Así está Notre Dame dos años después del incendio
Si esperabas visitarla relativamente pronto... será mejor que busques alternativas.
Hace dos años, el mundo se encogió ante los devastadores efectos de lo que comenzó con una lejana columna de humo y acabó saldándose con la icónica fotografía de la aguja de la catedral gala de Notre Dame derrumbándose entre las llamas. El incendio devastó a Nuestra Señora de París, una obra cumbre del gótico y probablemente uno de los monumentos más conocidos de la humanidad, causando el derrumbe parcial de su cubierta.
En los meses posteriores a aquel 15 de abril de 2019 estuvieron desarrollándose los trabajos para poder garantizar la seguridad del resto del templo parisino, pero también los proyectos para su reconstrucción. Unas tareas de reconstrucción que se han visto retrasado primero por la contaminación por plomo generada en el recinto y, después, por la irrupción de la pandemia del coronavirus.
No, a pesar de que se han realizado avances en la reconstrucción todavía se está lejos de ver recuperada Notre Dame. Y cuesta creer que se llegará a un objetivo que todavía sigue en pie. Tenerla terminada para 2024.
“Reabrir en 2024 sigue siendo el objetivo. Tenemos que conseguirlo y el secreto, pese al plomo y el coronavirus, es avanzar con una planificación rigurosa”, aseguró Jean-Louis Georgelin, responsable del proyecto de reconstrucción de Notre Dame.
No obstante, la finalización de la primera fase del proyecto de rehabilitación, la consolidación de la estructura de bóvedas, no está prevista hasta finales de este verano. La imagen que deja Notre Dame en la actualidad está marcada por los andamiajes, la grúa y el perímetro de seguridad por el que continúa delimitada. Así, no se aguardan grandes actos ni ceremonias en la catedral parisina por esta funesta efeméride.
En el interior de Nuestra Señora de París, los andamios también copan las naves centrales y las partes superiores, donde tienen lugar exhaustivos y minuciosos procesos de retirada de las partículas de plomo que impregnaron todo el edificio tras derretirse el techo.
También se está restaurando aún el órgano y continúa la recreación, idéntica, de la aguja del siglo XIX, una obra con la firma de Eugène Viollet-le-Duc. Ya se ha terminado la restauración de las figuras de los doce apóstoles que la integraban y que se habían salvado de milagro al haber sido retirados tres días antes del incendio.