Mónica Naranjo participa en esta dolorosa práctica sexual: "Y le di la patada..."
La cantante sigue en Tokio con 'Mónica y el sexo' (Cuatro).
Mónica y el sexo, el programa de Mónica Naranjo en Cuatro, sigue mostrando al público las prácticas sexuales más curiosas que se practican en Tokio. Esta vez, la cantante ha estado en una fiesta fetichista, “la más grande y más antigua”.
“Este es un sitio donde cada uno respeta el fetichismo del otro. Nadie te va a criticar”, ha defendido uno de los participantes.
“Yo creo que esta noche me voy a hacer muchas fotos. Esto es acojonante. Es como si entraras en otra galaxia”, ha afirmado la artista, vestida con un traje de cuero negro, nada más entrar al recinto.
Entre las bizarradas que se ha encontrado Mónica Naranjo han destacado dos: un hombre que solo siente placer al ir en látex y otro que disfrutaba cuando recibía patadas en los genitales.
Al contrario que en el programa anterior, cuando Naranjo no quiso comer del cuerpo desnudo de una mujer, esta vez sí ha querido participar en las actividades que se desarrollaban en la fiesta.
Después del hombre del látex ha llegado el momento genitales. “No hacía nada más que decirme Yuka, no le puedes pegar flojo porque entonces se va a sentir decepcionado y esa patada no la va a poder añadir a su contador”, ha afirmado Naranjo.
“Y le di la patada. Se la di con todas mis fuerzas. He de decir en mi vida: Mónica Naranjo le dio una patada en los cojones a un hombre. Pero ya está, una vez”, ha añadido la cantante.
El hombre que ha recibido las patadas ha confesado por qué le gusta ese tipo de práctica tan dolorosa: “A los 14 años un compañero me dio una patada en los huevos y desde allí me di cuenta de que me gustaba. Estoy muy cachondo”
Naranjo le ha preguntado si después de una patada en la genitalia podría mantener sexo. “Sí, pero prefiero el dolor al sexo”, ha respondido el hombre. El caballero en cuestión ha mostrado en su contador de patadas en la huevada que ya le han dado 12. 272 veces ahí abajo. Eso sí, en su meta está el llegar a 20.000.
Para finalizar, Naranjo ha contado que nunca ha vivido algo así y que “va a volver”.