Natalie Portman y su nuevo negocio: mucho más que un gesto feminista

Natalie Portman ha querido llevar su activismo feminista más allá de las alfombras rojas. La actriz de Cisne negro ha fundado un equipo de fútbol femenino en Los Ángeles (Estados Unidos), el Angel City, aunque el nombre de la plantilla podría cambiar. La ganadora del Oscar en 2010 cuenta en este nuevo proyecto con otras compañeras conocidas también por reivindicar los derechos y la igualdad de la mujer como Eva Longoria, Jennifer Garner o Jessica Chastain.

“Creo que es muy importante tener modelos a seguir y héroes que sean mujeres, tanto para niños como para niñas. Es un deporte tan increíble porque es un deporte de equipo”, ha explicado la intérprete de 39 años a Los Angeles Times. Para Portman, la importancia de este nuevo equipo es impulsar “un cambio cultural increíble” al intentar “atraer más atención, luz y celebración sobre las atletas”.

Angel City será una franquicia con mayoría de mujeres accionistas, entre ellas  deportistas de élite como Serena Williams o empresarias del entretenimiento: “Queríamos asegurarnos de contar con socios increíbles que fueran del mundo del fútbol, líderes en el deporte, la tecnología, los negocios y el entretenimiento porque de eso se trata realmente nuestra ciudad”.

El nuevo equipo femenino, que sería el décimo en competir en la liga NWSL, empezará a jugar a partir de 2022. La actriz estadounidense-israelí no es la única famosa que se ha unido al mundo del deporte encabezando un equipo. Otros como David Beckham o Will Ferrel ya lo han hecho con el fútbol masculino, mientras que Jennifer Lopez y Álex Rodríguez lo están intentando con el béisbol.

Natalie Portman ha protestado infinidad de veces por problemas que afectan a las mujeres, como la falta de nominaciones en los Oscar en la categoría de Mejor director o los abusos a los que se enfrentan. De hecho, en los Globos de Oro de 2018 pronunció la frase “aquí van todos los hombres nominados” cuando le tocó entregar uno de los premios y es una de las principales representantes del movimiento Time’s Up. Para ella, la única forma de luchar es contar lo que ocurre en la industria.