El Memorial de Auschwitz reprende a varios visitantes por hacerse fotos así
"Ya me daría vergüenza ser esa gente", han reaccionado en redes.
Más de un millón de personas fueron asesinadas en el campo de concentración de Auschwitz, símbolo del terror del Holocausto que llevaron a cabo los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Décadas después, el campo es un museo y un memorial en recuerdo de las víctimas y de los terribles crímenes de guerra que llevaron a cabo los nazis en la Polonia ocupada.
Pero muchos visitantes, con la proliferación de las redes sociales, acuden a Auschwitz para hacerse fotos con las que ganar ‘me gustas’ en Instagram.
Contra ellos ha cargado la cuenta oficial en Twitter del Memorial de Auschwitz, especialmente contra quienes utilizan las vías del tren para hacer como si mantuvieran el equilibrio:
“Cuando vayas al Museo de Auschwitz recuerda que estás en un sitio en el que fueron asesinadas más de un millón de personas. Respeta su memoria. Hay mejores lugares para aprender a mantener el equilibrio sobre una barra que un lugar que simboliza la deportación de cientos de miles hacia su muerte”.
Un mensaje que se ha hecho viral y que ha generado las críticas de muchos usuarios de esta red social hacia los visitantes que se dedican a fotografiarse de este modo.
La queja de la cuenta del Memorial de Auschwitz va en la línea de la que ya expresó en su momento el escritor y académico Arturo Pérez-Reverte, quien ironizó, también a través de Twitter, las “modas literarias comerciales” relacionadas con los campos de concentración.
Hilo tuitero al que respondió el propio memorial: “La historia de Auschwitz es la historia del sufrimiento de 1,3 millones de personas. Su tweet parece desencadenar comentarios que tristemente se están convirtiendo en una burla irrespetuosa a la memoria de esas personas”.
Al que reaccionó con molestia el propio Pérez-Reverte, criticando la “comprensión lectora” de la institución:
Una polémica antigua
La polémica de las fotos en campos de concentración no es nueva. En 2016, un joven llamado Rubén Domínguez, que se autodenominaba “especialista en moda”, recibió duras críticas en Instagram por publicar en su perfil fotografías en las que aparecía posando con distintos tipos de bolsos en diversas localizaciones del campo de concentración de Auschwitz.
Imágenes que iban acompañadas, además, de etiquetas como “fashionvictim”, “influencer”, “instagramer”, “gucci”, “design”, “fashion” y “menwithstyle”.