"No estoy en condiciones": la razón por la que Jorge Javier se fue del plató en la despedida de 'Supervivientes'
Lara Álvarez conectó desde Honduras y dio un emotivo adiós al 'reality' al apagar la Palapa.
La Palapa se ha apagado. Supervivientes 2019 llega a su fin. Los robinsones viajarán a España próximamente y la final del reality se celebrará el próximo jueves 18 de julio. Eso sí, la última gala del programa ha acabado por todo lo alto: con la expulsión de la expareja de Carlos Lozano, Mónica Hoyos; con una polémica entrevista a Isabel Pantoja, y con una despedida muy emotiva por parte de los presentadores.
Lara Álvarez fue la encargada de decir adiós desde Honduras y de apagar la Palapa, donde se reunían los concursantes cada jueves. Antes de hacerlo conectó con el plató, donde se encontraba Jorge Javier Vázquez, aunque decidió abandonarlo para escuchar fuera de cámara el discurso de la asturiana y evitar emocionarse.
“En este momento, Lara, siempre acabo emocionándome muchísimo y este año creo que más que nunca y, de verdad, no estoy en condiciones de estar aquí y ponerme a llorar muchísimo”, empezó diciendo.
“Para mí Supervivientes 2019 es un programa muy importante porque fue el primero que presenté después de mi traspiés de salud”, justificó el presentador. Vázquez sufrió un ictus el pasado mes de marzo, que le obligó a abandonar GH Dúo y Sálvame y a retomar su actividad dos meses después con el reality hondureño.
“Así que, Lara, me vas a perdonar, pero lo voy a ver en sastrería y te lo voy a dejar a ti porque no me apetece derrumbarme delante de todos vosotros”, añadió antes de marcharse.
Puedes ver el momento completo aquí.
Con estas palabras, Álvarez —que ya estaba visiblemente emocionada— no pudo evitar las lágrimas en su discurso que quiso dedicar especialmente a su equipo. “Llevo cinco años cerrando esta Palapa y este es el año que más me va a costar hacerlo. Siento que no estoy preparada para decir adiós a tres de los meses más especiales de toda mi vida”, empezó diciendo la asturiana.
“Mi familia hondureña, ha sido una edición durísima con tormentas e interminables noches en el Cayo. A pesar de todo, han mantenido la sonrisa, su buena fe, como una máquina perfecta que no falla”, añadió sin poder contener el llanto.