Natalia Sánchez relata el mal rato que ha pasado con su hijo: "Es de las cosas que más aterran"
La actriz ha detallado una de las mayores dificultades de la lactancia materna.
Ser madre no es nada fácil, si no que se lo digan a Natalia Sánchez. La actriz que dio vida a Teté en Los Serrano (Telecinco) tuvo a su segundo hijo, Neo, el pasado 22 de mayo, dos años y cuatro meses después de su primera hija Lía.
Sánchez, fiel defensora de la lactancia materna de la que suele hacer gala en redes sociales, ha compartido este lunes el susto y la mala racha que ha pasado por las dificultades que se ha encontrado al no tener suficiente leche para su hijo en los últimos días.
Según ha detallado en una publicación en su cuenta de Instagram, el pequeño Neo lloraba una o dos veces al día de forma desconsolada los últimos días, algo que en un principio achacó a cualquier dolencia leve como gases o incluso sueño.
“Tres o cuatro días más tarde, lo pesé y ¡bingo! Había perdido peso. Que un recién nacido pierda peso es de las cosas que más nos aterra a las madres o a los padres, porque puede ser grave, porque es un tema delicado sobre el que, para variar, todo el mundo opina y porque, en caso de lactancia materna, una lluvia de frases te golpean en lo más profundo y ‘confirman’ todos tus miedos”, señala.
La actriz confiesa que esta pérdida de peso minó su autoestima y que lo primero que pensó fue “no tengo leche”, “no valgo”, “no soy o mi pecho no es suficiente”. “Frases de Atapuerca que a todas nos han espetado en algún momento, fruto de la incultura tan inmensa que hay respecto a la lactancia y que, a pesar de saber que no son ciertas, nos afectan y hacen que nos pongamos en duda a nosotras mismas como madres y mujeres, a nuestra leche, a nuestro pecho”, añade.
La intérprete recuerda que, a pesar de que pueda sonar muy “existencial” e incluso “ridículo” para aquel que no esté familiarizado con la lactancia materna, no lo es.
“Vivimos en una sociedad donde la imagen de la mujer, la lactancia y la maternidad están tan idealizadas y son tan lejanas a la realidad que, cuando algo se tuerce mínimamente, se desmorona nuestro castillo, y nosotras detrás. ¡Maldita exigencia!”, se queja antes de seguir con la historia de su hijo.
“Le llevé al pediatra de urgencias y, efectivamente, había dejado de ganar 550g”, relata. La actriz cuenta que le contó lo ocurrido a una asesora de lactancia para que la ayudase.
“Tras descartar los motivos habituales (infección, frenillo, etc.), y dado que era obvio que había ‘bajado la producción’ pues no notaba el pecho tan turgente como siempre, llegamos a la conclusión (pediatra incluida) de que podía ser multifactorial pero, sobre todo, creían que podía deberse mayoritariamente a mi estrés (ese terrible y poderoso enemigo)”, añade la actriz y señala que no comer lo suficiente y no dormir podrían haber influido en la bajada de leche.
Lo que le recomendaron tanto la asesora como la pediatra fue complementar la lactancia con leche artificial para recuperar el peso del pequeño y que intentara ‘bajar el ritmo’. Eso ha supuesto todo un reto para Sánchez. “Han sido 10 días durísimos... Sacándome leche cada hora día y noche, y donde la idea de abandonar la lactancia me ha perseguido cada día. Pero también donde he recibido el apoyo de grandísimas mujeres de mi alrededor, entre ellas mi hermana, la mujer que más quiero en este mundo”, añade.
Para la actriz, su hermana a la que llama Tata se ha convertido en su mayor apoyo y su frase “Nata, tú puedes” la ha ayudado durante estos días. “A veces lo único que necesitamos es una mirada cómplice de alguien a quien queremos y eso cura el alma”, señala.
“Su frase me ha retumbado en la cabeza cuando más he querido abandonar y me ha ayudado a seguir adelante”, añade.
Tras esto, Sánchez recuerda que otra frase que le ha rondado la cabeza durante estos 10 días ha sido de su madre: “La maternidad funciona como las mascarillas de oxígeno de los aviones. Primero te las tienes que poner tú, y luego se la pones a tus hijos porque a la inversa no sirve de nada”.
La actriz acaba su mensaje, con motivo de la semana de la lactancia materna, señalando que ha conseguido “bajar el ritmo” y el nivel de exigencia y se está cuidando. “Todo vuelve a estar donde antes. No ha sido fácil, pero ha merecido la pena. A todas las que estéis en este camino: ánimo. No es fácil, pero VOSOTRAS PODÉIS, solo tenéis que seguir vuestro instinto, CONFIAR en vosotras mismas y pedir ayuda SIEMPRE!”, concluye.