Merkel Vs Seehofer: guía para entender el enfrentamiento que ha puesto en jaque el gobierno alemán
La canciller y su ministro del Interior llegan a un acuerdo 'in extremis' que frena la crisis en el gabinete, dividido por las políticas migratorias.
A la canciller alemana Angela Merkel se le está atragantando el que será, si nada cambia, su último mandato después de 13 años en el poder. Le costó formar gobierno pese a su victoria electoral en mayo del año pasado y ahora no pasa un día en el que su nombre no aparezca vinculado a titulares en los que se hace mención a cómo su Ejecutivo está en la cuerda floja.
Este lunes no ha sido una excepción y, conscientes de la gravedad de la situación, Merkel y el ala más derechista de la frágil coalición gubernamental han intentado nuevamente resolver el enconado conflicto sobre los migrantes que amenaza al gobierno alemán y también la cohesión europea. Les ha salido bien. En el último minuto, pero han apagado el fuego.
El protagonista de las pesadillas de la canciller alemana tiene nombre propio: Horst Seehofer, su ministro del Interior. La situación era de una gravedad sin precedentes: la coalición con la que gobierna Merkel, creada en marzo de este año y que une la derecha bávara (CSU), a la centroderecha de Merkel (CDU) y los socialdemócratas, había quedado suspendida. Al igual que la unión CDU-CSU formada nada más y nada menos que en 1949. Es decir: se barruntaba un cisma entre socios que podía ser el primero desde la postguerra.
Diputados de los todos partidos en liza han rogado en las últimas horas a Merkel y a su ministro para que resuelvan su disputa, que ha desbaratado casi su gobierno de apenas tres meses de vida. En la noche de este lunes, durante la maratoniana reunión entre los dos líderes enfrentados que ha tenido lugar en Berlín, el ánimo parecía poco propicio a la distensión, después de que Seehofer dijera en una entrevista, literalmente: "No dejaré que me destituya una canciller que es canciller sólo gracias a mí". No obstante, in extremis, en un giro que pocos esperaban ya, el acuerdo ha sido posible y la crisis "is over", en palabras de un asesor de la canciller.
"Tras intensas negociaciones entre la CDU y la CSU hemos llegado a una cuerdo sobre cómo podemos prevenir en el futuro la inmigración ilegal en la frontera entre Alemania y Austria", anunció Seehofer, ufano, tras tener a su adversaria dos semanas contra las cuerdas. El pacto incluiría la creación de centros para migrantes en la frontera y permitiría al ministro de Interior conservar su puesto, informa la agencia DPA.
¿Pero cómo ha llegado Alemania a la situación actual? Así ha sido el proceso.
12 de junio: estalla el conflicto
Aunque entre Seehofer y Merkel hay desde 2015 una disputa en torno a la política migratoria, ha sido en los últimos días cuando se ha radicalizado hasta desembocar en la crisis actual. Fue el 12 de junio cuando Seehofer tenía previsto presentar su "plan maestro para el Asilo". En él había 63 medidas de las que la canciller rechazó sólo una: la devolución de demandantes de asilo en la frontera que hubieran solicitado protección internacional en otro país de la Unión. Merkel dijo 'no' a este objetivo por temor a un efecto dominó y que esto supusiera el final de la libre circulación.
Lejos de quedarse quieto, ante la respuesta de la canciller, Seehofer dio un plazo de dos semanas a Merkel para endurecer su política migratoria. De no ser así, tomaría su propio camino cerrando las fronteras alemanas e ignorando, por tanto, los Acuerdos de Dublín que rigen en la UE.
Aunque Merkel rechazó el ultimátum, prueba de que era consciente de los riesgos que entrañaba éste tanto para Alemania como para la UE, convocó una reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, sólo una semana después. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, también le echó un 'capote' a la canciller: convocó una mini cumbre previa al Consejo Europeo en el que se iba a tratar, entre otros asuntos, la cuestión migratoria.
Como telón de fondo... La UE tenía que hacer frente a la crisis del Aquarius con el nuevo gobierno italiano liderando las posturas más radicales y xenófobas.
