Nadal ganó Roland Garros con un reloj de 800.000 euros en la muñeca
El tenista mallorquín lucía un modelo suizo con los colores de España del que solo se fabrican 50 unidades.
Seguro que la semana pasada te quedaste alucinando con la derecha paralela de Rafa Nadal, sus boleas o sencillamente su estilazo en tierra batida, en las pistas de París. Pero a lo mejor también reparaste en ese llamativo y patriótico reloj analógico de maquinaria tradicional que el mallorquín lucía en la muñeca. Pues ahora sabemos que se trata de una pieza megaexclusiva y de precio mareante, unos 800.000 euros.
Es un modelo de Richard Mille, una firma suiza especializada en maquinarias de lujo. El que llevaba Nadal en Roland Garros es una pieza rarísima, procedente de una partida de sólo 50 unidades, concebido para resistirlo prácticamente todo, según aseguran sus creadores. "Irrompible", como destaca la prensa deportiva.
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Nadal lleva siete años colaborando con Richard Mille, a quien conoció en un evento social y al que desafió, según parece, a que hiciera para él un reloj ligero y lo suficientemente fuerte para soportar el trajín de la competición de élite. De hecho, el manacorí siempre había sido muy reacio a llevar reloj en sus competiciones, pero gracias a su hoy amigo, eso es historia. El relojero ha ido perfeccionando año tras año sus inventos, hasta dar con el llamado Tourbillon RM 27-03.
Según explican en su web, es un reloj capaz de soportar un impacto de 10.000 G de fuerza gracias a un diseño en un cuerpo único (la carcasa y el bisel están montados sobre la placa base, tal cual) en carbono TPT, creado con una mezcla de filamentos de cuarzo y carbono, puentes de titanio de grado 5 y refuerzos en zonas estratégicas del aparato.
Al igual que modelos anteriores que ha llevado Nadal hasta dar con este rojigualda, el RM 27-03 tiene una autonomía energética de 70 horas en reserva y la maquinaria expuesta, pero su creador ha escapado de formalismos -teniendo en cuenta que estaba destinado a un deportista- y ha creado un modelo de sport, colorido, montando incluso una corona que se asemeja a una pelota de tenis hecha de cuarzo y carbono TPT, añaden los suizos.
Un capricho de casi un millón de euros...