Las fricciones con Argelia marcan la revisión de precio del contrato de gas
Naturgy y la argelina Sonatrach negocian la actualización que viene discutiéndose desde octubre y que apunta a un incremento de los costes.
La multinacional energética Naturgy negocia con la argelina Sonatrach la actualización del precio del gas que recibe de Argelia en un clima político marcado por las fricciones entre España y este país del Magreb a cuenta de la nueva posición española sobre el Sáhara Occidental.
Las siempre complejas negociaciones de este contrato del gas se han puesto un poco más cuesta arriba después de que el presidente de Sonatrach, Toufik Hakkar, abriera la puerta recientemente a revisar los precios del gas solo a España.
El desencadenante de esta situación es, más allá del elevado precio del gas en los mercados internacionales, el aval español al plan de autonomía planteado por Marruecos para la excolonia española, una decisión que también ha llevado al Frente Polisario a suspender sus contactos con España.
Aunque el telón de fondo es político, en la negociación participan, de un lado, Naturgy, y de otro la compañía estatal argelina Sonatrach, que tiene un peso significativo sobre el PIB de ese país.
Fuentes conocedoras de estos contactos han precisado que las negociaciones entre ambas partes arrancaron en octubre y que se trata de una revisión ordinaria del contrato de gas con Argelia. Es decir, Naturgy y Sonatrach negocian desde hace meses la actualización de precios de este contrato, por el cual España recibe gas argelino a través del gasoducto Medgaz, que une Argelia con las costas de Almería.
Precisamente a principios de este año se puso en marcha la ampliación de ese gasoducto de 8 a 10 bcm (10.000 millones de metros cúbicos), una infraestructura de la que Sonatrach controla un 51% y Naturgy el 49% restante a través de un vehículo de propósito especial en el que participa también el fondo estadounidense BlackRock.
Una revisión de cara a 2024
En concreto, ambas partes tratan de pactar ahora los precios del gas que estarán vigentes en el período 2022-2024, y todo ello en un contrato de gran complejidad por las cláusulas y los precios que contiene.
Si bien los precios del gas se deben revisar periódicamente, el contrato está en vigor hasta el año 2032 y tiene un valor de unos 12.000 millones de euros, precisó hace unos días el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, que admitió que las negociaciones no van a ser fáciles, porque “todo influye”, en referencia al clima político entre ambos países.
La relación comercial entre ambas empresas energéticas data de los años setenta y, aunque Sonatrach es accionista de Naturgy, de la que controla un 4,1%, cada actualización de los precios del gas es una negociación compleja.
No en vano, Argelia es el primer proveedor de gas de España -aportó un 39,1% del gas consumido en el último año, si bien en febrero su aportación fue algo menor, del 23,2%, ocupando el segundo lugar, por detrás de EEUU, según datos de Cores- y, en el lado contrario, España es también uno de los principales clientes de Argelia, junto a Italia.
El alza continuada del gas
En octubre de 2020 Naturgy dio a conocer que había alcanzado un acuerdo con Sonatrach para revisar los contratos de gas existentes entre ambas partes. Pese a que Naturgy no ofreció detalles sobre las condiciones de los nuevos contratos, la energética apostaba por revisarlos a la baja para adaptarse a los precios del mercado, afectados por la pandemia de coronavirus.
En alguna ocasión, no obstante, no ha habido acuerdo por los precios del suministro de gas, como entre 2009 y 2011, cuando el conflicto acabó en un arbitraje internacional. Esta vez la negociación está condicionada por los elevados precios del gas en los mercados internacionales, disparados aún más por la invasión rusa de Ucrania.
“No estamos hoy en una coyuntura en donde podamos esperar una bajada de los precios del gas”, aseguró hace unos días el primer ejecutivo de Naturgy, que añadió que sólo viendo cómo cotiza el gas en cualquier mercado internacional “pensar que una revisión de precios hoy va a suponer una bajada es estar fuera del mundo”.
Por su parte, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo hace unos días que confía en que el aumento que aplique Sonatrach sea “moderado” y en que Argelia cumpla con sus compromisos en materia de suministro de gas a España, ya que se trata de un país “sólido, solvente” y “fiable”.
El papel de Italia
Más allá de la actualización de este contrato, otro país europeo, Italia, quiere reducir su dependencia del gas ruso y está intensificando sus contactos con Argelia para aumentar el volumen de gas que recibe de este país en un 50%, con el que está conectada por un gasoducto que también atraviesa Túnez.
Argelia, por su parte, también ha expresado su deseo de tener una relación cada vez más estrecha con Italia. De hecho, después de decir que no descartaba revisar los precios del gas a su “cliente español”, el presidente de la compañía argelina de hidrocarburos Sonatrach, Toufik Hakkar, se reunió con el primer ejecutivo del grupo italiano Eni, Claudio Descalzi, para abordar el suministro de gas al país europeo.
Ayer, además, el primer ministro de Italia, Mario Draghi, se reunió en Argel con el presidente del país, Abdelamadjid Tebboune, y anunció un acuerdo de cooperación estratégica y un aumento de la importación de gas. El objetivo de Italia es reducir su dependencia de la Rusia de Vladimir Putin, que supone hoy el 40% del total importado.