No hubo boda secreta entre Harry y Meghan
Fue una de las sorpresas que desvelaron en la entrevista con Oprah Winfrey.
Fue una de las sorpresas que deparó la controvertida entrevista que la periodista Oprah Winfrey realizó a los duques de Sussex el pasado 7 de marzo. Según contó la propia Meghan Markle, la actriz y el príncipe Harry no se casaron el día que todo el mundo creía, sino tres antes.
“Nadie lo sabe. Llamamos al arzobispo y dijimos ’Mira, esto, este espectáculo, es para el mundo, pero queremos que nuestra unión sea para nosotros”. Según la propia Meghan, antes de la fastuosa y televisada ceremonia que tuvo lugar el 19 de mayo en la capilla de ST. George, celebraron el verdadero enlace en la intimidad de su jardín, sin testigos, y prometieron sus votos ante el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
Una boda secreta puesta en duda
Como cada cuestión que fue revelada durante esa conversación, lo relativo a esa boda secreta también fue analizado minuciosamente y algunos interrogantes empezaron a planear sobre esa misteriosa ceremonia nupcial.
La pareja se casó por el rito de la iglesia anglicana —a la que Meghan se convirtió días antes del enlace– y los requisitos para reconocer el matrimonio son inflexibles. Se requieren, al menos dos testigos, y el lugar en el que se celebra no puede tener restricciones de acceso para así permitir objeciones contra el matrimonio.
La supuesta boda revelada durante la entrevista tuvo lugar sólo ante la autoridad eclesiástica, el arzobispo de Canterbury, y en un patio privado.
Días después, el 15 de marzo, el reverendo Mark Edwards, vicario de las iglesias St.Matthew’s (Dinnington) y St. Cuthbert’s (Brunswick), desmintió la afirmación de Markle y aseguró que ese encuentro con el arzobispo de Canterbury “no fue más que una conversación privada”.
El pasado lunes, el diario The Sun consiguió la prueba definitiva para desmentir esa boda secreta: la copia del certificado matrimonial de los duques de Sussex expedido el 19 de mayo de 2018 en la que el príncipe Carlos y la madre de Meghan, Doria Ragland, actuaron como testigos.
Finalmente, los duques de Sussex han reconocido en las últimas horas, a través de un portavoz, que esos votos que intercambiaron en la intimidad no tienen validez legal y fue acto simbólico.