La última de ellas ha sido el permiso de Facebook e Instagram para publicar mensajes de odio contra el presidente ruso, según publica en exclusiva Reuters. Ambas redes sociales han tomado la decisión temporal de pasar por alto su política contra la incitación al odio y la violencia, poniendo en el foco no solo a Putin, sino también a los rusos.
Incluso, según testimonios a los que ha tenido acceso la agencia, la compañía permitirá mensajes que pidan la muerte del mandatario del Kremlin, como una forma de manifestar su apoyo al pueblo ucraniano.
Eso sí, los mensajes permitidos tendrán que atenerse a ciertas condiciones: habrá que evitar señalar localización, método y dejar claro que el mensaje está contextualizado en la invasión de Ucrania. Asimismo, el objetivo será únicamente el ya descrito.
Los mensajes de odio contra Putin y los rusos se permitirán en países como Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y en la propia Rusia.
El drama de Ucrania, en 30 imágenes
Un refugiado trata de calentarse con un fuego en la frontera ucraniano-polaca
Una mujer adulta abraza a una pequeña a su llegada a la estación de Przemysl en Polonia, punto de entrada masiva de refugiado
Un núcleo de viviendas, derruidas a escombros tras un bombardeo sobre Bucha, cerca de Kiev
El cadáver calcinado de un hombre, en Bucha
Un mural en Cardiff (Gales), en apoyo del pueblo ucraniano
La mirada fija de una persona de avanzada edad en un refugio de la ciudad de Sievierodonetsk, en la región de Lugansk
Un grupo de civiles ucranianos colabora en el envío de armamento sobre un río tras el hundimiento de un puente
Un militar ucraniano saluda subido a un tanque
Un ciudadano se adentra en lo que era un club de ocio en Kiev para preparar cócteles molotov
Dos hermanas se abrazan en Berlín después de que tuvieran que abandonar Kiev
Los servicios de emergencia tratan de apagar el fuego tras el bombardeo ruso a la torre de televisión en Kiev
Una madre y su hijo esperan un tren para salir de Ucrania desde la estación de Leópolis (Lviv)
Refugiados ucranianos llegan a Polonia con lo que han podido rescatar de sus casas
Buena parte de la ciudad de Járkov, convertida en escombros por las bombas
Una refugiada ucraniana, espera con la mirada perdida en la frontera de Polonia
Vecinos de Zaporiyia preparan una reserva de cócteles molotov para combatir a los rusos
Una familia se abraza dentro de una tienda de campaña en Leópolis (Lviv)
Varios refugiados se hacinan en un improvisado centro de acogida junto a sus pocas pertenencias
Un refugio en Kiev sirve como almacén de cócteles molotov para combatir a las tropas rusas
Soldados ucranianos, en una morgue de Brovary
Destrozos en un edificio en Donetsk
Un hombre cruza un río en Kiev tras el derrumbe del puente
Una mujer trata de recoger lo que queda de una casa prácticamente destruida tras una explosión
Una familia de refugiados ucranianos camina por la frontera entre Moldavia y Ucrania
Refugiados ucranianos descansan, como pueden, en una estación de tren en Polonia
Una manta cubre el cadáver de una persona fallecida en el bombardeo de la plaza central de Járkov
En un punto de control en Brovary
Una refugiada ucraniana llega con sus pertenencias y su mascota a Hungría
Una refugiada ucraniana llega con sus pertenencias y su mascota a Hungría
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Uno de tantos peluches abandonados en la huida masiva de población de Kiev y otras ciudades