Muguruza gana las WTA Finals y hace historia en el deporte español
La tenista se convierte en la primera española en conquistar un Masters.
La tenista española Garbiñe Muguruza, quinta de la clasificación mundial, ha vencido este miércoles por 6-4, 7-5 a la estonia Annet Kontaveit y ha ganado el torneo de maestras de la WTA.
Muguruza, de 28 años, se convierte así en la primera española en conquistar un Masters. En el torneo, que reúne a las ocho mejores jugadoras del mundo, Arantxa Sánchez Vicario alcanzó la final en 1993, pero ninguna española había logrado la victoria hasta ahora.
Kontaveit salió adelante en su primer juego de saque, pese a dos dobles faltas que desvelaron su nerviosismo en el partido más importante de su carrera, causa de 22 errores no forzados, aprovechados por la hispana.
Veloz, con desplazamientos por toda la cancha y un 63% de puntos ganados con el primer servicio, Garbiñe presionó y en el tercer ‘game’ quebró, sin embargo no pudo confirmar y el duelo se igualó 2-2. Muguruza marcó el rumbo del set en el séptimo juego; con la pizarra 30-40, Kontaveit estrelló una pelota en la red y la española hizo el quiebre que le dio la victoria en el primer parcial.
Para el segundo, otra vez Muguruza se vio mejor, pero Anett jugó más paciente, apostó a mantener su saque, salvó un ‘break’ en el sexto juego y quebró en el séptimo para tomar una ventaja de 4-2 que aumentó a 5-3 con su servicio.
La española se recuperó con todo en contra, mantuvo su juego de saque y quebró en el décimo juego, lo cual ejerció presión sobre la rival, que desapareció en el duodécimo ‘game’, en el que la española barrió para imponerse por 7-5.
El triunfo es el más importante de la carrera de Muguruza en los últimos cuatro años, después de ganar el Roland Garros en el 2016 y Wimbledon, en el 2017.
Este miércoles las checas Barbora Krejcikova y Katerine Siniakova ganaron el título en dobles al derrotar por 6-3, 6-4 a la taiwanesa Su-Wei y la alemana Elise Mertens.
La Akron WTA Finals de Guadalajara, que movió una bolsa de premios de cinco millones de dólares, se jugó en cancha dura en Guadalajara, occidente de México, a 1.566 metros sobre el nivel del mar, lo cual aumentó el reto de las jugadoras, con dificultades para controlar las pelotas que volaron más de lo usual a nivel del mar.