Normas y límites en la familia
Son muchas las dudas que les surgen a los padres y madres a la hora de poner “normas”.
Por Daniel Allende, educador social en Fundación Amigó:
Es la familia, sin lugar a dudas, el primer agente socializador del niño/a, y es aquí, donde el niño o niña va a aprender a convivir, por eso el establecimiento de unas normas y límites en el ámbito familiar va a suponer uno de los factores de protección más significativos para reducir la probabilidad de aparición de conductas de riesgo, tanto en la infancia como en la adolescencia.
Son muchas las dudas que les surgen a los padres y madres a la hora de poner “normas”, y que a continuación vamos a intentar abordar:
¿Por qué es difícil poner normas?
Muchas veces nos resulta difícil poner normas por los siguientes motivos:
Nos asusta defraudar a los chicos/as.
No sabemos o no queremos decir “no”.
Nos preocupa ser considerados como autoritarios/as.
No queremos que sufran lo que nosotros/as sufrimos.
Compensamos la falta de tiempo con una actitud indulgente.
Tenemos miedo al conflicto y a sus malas caras.
Nos da pereza corregir, reflexionar, imponernos.
¿Para qué son necesarias las normas?
Para el aprendizaje de hábitos y conductas adecuadas a su edad.
Para sentirse que es guiado en su crecimiento personal (si tengo normas y límites es porque se preocupan por mí).
Para ayudar a desarrollar la tolerancia a la frustración de nuestros hijos e hijas.
Para lograr una convivencia más organizada promoviendo el respeto hacia los demás y a uno mismo.
La adquisición de unas normas, van a contribuir a que nuestros hijos/as se puedan desenvolver en la sociedad con total normalidad.
¿Qué pautas son eficaces para establecer normas?
Las pautas son una serie de orientaciones que debemos tener en cuenta a la hora de establecer las normas y los límites:
Ser claro y específico.
Ofrecer opciones.
Desaprobar la conducta, no al niño/a.
Intentar que los niños/as colaboren en el establecimiento de las normas.
Ser firme.
Formular las normas de manera positiva.
¿Qué herramientas educativas podemos utilizar?
Hablamos de herramientas, cuando nos referimos a las estrategias que utilizamos en la labor educativa con nuestros hijos/as. Cuántas más herramientas tengamos, más situaciones podremos solventar con nuestros hijos/as.
Algunas de estas herramientas pueden ser:
- Escucha activa.
- Paciencia.
- Empatía.
- Autoridad afectiva.
- Humor
- Tono adecuado.
- Asertividad.
- Decir “no”.
¿Qué pasa si se cumplen o no se cumplen las normas?
Debemos acostumbrar a los chicos/as a que haya “consecuencias educativas”, inmediatas a la conducta del niño/a. Si lo que queremos es que se vuelvan a repetir las conductas buenas, reforzaremos positivamente dicha conducta, a través de premios materiales o no materiales, besos, abrazos, halagos, etc.
Si por el contrario lo que queremos es que desaparezcan las conductas negativas, podemos utilizar el castigo educativo en sus dos modalidades, castigo negativo, que consiste en castigar al niño con aquello que le gusta. Ejemplo: “Si no haces la tarea en tu hora de estudio, no podrás ver tu serie favorita en la tele”.
Castigo positivo, en el que castigamos al niño con algo que no le gusta. Ejemplo: “Como no has hecho los ejercicios que tenías que hacer en tu hora de estudio, vas a estar media hora más”.