Garriga dice que la moción no es marketing sino un "deber nacional" por la "inacción del PP"
Para la ultraderecha, la censura no refuerza al Gobierno “socialcomunista” por los “ofrecimientos de Cs y la actitud pasiva del PP”.
El diputado de Vox Ignacio Garriga ha espetado este miércoles al presidente del Gobierno el mismo argumentario de crispación que la extrema derecha lleva meses vertiendo en el Congreso de los Diputados. Mismo discurso, distinta voz. Garriga, quien apenas ha levantado la mirada de los folios que contenían su discurso, ha comenzado la defensa de la moción de censura atizando al PP, auténtico objetivo de un espectáculo que pretende reforzar a los ultras como auténtica oposición a PSOE y Podemos.
Para la ultraderecha, la moción no es un mera campaña de marketing, sino un “deber nacional” dada la “inacción” del PP, según ha dicho Garriga, quien ha intervenido antes que su jefe, Santiago Abascal. La moción, ha comentado Garriga, no refuerza al Gobierno “socialcomunista” porque ahí están los “ofrecimientos de Cs y la actitud pasiva del PP” para insuflar aire a la coalición de socialistas y morados.
Garriga se ha dirigido al PP para intentar dejar en sus cabezas mala conciencia: “Pueden pensar que esta muy bien lo que decimos pero que vamos a perder, y yo les digo que vamos a dar motivos para convocar elecciones. Más perderán los diputados que mañana tendrán que explicar a los españoles su contribución a la continuidad de este desastre”, ha lanzando desafiante a la bancada de Pablo Casado. El líder del PP ha mirado fijamente en varios momentos al diputado de extrema derecha, aunque en otros ha ignorado, en silencio, el turno de la ultraderecha en la tribuna.
Santiago Abascal ha prestado especial atención a su pupilo. Como si Garriga se hubiera enfrentado a un examen dentro del partido. Con cada alusión a ETA, a la ilegitimidad del Gobierno, a las muertes del coronavirus y al separatismo catalán, Ignacio Garriga se ha ganado el fervor de sus colegas en el hemiciclo, quienes se han llegado a poner en pie cuando ha llamado “miserable” a Sánchez a cuenta de la banda terrorista que abandonó las armas hace 9 años.
“Hoy, los representantes de ETA en las instituciones no son solo socios del Gobierno, sino que reciben el pésame del presidente por el suicidio de un terrorista. Es miserable convertir a los asesinos en víctimas y no se lo vamos a permitir por la memoria de los más de 800 compatriotas que fueron asesinados por ser españoles. Hoy en el País Vasco no hay libertad. ETA no ha sido derrotada, ha encontrado el amparo institucional del PNV y del PSOE”, ha gritado un esforzado Garriga en aparentar vehemencia para pasar la prueba del algodón de sus jefes en Twitter.
Garriga, quien será el candidato de la ultraderecha en los próximos comicios catalanes, ha justificado la quinta censura de la oposición a un Gobierno confrontando los principales indicadores económicos de España en el momento en el que se debatieron cada una de las mociones.
“España tiene un desplome del PIB del 110% y un paro que superará el 20% antes de terminar el año. Estos son motivos suficientes para censurarles. Han hecho de España una serie que cada temporada es peor. Y todo a costa del sufrimiento del español paciente”. Pero Garriga ha obviado que la crisis de la covid-19 es la más importante desde la Segunda Guerra Mundial y afecta, de forma similar, a países del todo el mundo.
El recurso del “Gobierno ilegítimo”
“El Ejecutivo que hoy censuramos es un Gobierno ilegítimo. Sánchez perpetró un fraude a los españoles. Llegó a la presidencia del Gobierno mintiendo a los españoles”, ha dicho Garriga, quien ha insistido una vez más en que el Ejecutivo de coalición de Sánchez no tiene derecho a estar en Moncloa.
“Son el Gobierno de la ruina y la muerte”, ha dicho Garriga. Pero no contento, el diputado ultra seguido la estela de la senadora del PP y ha señalado al vicepresidente Pablo Iglesias y a la ministra de Igualdad, Irene Montero, por su relación personal. “Son los primeros en traer a un Gobierno a un matrimonio o pareja”, ha lanzado.
Garriga ha acusado al Gobierno de controlar las instituciones y ponerlas al servicio de sus intereses. Para la ultraderecha, el poder judicial y los medios de comunicación son órganos cooptados por la coalición de Gobierno. Sobre el bloqueo de la presidencia del Consejo General del Poder Judicial, Garriga ha dicho que “la independencia real del poder judicial es la base de la separación de poderes y que, “por eso” deben echar al Gobierno, “para evitar que su pulsión totalitaria se extienda por cada rincón” de las instituciones.
Garriga ha sentenciado la pulsión disgregadora de un Ejecutivo que “está convirtiendo el estado de derecho en un estado totalitario y mafioso” y que quiere convertir España en una “república bananera”. El diputado, que ha empleado casi una hora y media para defender la moción, la ha terminado al estilo americano: “Que Dios bendiga nuestra patria”.