Muere por coronavirus Juan Cotino, exdirector de la Policía Nacional
Fue expresidente de las Cortes Valencianos y uno de los rostros de los escándalos del PP valenciano.
Juan Cotino, exdirector de la Policía Nacional y expresidente de las Cortes Valencianas, ha fallecido por coronavirus en el Hospital de Manises (Valencia), según fuentes familiares, tras estar ingresado en la UCI desde finales de marzo.
Cotino fue un controvertido político y uno de los rostros de los escándalos y excesos del PP valenciano durante años, donde jugó un papel esencial junto a sus amigos Francisco Camps y Rita Barberá. Marcado para siempre por la visita del papa a Valencia y el accidente de metro.
Una de sus últimas apariciones fue el pasado mes de marzo en el banquillo de la Audiencia Nacional en el juicio por el desvío de fondos públicos durante la visita del papa Benedicto XVI a Valencia en 2006 -durante el mandato de Francisco Camps-.
La Fiscalía situaba a Cotino en el epicentro del entramado por el que Gürtel se llevó más de tres millones de euros por amaños en contratos públicos y solicitaba 11 años de prisión para él.
Según la Fiscalía, “pese a no ostentar cargo alguno en la Fundación de la Comunidad Valenciana V Encuentro Mundial de la Familia ni formar parte de sus competencias como conseller, impulsaba activamente y gestionaba ‘de facto’ la contratación” de las pantallas y la megafonía.
“Cotino lo llevaba absolutamente todo. La última palabra en todo la tenía él”, le acusó Álvaro Pérez ‘El Bigotes’. Durante el juicio hace un mes el ex conseller valenciano se desvinculó en todo momento de esos hechos.
Unos días después en marzo Cotino ingresaba en el centro sanitario de Manises tras encontrarse indispuesto: la primera prueba le dio negativo pero en la segunda ya salió el positivo por COVID-19. Desde entonces permanecía en la UCI.
Una polémica carrera
Cotino decidió dejar la política en el año 2014 rodeado de escándalos y anunciaba entonces que se dedicaría al cultivo de caquis. Así ponía fin a su polémica carrera este político de Xirivella, perteneciente a una influyente familia de empresarios dedicados principalmente a la construcción y a la agricultura.
Desempeñó diversos cargos en la administración pública: fue director general de la Policía en la época del Gobierno de Aznar -a las órdenes de Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy en Interior-, concejal de Rita Barberá en el Ayuntamiento de Valencia y conseller del Gobierno de Francisco Camps.
Uno de los episodios más criticados de su vida pública fue destapado por el programa Salvados, donde evitó pronunciarse tras las acusaciones de los familiares de las víctimas del accidente del Metro de Valencia de que les ofreció trabajo para que no presentaran denuncias.
Beatriz Garrote y Enric Chulio, de la Asociación de Víctimas del Metro de Valencia, aseguraban en este espacio que en los días posteriores a la tragedia las víctimas recibieron visitas en los tanatorios y en sus casas de “personal del PP”, entre ellos Cotino, entonces conseller de Agricultura.
Posteriormente, el presentador Jordi Évole llamaba por teléfono a Cotino, quien en un primer momento reconocía que era él y, acto seguido, se desdecía y afirmaba que era su hermano. Más tarde, en un acto público el equipo abordaba al presidente de las Cortes, que se limitaba a decir: “No le quiero a usted responder”.
Cotino también se ha visto involucrado en el caso Gürtel, donde se ha investigado el papel que jugó durante la visita del papa a Valencia y el fraude cometido por las empresas relacionadas con la trama en los actos relacionados con este viaje.
El político valenciano, del círculo del Opus Dei, desató también la indignación de la oposición cuando colocó un crucifijo en la mesa presidencial de Les Corts.
También se vio envuelto en la polémica del caso Brugal al hacerse públicas unas grabaciones entre uno de sus sobrinos y el constructor Enrique Ortiz. El familiar del político decía al constructor cuando hablaban del cambio de departamento de su tío: “Coño, era...una...una conselleria que me estaba adjudicando obras que tengo que dejar de licitar”.