Qué gana Vox perdiendo la moción de censura
Las razones por las que la ultraderecha ha presentado esta iniciativa fallida contra Sánchez.
El jueves al mediodía se llamará uno a uno a los 350 diputados. Se tendrán que levantar y gritar a viva voz: sí, no o abstención. Una respuesta a la moción de censura presentada por Vox contra Pedro Sánchez y ofreciendo como candidato alternativo para La Moncloa a Santiago Abascal. La ultraderecha ya sabe que va a perder… pero piensa que ganará otras cosas.
Los números no salen. Pero Abascal y los suyos han sopesado los pros y contras. Como en su día le pasó a Unidas Podemos en la moción que presentaron contra Mariano Rajoy. Una derrota a la que le ven varios beneficios: exposición mediática, marcar perfil propio, poner en apuros al Partido Popular, dar publicidad a su candidato en las catalanas, presentarse como la verdadera oposición a Sánchez.
El debate arrancará el miércoles a primera hora. Y el primero en subir a la tribuna no será Santiago Abascal por parte de Vox. La ultraderecha ha decidido que presente la iniciativa ante el Pleno su ‘número uno’ por Barcelona, Ignacio Garriga. ¿La razón? Arranca la larga precampaña para las elecciones catalanas y este diputado será el aspirante en la papeleta para la Generalitat.
El partido de Abascal no se ha enfrentado a ningunas catalanas desde su subidón a partir de las andaluzas en 2018. Esta es su prueba de fuego en una comunidad que ha utilizado como principal reclamo para lograr votos en el resto de España y el momento de testar dentro de esta autonomía cómo se digiere el voto de ultraderecha. En su programa electoral en las generales llevaba como uno de sus principales puntos la suspensión de la autonomía catalana precisamente.
Las encuestas reflejan que Vox logrará entrar en el Parque de la Ciutadella. En las últimas se augura una irrupción con cuatro diputados (Público) o tres escaños (La Razón). Se vería beneficiada por el descalabro de Ciudadanos y por un PP que no termina de cuajar en Cataluña.
Este es uno de esos factores, como explica Ana Salazar, politóloga y consultora de Idus3. “Básicamente busca estas tres cosas: 1) espacio 2) campaña electoral catalana 3) poner en jaque al PP”, indica. Asimismo, señala que “a priori parece que sí” le renta presentar esa moción a Vox, pero avisa: “Veremos cómo sucede la puesta en escena”.
Espacio, espacio, espacio. Vox está obsesionado con la comunicación y los medios, además de su interés especial por las redes sociales. De esta manera, copa muchos titulares y a partir del miércoles por la mañana tendrá a todas las televisiones y radios retransmitiendo en directo su discurso. Después de que hable Garriga, sí subirá a la tribuna del pleno Santiago Abascal, que aspira a la Presidencia del Gobierno.
A la espera de un discurso muy duro
Los dos discursos no van a ser precisamente templados, sólo hay que fijarse en la agresividad parlamentaria desplegada en las últimas semanas, en las que Vox ha llegado a llamar “matón” al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, durante la sesión de control.
Ese tono ya se refleja en la propia exposición de motivos de la moción registrada en el Congreso de los Diputados. El primero que da la ultraderecha en el texto: “De la constitución del actual Gobierno social comunista mediante fraude al electorado español y su dependencia de las fuerzas políticas separatistas”.
El segundo motivo alegado por la ultraderecha en la moción es “la gestión criminal de la pandemia de enfermedad por coronavirus”. El tercero es “la degeneración democrática y el asalto a los contrapoderes llamados a limitar al Poder Ejecutivo: El actual Gobierno social comunista no tiene un proyecto de país. Tiene un proyecto de poder. Y ese proyecto pasa por imponer en España un cambio de Régimen que exige someter —y neutralizar— a todos y cada uno de los contrapoderes que están llamados a frenar al Poder Ejecutivo”.
De esta manera, Vox busca centrar todo el interés mediático después de unos meses en los que sus ideas durante la pandemia no han conseguido el efecto que esperaban, por lo que los de Abascal necesitan un revulsivo para no estancarse en las encuestas y materializar la idea de que ellos son la verdadera oposición frente a la “derechita cobarde”.
“Vox es una formación de extrema derecha y populista y una de las características propias de un partido de esta ideología es que nace para romper consensos amplios y de convivencia y para polarizar. Su hábitat es el de la polarización”, explica Toni Aira, experto en comunicación política y profesor en la UPF Barcelona School of Management.
Añade: “Por lo tanto, tensionar el tablero siempre les va bien. Dividir a favor y en contra siempre les va bien en su cálculo electoralista”. “Y si además le sumas que en el caso de España Vox tiene su principal campo de crecimiento en el votante del PP, les va mejor el hecho de contraponerse al PSOE y a Unidas Podemos. Es decir, se presentan como más antagonistas. Esto tiene un público. La moción les premiará en ese sentido”, reflexiona Aira.
“Luego, evidentemente, nunca suma el hecho de perder y que la moción no prospere. En principio resta que no te vincules a un hecho ganador, pero siempre que el partido de ultraderecha y populista pueda culpar a otro de sus males tendrá una salida argumental a explotar”, apostilla Aira. Si la moción no sale, prosigue, “siempre podrá acusar al PP de derechista cobarde y a Cs de veleta naranja”.
Al hilo, comenta: “Vox en general como formación política, que de entrada nadie cree que sea alternativa a día de hoy, tiene poco que perder, es diferente al PP y al PSOE. Vox se pone en el centro del tablero, en la escena”.
Ese poner en jaque al Partido Popular ya lo ha conseguido Vox. Desde el momento en que se comunicó la moción, el PP salió diciendo que no la apoyaría porque no iba a salir. Pero la incomodidad es tal que Pablo Casado todavía no ha revelado qué piensa hacer: abstención o voto contrario. El partido de Abascal está utilizando esto de la noche a la mañana contra Génova. Como decía este lunes su portavoz, Jorge Buxadé, significa que los populares “prefieren” que siga el Gobierno de Sánchez e Iglesias por “el camino negro, de ruina, de miseria y de paro”.
Vox espera capitalizar también esta moción para subir algo en las encuestas. Desde marzo, su intención de voto ha ido bajando mes tras mes, incluso Unidas Podemos les superaba en el CIS. No obstante, han logrado una pequeña mejoría en septiembre colocándose otra vez como la tercera fuerza del país en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas. Si hoy hubiera elecciones, lograrían un 12,5% de los votos, casi tres puntos menos de lo que lograron en las últimas generales (15,21%).
Vox se prepara para perder la votación… pero espera ganar otras cosas.