Morales dice que volverá a Bolivia "si el pueblo lo pide"
Enmarca el "golpe de Estado" de sus opositores en la "lucha ideológica" contra el "imperio norteamericano"
El expresidente boliviano Evo Morales ha asegurado este miércoles que, “si el pueblo lo pide”, regresará al país para “pacificarlo”, aunque no ha aclarado en calidad de qué, días después de que dimitiera en el marco de las protestas por el supuesto fraude en las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre.
“Por supuesto, si el pueblo pide, estamos dispuestos a volver”, ha dicho el líder indígena en una rueda de prensa que ha ofrecido desde México, a donde llegó el martes como asilado político.
Morales se ha mostrado convencido de que “tarde o temprano” regresará, si bien ha considerado que “mejor lo antes posible para pacificar Bolivia, que es lo que está pidiendo el pueblo”.
A este respecto, ha explicado que renunció, precisamente, “para que no usaran ese pretexto” para la violencia, recordando que estaban quemando casas de familiares y simpatizantes suyos para forzar su expulsión. Incluso ha sugerido que el accidente de helicóptero que sufrió el 5 de noviembre “no era casual” y ha solicitado que se investigue.
Así, ha criticado que, una vez fuera del Gobierno, “le sigan metiendo bala a los bolivianos”. “Paren”, ha instado a la Policía, las Fuerzas Armadas y la oposición política. “No se manchen con la sangre del pueblo”, les ha reclamado. También se ha dirigido a sus seguidores, pidiéndoles que “no entren al juego de la derecha, que es violencia, violencia y violencia”. “Los pueblos indígenas venimos de la cultura de la vida”, ha recalcado.
El antiguo mandatario ha llamado a un “diálogo nacional en base a la Constitución” en el que se ha ofrecido a participar, si finalmente regresa, y al que ha invitado a los uniformados y opositores. “Tenemos la obligación de pacificar”, ha defendido. No obstante, ha asumido que “va a ser difícil” y ha subrayado que “el entendimiento entre bolivianos no depende solo de Evo”.
“Nunca he pedido que se haga algo ilegal”
Por otro lado, se ha referido al origen de la crisis política, esto es, las denuncias de la oposición sobre un presunto fraude en las elecciones presidenciales para garantizarle un cuarto mandato. “Nunca en mi vida he pedido a instituciones o autoridades que hagan alguna cosa ilegal”, ha declarado.
Morales ha sostenido que el informe preliminar de la auditoría electoral realizada por la Organización de Estados Americanos (OEA) dice que él y su Movimiento Al Socialismo (MAS) ganaron los comicios del 20 de octubre y solo expresa dudas sobre su victoria directa en primera vuelta.
En consecuencia, ha criticado que la OEA recomendara una repetición electoral, cuando, en su opinión, tendría que haber convocado a una segunda vuelta. “La OEA decidió una opción política, no jurídica ni técnica”, ha lamentado.
Además, ha reprochado al bloque hemisférico que “sorpresivamente” adelantara la publicación del informe preliminar, que se esperaba para este miércoles y se acabó difundiendo el domingo. Morales ha contado que intentó ponerse en contacto directamente con el secretario general, Luis Almagro, para advertirle de que con ello “iban a llevar a una matanza en Bolivia”.
Ha advertido de que “la OEA ya no está al servicio de los pueblos latinoamericanos”, sino que “está al servicio del imperio norteamericano”. “Deberían cambiar el nombre de la OEA para que en lugar de Organización de Estados Americanos sea la Organización de Estados del Norte”, ha comentado irónicamente.
“Del fraude al golpe”
En este sentido, ha incidido en que su salida del Palacio Quemado obedece a que sustituyó “el programa del imperio” por “el programa del pueblo”, enmarcando el “golpe de Estado” en “la lucha ideológica”.
“Mi gran delito es ser indígena (...) Mi segundo delito, estoy convencido, es que los grupos que tienen el poder económico no aceptan que saquemos de la pobreza a las familias más humildes (...) y no nos aceptan la nacionalización de los recursos naturales”, ha afirmado.
Para Morales, los “problemas de clase” son la verdadera razón por la que la oposición pasó “del fraude al golpe”. “Mira lo que está haciendo ese indio. Hay que fregarlo, hay que pararlo”, ha ilustrado.
Interrogado sobre la autoproclamación de Jeanine Añez, la segunda vicepresidenta del Senado, como mandataria interina, ha contestado que “con eso se confirma totalmente un golpe de Estado”.
Morales ha argumentado que Añez “no respetó la Constitución” porque, para que su proclamación sea válida, la Asamblea Legislativa tiene que reunirse y aceptar las dimisiones, tanto la de él como la de otros altos cargos, y solo después nombrar sustitutos.
La Carta Magna señala como sucesores al vicepresidente del país y a los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, por este orden, pero todos ellos dimitieron igualmente, lo que situó a Añez como potencial reemplazo.
Sin embargo, la Asamblea Legislativa no logró reunirse el martes en sesión válida porque los senadores y diputados del MAS, que representan dos tercios del Congreso, no acudieron. “Ahora pueden inventar cualquier figura jurídica, pero no respetaron la Constitución”, ha zanjado.