Nadia Calviño será candidata a la presidencia del Eurogrupo
El Partido Popular, Ciudadanos y Vox, aparte de PSOE y Unidas Podemos, apoyan la candidatura.
La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, será candidata a la presidencia del Eurogrupo, un órgano clave para la cooperación entre los miembros de la zona euro y la construcción de una Europa “más fuerte y unida”, ha informado este jueves Moncloa. En caso de ser aceptada en el cargo Calviño no tendría que salir del Ejecutivo, ya que ambos cargos son compatibles. El Partido Popular, Ciudadanos y Vox, aparte de PSOE y Unidas Podemos, apoyan la candidatura.
Los países de la eurozona tienen hasta este jueves para presentar sus candidatos. La elección será en una reunión del Eurogrupo a principios de julio y el seleccionado deberá contar al menos con el apoyo de 10 de los 19 países. Asumirá el cargo el 13 de julio para un mandato de dos años y medio.
Calviño tendrá en frente finalmente a dos de sus homólogos: el conservador irlandés, Paschal Donohoe, y el liberal luxemburgués, Pierre Gramegna.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que “sería un honor” que Calviño pudiera presidir el Eurogrupo, una responsabilidad que “nunca ha ejercido España y que tampoco ha desempeñado antes una mujer”.
El Gobierno ha resaltado que el Eurogrupo, que reúne a los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, es “un órgano clave para la cooperación entre los miembros de la zona euro y la construcción de una Europa más fuerte y unida”.
El Eurogrupo puso en marcha el proceso para elegir presidente el pasado 11 de junio, tras la dimisión del portugués Mário Centeno como ministro de finanzas luso.
En el caso de que Calviño lograse la presidencia del Eurogrupo, España ocuparía tres altas responsabilidades en las instituciones europeas: Josep Borrell es desde el año pasado vicepresidente de la Comisión como Alto Representante para la Política Exterior y Seguridad Común y Luis de Guindos es vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE).
Además, el español José Manuel Campa, exsecretario de Estado de Economía en la etapa de Zapatero, preside la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés) desde mayo de 2019.
No es la primera vez que España aspira a ocupar la presidencia del Eurogrupo. Ya se intentó con Luis de Guindos en 2015, pero el conservador perdió la votación frente al holandés Jeroen Dijsselbloen, que aspiraba a la reelección. Dos años más tarde, cuando había que elegir un sucesor, Guindos no presentó su candidatura a pesar de que contar con apoyos importantes, porque tenía la vista puesta en el BCE.
El Gobierno espera que Calviño cuente con los apoyos de países como Francia, Italia y Alemania, ninguno de los cuales va a presentar candidatura. Además, existe un interés por parte de los socialdemócratas europeos por mantener ese puesto, ya que Centeno solo ha estado en el cargo durante un mandato.
El PP muestra su apoyo
El vicepresidente del Grupo Popular Europeo, Esteban González Pons, ha apoyado la candidatura de la vicepresidenta tercera del Gobierno: “No hay mejor garantía para que la política española siga las directrices moderadas de la Unión Europea que el Eurogrupo se siente en nuestro Consejo de Ministros”, ha defendido el ‘popular’ en un apunte en su cuenta de Twitter.
Desde esa posición Calviño tendrá que liderar a los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, pero representando asimismo los intereses de España, que está pendiente de fijar con Bruselas la senda de déficit público a medio plazo, después de que este año el objetivo se prevé que se dispare por encima del 10 % del PIB.
La guardiana de la ortodoxia
Calviño, guardiana de la ortodoxia dentro del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, es respetada por sus colegas europeos y reconocida por su labor después de doce años de trabajo en la Comisión Europea donde los últimos cuatro (2014-2018) desempeñó el cargo de directora general de Presupuestos.
Su credibilidad fue clave para que Pedro Sánchez la aupara a una vicepresidencia del Gobierno cuando la economía empezaba a desacelerarse y las políticas pactadas con Podemos despertaban recelos en algunos ámbitos económicos, aunque al final ha tenido que enfrentarse a una crisis económica inédita en la historia reciente del país.
Su departamento ha coordinado muchas de las medidas para frenar el impacto en la economía de las restricciones para contener la epidemia, como la línea de avales de 100.000 millones de euros del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para sostener la liquidez de las empresas ante la falta de actividad.
En la anterior legislatura ya dejó claro que le parecía poco productivo deshacer la reforma laboral de 2012 y en la actual zanjó la reapertura del debate forzando el cambio del acuerdo parlamentario de PSOE y Podemos con EH Bildu que incluía la derogación íntegra de la reforma a cambio del respaldo al estado de alarma.
Calviño aclaró que no se iba a generar inseguridad jurídica en un momento en que el tejido productivo y el empleo del país están en riesgo por una crisis económica sin precedentes, e invitó a volver a la mesa de diálogo social al presidente de CEOE, Antonio Garamendi, después de que los empresarios reaccionaran con dureza al pacto con Bildu, firmado hace poco más un mes cuando el país iniciaba la desescalada.
Ahora podría formar parte de las instituciones europeas a las que España está pidiendo generosidad y recursos suficientes para salir de una crisis inesperada que ha afectado a toda Europa, aunque la economía española es una de las que saldrá peor parada.
Hace un año ya se postuló a la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero el Gobierno retiró su candidatura para favorecer un acuerdo europeo que permitiera presentar un candidato común.
Nacida en A Coruña en 1968, Calviño es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED, y pertenece desde 1994 al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado.
Antes de dirigir el Presupuesto europeo, Calviño había sido directora general adjunta en materia de servicios financieros en la Dirección General de Mercado Interior y Servicios de la CE (2010-2014) y ocupado este mismo cargo en Fusiones y Defensa de la Competencia, en la Dirección General de Competencia del Ejecutivo comunitario (2006-2010).
Previamente había trabajado en España como funcionaria del Estado en diferentes ministerios, y antes de entrar en el sector público fue consultora para firmas de abogados y profesora asociada en la Universidad Complutense de Madrid.