"Nada nos detendrá": el último mensaje de la exmilitar pro-Trump muerta en el Capitolio
El manifestante que ocupó el despacho de la demócrata Pelosi también escribió que estaba preparado para una “muerte violenta”.
Los manifestantes pro-Trump que asaltaron el Capitolio el día de Reyes sabían de las consecuencias que podían tener sus actos. No era la suya una protesta convocada para quedarse en cuatro gritos a las puertas. Lo demuestran los mensajes lanzados por algunos de los componentes de esa masa armada y variopinta, con tintes de revolución, de golpe y hasta aires de martirologio.
Por ejemplo, la mujer que recibió un disparo mortal en el pecho cuando los partidarios del republicano irrumpieron en el edificio, Ashli Babbitt, lanzó un último tuit que decía: “Nada nos detendrá”. La mujer era una “firme partidaria” del presidente que había servido en la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
“Era una veterana de 14 años, que estuvo en cuatro misiones con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos”, informó la cadena de televisión de San Diego KUSI, citando al esposo de la mujer, residente en el sur de California.
El diario The New York Times ha investigado sus redes y sostiene que sugieren que cada vez se sentía más cercana al pensamiento de QAnon, una asociación de conspiranoicos. La mujer retuiteó una publicación que prometía un levantamiento violento que conduciría a la segunda toma de posesión de Trump, si se producía un “robo”. “Nada nos detendrá”, escribió en Twitter el día antes de su muerte. “Pueden intentarlo y probarlo, pero la tormenta está aquí y está descendiendo sobre DC en menos de 24 horas…. de oscuro a claro!”, añadió.
Cuando un amigo desanimado por la derrota del republicano preguntó la semana pasada Twitter: ”¿Cuándo empezamos a ganar?”, Babbitt tuvo una respuesta rápida y clara: “6 de enero de 2021”.
Su hermano sostiene al diario que le apasionaba la causa de Trump y creía que estaba defendiendo al pueblo estadounidense.“Sé que esa pelea le importó mucho al final de su vida”, dijo el hombre. “Le importó tanto que murió por ello”.
En las imágenes, se ve a la exmilitar con botas para la nieve, tejanos y una bandera de Trump envuelta alrededor de su cuello, como una capa.”¡Vamos! ¡Vamos!” grita, y luego dos hombres la levantan hasta el borde de una ventana rota para avanzar por un pasillo del Capitolio. Cuando asoma la cabeza por el marco de madera, un oficial de policía del Capitolio vestido de civil dispara y ella cae de espaldas. Un disparo mortal.
Su tuit no es el único que demuestra la mentalidad de los manifestantes. Así, tenemos a Richard Barnett, el hombre que ocupó el despacho de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Dijo en su Facebook antes de la protesta que estaba preparado para una “muerte violenta”. O sea, sabía que iban a superar líneas rojas en su marcha.
El sábado pasado, Barnett, de Arkansas, criticó a Pelosi en la citada red, era su objetivo. La atacó por usar el término “nacionalista blanco” como un “término despectivo”, a su entender.
“Yo soy blanco. No se puede negar eso. Soy un nacionalista. Pongo a mi nación en primer lugar. Así que eso me convierte en un nacionalista blanco”, escribió Barnett en una página que mantuvo bajo un seudónimo, antes de agregar que las personas que no eran nacionalistas deberían “sacar la mierda de nuestra nación”.
Solo cuatro días después, Barnett fue fotografiado sentado con los pies en alto sobre un escritorio en la oficina de Pelosi en el Capitolio. “Dejé una moneda de 25 centavos en el escritorio, porque no soy un ladrón”, dijo luego a la cadena 5News. Todo un detalle.