterior edición—.

La joven entró en las cocinas y saludó con un beso en los labios al boquiabierto chef. ”¿Qué haces aquí, amor?”, pregunto éste. ”¡Sorpresa!”, contestó Lima. ”¡Pero esto no es una sorpresa, es un sorpresón!”, contestó el cocinero.

″¿Te hace ilusión?”, le preguntó Vallejo-Nágera. “Toda la del mundo”, dijo poniéndose tierno y abrazando a su chica. Después, Cruz bromeó con que su novia dice estar enamorada de él pero que hay un chico que le gusta más: no era otro que Albert, uno de los niños participantes en la edición, que se acercó a charlar con ella.

Sin cortarse, el pequeño le preguntó cómo se conocieron. “Por una amiga que nos presentó. Yo soy de Brasil y esta amiga también”, respondió Lima.

Poco después, cuando los comensales pudieron probar los platos cocinados por los niños, la juez se acercó hasta la mesa donde estaba la familia de Jordi Cruz. ”¿Habéis conocido ahora a Rebecca, ¿no? ¿Cómo ha sido el encuentro?”, preguntó a la madre del chef catalán.

“Fantástico”, respondió Roser. “Nos hemos conocido y muy bien”, añadió la madre mientras hacía una carantoña a su nuera. Ésta reconoció que había estado muy nerviosa por el encuentro.

La relación entre Cruz y Lima se confirmó a mediados de noviembre tras varias semanas de rumores cuando ésta subió una foto de ellos dos junto a un mensaje de amor: “Tú eres. Lo sé. Lo supe. Te reconocí. Eres. Desde hace muchas coincidencias. Eres. Desde antes de encontrarte. Lo sé, amor. Eres tú”.

Anteriormente el chef había mantenido una relación durante más de ocho años con Cristina Jiménez, jefa de recepción en su restaurante, ABac.