20 de junio: cita con Macron
La canciller acudió a su cita con Macron debilitada por su situación, pero consiguió reforzar su liderazgo. Los dos líderes acordaron una serie de reformas para proteger a los países de la zona euro de futuras crisis y coordinar la política migratoria. Y en la declaración conjunta había una clara advertencia a Seehofer: se hacía hincapié en la necesidad de buscar "soluciones europeas comunes". "Las acciones unilaterales y descoordinadas partirán a Europea, dividirán a sus pueblos y pondrán a Schengen en peligro", se explicaba en alusión a la libre circulación de personas dentro de la Unión.
27 y 28 de junio: Consejo Europeo
En una carrera contrarreloj, Merkel aprovechó la cumbre en Bruselas para lograr acuerdos que le permitieran devolver demandantes de asilo sin saltarse la ley y evitando el temido efecto dominó de cierre de fronteras. O lo que es lo mismo, hacerse con pactos que impidieran que su ministro del Interior vaya por libre dejando en jaque a su Gobierno y al resto de la UE.
Uno de los acuerdos alcanzados fue con el presidente español, Pedro Sánchez, que anunció que España acogerá inmigrantes que llegaron a Alemania desde territorio español dentro de un acuerdo recíproco. Fue un claro gesto con el que Sánchez se unió a los dirigentes europeos que quieren ayudar a Merkel a superar su crisis interna. Sánchez explicó que el acuerdo consiste en que Alemania brinde apoyo financiero a España en materia de inmigración, pero también le entregará inmigrantes que detecte que han llegado desde territorio español.
Y a todo esto hay que sumarle el resultado de la cumbre: un acuerdo para crear de forma voluntaria en los Estados miembros centros "controlados" para separar a los refugiados, con derecho a permanecer en los Veintiocho, de los inmigrantes económicos, que serían devueltos a sus países de origen.
Merkel dijo volverse a Alemania "satisfecha", pero en 'casa' no opinaban igual...
29, 30 y 31 de julio: Seehofer quiere más
Merkel pensaba poder ablandar a la CSU gracias a las medidas tomadas durante la última cumbre europea para reducir los flujos migratorios, pero Seehofer las calificó el domingo de "insuficientes".
La publicación Der Spiegel ironizó sobre esta crisis que se alarga: "Él renuncia, él no renuncia... La pelea entre la canciller Merkel y su ministro del Interior es cada vez más absurda". Absurda o no, lo cierto es que la tan temida fecha del ultimátum llegó.
1 de julio: ¿el fin?
Este lunes ha expirado el plazo dado por Horst Seehofer para endurecer su política migratoria. Después de unas diez horas de reuniones con los líderes de CSU, Seehofer ofreció renunciar a su ministerio y al liderazgo del partido, pero después dio marcha atrás para volver a entablar una ronda final de negociaciones con Angela Merkel, que es la que ha tenido lugar este lunes.
A pesar del desafío de la CSU, la jefa del gobierno alemán se muestra inflexible, y el domingo obtuvo en Berlín el apoyo casi unánime de las instancias dirigentes de su partido.
2 de julio: pase lo que pase...
... Merkel quedará debilitada políticamente, incluso con el acuerdo logrado esta noche de lunes. Todos los sondeos muestran que los alemanes no aprueban el tono conflictivo que ha elegido el ministro del Interior, pero una mayoría está a favor de sus ideas, más severas con los migrantes.
El ministro de Interior, en declaraciones al Süddeutsche Zeitung,previas al inicio de la reunión con Merkel, enfadó al equipo de la canciller diciendo que no permitirá que lo destituya una mandataria que, según el político bávaro, llegó al cargo sólo gracias a él. "No dejaré que me destituya una canciller que es canciller sólo gracias a mí", dijo Seehofer en alusión a que su partido, la Unión Socialcristiana (CSU), tuvo en Baviera un resultado comparativamente mejor que el logrado en todo el país por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel. Ese tono, más allá del acuerdo de hoy, no augura una relación plácida con Merkel en los días por venir.
Pese al endurecimiento de su discurso, las intenciones de voto para las próximas elecciones regionales en Baviera continúan bajando para el partido del ministro, mientras se beneficia la extrema derecha (Alternativa para Alemania, AfD).