Que los parques infantiles se estén cerrando en algunas ciudades da pie a que padres y madres se planteen si ponen en riesgo a sus hijos cuando los lleva a zonas de juego. Resulta inevitable pensar que estas áreas pueden ser foco de contagio del coronavirus y las preguntas sobre cómo comportarse, a qué parques ir y hasta qué punto es importante el uso de mascarilla inundan las consultas de los pediatras. Matilde Zornoza, conocida como pediatra2punto0, insiste en su blog que los contactos (tanto de niños como de adultos) deberían ser siempre en espacios exteriores, pero matiza que no todos los parques valen. Hay que exigir unos mínimos. A los parques a montar en bici o correr, sí; a las áreas de juego con columpios, depende. Lo importante en este caso es que se cumplan unas normas básicas de comportamiento y no haya mucha aglomeración de gente. Esto quiere decir que no se debería ir a un parque pequeño en el que haya 20 niños, con sus 40 padres, en el que todos estén hablando pegados y en el que haya muchos niños pequeños sin mascarilla. Lo mejor sería montar grupos pequeños con pocos amigos e ir siempre con el mismo, pequeñas burbujas como en los colegios. Así, en caso de que haya un contagio, las cadenas de transmisión son más pequeñas y es más fácil que no se descontrole. No son las características del área infantil, es la cantidad de gente y la aglomeración las que mandan. Si la zona de juego está muy llena, habría que buscar otra u optar por una alternativa como dar un paseo, correr o hacer ejercicio. “Las actividades al aire libre ahora mismo son muy importantes. De hecho hay colegios que están sacando las clases al exterior”, apunta Zornoza. No. Si en el parque se puede mantener la distancia social, entonces se puede estar todo el tiempo que el niño aguante. Sí, lo recomendable sería que si tienen entre tres y seis años la lleven. Si son menores de tres, no. En ese caso sería contraproducente porque, al no saber manipularla bien, supone un riesgo de asfixia. Para que un niño de menos de seis años puede llevar la mascarilla, hay que trabajar previamente con él y enseñarle a llevarla. Lo importante es que no la toque ni se la ande sacando. En su caso, como en el de los niños mayores o en el de los adultos, un uso correcto de la mascarilla disminuye las posibilidades de contagio de coronavirus. No. A priori no hace falta. Hay que comportarse como lo haría cualquier adulto. ”¿Nosotros vamos por la calle o en el transporte público y nos lavamos la mano cada vez que tocamos algo? No. Pues en los niños es lo mismo”, apunta Zornoza. Así, lo que hay que hacer es lavarse bien las manos antes de salir de casa y ponerse la mascarilla a continuación. Ya en la calle hay que evitar tocar superficies y, sobre todo, no llevarse las manos a la cara ni a los ojos. Al volver tampoco hay que ducharse, simplemente repetir la operación a la inversa: lavarse las manos, quitarse la mascarilla y volver a lavárselas. Zornoza recuerda que la covid-19 se transmite principalmente por gotitas respiratorias y aerosoles. Puede contagiarse también por contacto, pero el riesgo es mucho menor.