Muere Juan Manuel Tabuenca, el pediatra que destapó el envenenamiento masivo por aceite de colza
Un caso que llegó a su consulta del Hospital Niño Jesús le llevó a descubrir el origen de la epidemia que causó 2.500 muertos en España.
El pediatra Juan Manuel Tabuenca falleció en Madrid el pasado 13 de agosto a los 87 años. Su nombre no le resulta familiar a prácticamente nadie, pero su trabajo ayudó a detener la epidemia de síndrome tóxico que afectó a decenas de miles de personas en España en los años ochenta y causó más de 2.000 muertos. Sus investigaciones destaparon que el origen de la epidemia estaba en el envenenamiento por aceite de colza.
Tabuenca fue, en 1981, el primer médico en denunciar que el aceite de colza estaba detrás de algunos casos de síndrome tóxico que ya habían empezado a detectarse en la sanidad española. Por aquel entonces, era responsable provisional del Hospital Niño Jesús de Madrid y fue un caso que llegó a su consulta el que le llevó a descubrir lo que estaba pasando.
El pediatra, relata el periodista José Antonio Sánchez en ABC, atendía a un recién nacido afectado por el síndrome que solo se había alimentado, teóricamente, de leche materna. La madre le confesó al doctor que también le había dado a su hijo una cucharita de aceite. Tabuenca se hizo con la garrafa y la mandó analizar.
"Lo que está produciendo la epidemia es un envenenamiento por aceite de colza no apto para el consumo humano. Lo acabo de confirmar tras el resultado del análisis del aceite que llevé al laboratorio de Aduanas", le dijo a Sánchez, redactor de la agencia EFE en aquellos momentos.
Las investigaciones del doctor no acabaron ahí. Hablando con más familias de niños afectados, descubrió que el denominador común de todos los casos era el bajo nivel de recursos y la compra de aceite en mercadillos ambulantes, donde el precio era más bajo.
En una entrevista publicada por laSexta, el doctor Tabuenca aseguró que cuando acudió al Ministerio de Sanidad para informar de los resultados de su trabajo le preguntaron "qué quería a cambio, cuál era mi precio. Pero estaban equivocados, yo no quería nada para mí. Les dije que solo quería que en el próximo telediario se dijese a toda la sociedad española que dejase de consumir ese aceite maligno".
Así fue: las noticias de ese mismo día informaron de las causas de la epidemia y así se puso freno a su expansión.
Las pesquisas que se llevaron a cabo a partir de entonces revelaron que el envenenamiento había provocado la muerte de 2.500 personas y había dejado secuelas en más de 20.000 personas. El aceite tóxico, destinado a maquinaria, se importaba desde Francia y se hacía pasar por aceite de buena calidad por una red fraudulenta.
Hubo quince condenados y el Tribunal Supremo dictaminó que el Estado era responsable, por lo que tuvo que hacerse cargo del pago demás de 2.300 millones de euros en indemnizaciones y ayudas.