Las tres localidades españolas que aspiran a ser el Mejor Pueblo Turístico del mundo
Una distinción que otorga la Organización Mundial del Turismo.
Tres rincones españoles quieren convertirse en un referente turístico mundial. Se trata de los tres municipios que ha seleccionado España para la próxima edición de Best Tourism Villages, una iniciativa con la que la Organización Mundial del Turismo premia a los pueblos que sean un buen ejemplo de turismo rural, a la par que demuestran un compromiso con la sostenibilidad.
Las tres localidades seleccionadas y que competirán con municipios de todo el mundo serán Alquézar (Huesca), Rupit (Barcelona) y Guadalupe (Cáceres).
Estos son los encantos de cada una:
Ubicada a unos 50 kilómetros de Huesca y a 660 metros de altitud, esta localidad, declarada Conjunto Histórico-Artístico, destaca por sus calles empedradas y por su castillo de origen islámico y convertido en colegiata.
Además de pasear por el casco histórico, no pueden faltar la visita al mirador Sonrisa del Viento o al Museo Etnológico Casa Fabián.
En entorno en el que está enclavada invita a explorar alguna ruta, como la de las pasarelas de Alquézar, para admirar la belleza del último tramo del Cañón del río Vero, o practicar algún deporte de aventura, como escalada o descenso de barrancos.
En este pueblo medieval, a 109 kilómetros de Barcelona, la piedra de las calles parece fundirse con la de los riscos de Collsacabra. Mientras se da un paseo, es aconsejable fijarse en las fachadas de las casas de los siglos XVI al XVIII, puesto que muchas conservan los nombres de sus dueños.
Son imprescindibles las visitas a la iglesia de San Miguel Arcángel o cruzar el puente Colgante o el de Can Badaire.
Rupit puede presumir además de tener el salto de Sallent, la cascada más alta de Cataluña y alrededor de la localidad hay varias rutas de BTT.
Mención aparte merece la gastronomía, con platos típicos de Osona: escudelles, habas o estofafos con carne de caza.
A 120 kilómetros de Cáceres, el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad, es uno de sus grandes atractivos, pero ni de lejos el único.
Pensar que en él los Reyes Católicos ofrecieron las carabelas a Cristóbal Colón da idea de la historia que atesora la localidad, que ofrece también una buena muestra de la arquitectura serrana.
La naturaleza también tiene un papel protagonista con la recomendable ruta de los Molinos y el geoparque Villuercas-Íbores-Jara.