Muere víctima del coronavirus el médico que alertó a sus compañeros del riesgo del brote
El hospital de Wuhan lo ha confirmado finalmente tras la incertidumbre en torno a su estado.
El hospital de Wuhan ha confirmado finalmente la noticia: Li Wenliang, el oftalmólogo que lanzó con sus compañeros la alarma sobre el nuevo coronavirus ha muerto víctima del propio brote.
Alrededor de su muerte, anunciada a lo largo del jueves por varios medios y confirmada por la OMS, ha habido gran incertidumbre, ya que el propio centro hospitalario se resistía a confirmarla. Desde sus instalaciones habían informado que Wenliang había sufrido un paro cardiaco pero que se mantenía vivo conectado a un respirador artificial. Horas más tarde, pasadas las 21:30 (hora peninsular española), han oficializado su deceso.
Su historia había dado ya la vuelta al mundo: se había convertido en un símbolo en China por ser uno de los primeros médicos que se atrevió a alertar sobre este letal virus, por lo que fue reprendido por las autoridades policiales que le acusaron de difamación.
El facultativo, oftalmólogo, de 34 años, dio positivo el pasado 1 de febrero tras contagiarse, según ha explicado la CNN, después de que tratara sin saberlo a un paciente con el infectado. El 10 de enero comenzó a toser y a tener fiebre y dos días más tarde ingresó en el hospital después de que se agravaran los síntomas.
Fue el 30 de diciembre cuando Li escribió un mensaje a través de una popular aplicación de mensajería china –WeChat- dirigido a un grupo de exestudiantes de medicina. Ahí explicó que siete pacientes de un mercado local de pescado habían sido diagnosticados con una enfermedad similar al SARS y habían sido puestos en cuarentena en el hospital donde trabaja.
El doctor también detalló que, según una prueba que había visto, la enfermedad era un coronavirus, la gran familia de virus que incluye el síndrome respiratorio agudo severo, el famoso SARS que en 2003 mató a cientos de personas.
El médico, que trabajaba en Wuhan, epicentro de la epidemia de coronavirus, también escribió a sus amigos para que éstos advirtieran a sus seres queridos en privado. Pero en cuestión de horas, las capturas de pantalla de sus mensajes se volvieron virales, sin que se ocultara su nombre. “Cuando los vi circulando en línea, me di cuenta de que estaba fuera de mi control y probablemente sería castigado”, explicó el propio Li. Poco después, la policía de Wuhan lo acusó de difamación.
El mismo día en el que Li envió un mensaje a sus amigos para alertarles sobre el coronavirus, la Comisión de Salud Municipal de Wuhan había emitido una alerta informando a las instituciones médicas de la ciudad de que una serie de pacientes del Mercado Mayorista de Mariscos de Huanan tenían una “neumonía desconocida”. Horas más tarde, las autoridades de Wuhan anunciaron el brote y alertaron a la Organización Mundial de la Salud.
A pesar de ello, Li fue citado en una comisaría y reprendido por difundir los mensajes, por lo que tuvo que reconocer haber cometido “un delito menor” y no volver a cometer “actos ilegales”.