Meghan Markle, novia del príncipe Enrique, protagoniza la portada de 'Vanity Fair'
"Somos dos personas y estamos realmente felices y enamoradas […] No ha cambiado nada de mí. Nunca me he definido a mí misma a partir de mi relación".
Todavía no forma parte de la familia real británica, pero Meghan Markle parece estar gozando ya de los privilegios de estar en su círculo más cercano. La actriz de la serie Suits y novia (confirmada por el palacio de Kensington) del príncipe Enrique se ha convertido en la protagonista de la portada del número de octubre de 2017 de la revista Vanity Fair en su edición estadounidense.
"Somos una pareja", relata a la revista acerca de su relación con Harry, "estamos enamorados. Estoy segura de que habrá un momento en que demos el paso, nos mostremos públicamente y tengamos historias que contar, pero espero que la gente entienda que es nuestro momento. Esto es para nosotros. Es parte de lo que lo hace tan especial, tan nuestro. Pero somos felices. Sinceramente, adoro las grandes historias de amor".
La portada, con una amplia entrevista en su interior, sale a la luz justo el día después de que los duques de Cambridge anuncien que esperan su tercer hijo. Como bien destaca la publicación, en el caso de que Markle llegara a casarse con Harry, se convertiría en la primera estadounidense en entrar en la familia real británica desde hace ocho décadas, cuando la divorciada Wallis Simpson se casó con el rey Eduardo VIII y, por tanto, este tuvo que abdicar.
Una situación muy alejada de lo que ocurriría hoy. En el siglo XXI, el hecho de que Markle (estadounidense divorciada de 36 años) no sea soltera, británica, aristócrata ni anglicana no suponen, inicialmente y ya era hora, ningún problema. Lo único necesario sería la aprobación del compromiso por parte de Isabel II, algo que, según algunos medios, Harry ya podría haber recibido la pasada primavera.
Las imágenes de este reportaje de Vanity Fair han sido tomadas por el prestigioso retratista Peter Lindbergh, mientras que el texto lo pone el periodista Sam Kashner, unas palabras que ayudan a arrojar luz sobre la relación entre Harry y Meghan, que recibe a Kashner y le invita a almorzar en su casa de Toronto, donde vive hace siete años mientras rueda Suits.
Así, Markle explica que conoció a Harry en Londres en julio de 2016 gracias a unos amigos en común. Su relación se hizo pública tan pronto que el príncipe tuvo que pedir respeto a los informadores. Sin embargo, ella no parece asustada por la fama: "Tiene sus retos, va y viene en oleadas... Algunos días son más complicados que otros". Sin embargo, afirma que tiene "todo un sistema de apoyo" a su alrededor. "Y el apoyo de mi novio, claro", remacha.
La actriz también ha hablado de su carrera, disparada gracias a Suits. "Mis padres me han apoyado muchísimo: viéndome en audiciones, ayudándome a llegar a fin de mes pagándome las facturas... He hecho trabajos de caligrafía y he sido camarera en restaurantes y todas esas cosas que hacen los actores. Mi padre [director de cine y sobre todo de televisión] sabe lo difícil que es encontrar trabajo cuando eres actor, así que él más que nadie está orgulloso de que haya vencido las dificultades".
Markle explica en el reportaje sobre cómo maneja las informaciones publicadas por los tabloides, y afirma que no lee "nada de prensa", ni siquiera informaciones respectivas a la serie en la que trabaja, por lo que mucho menos referentes a su relación. "Cuando acaba el día es muy sencillo. Somos dos personas y estamos realmente felices y enamoradas. Estuvimos saliendo tranquilamente durante unos seis meses antes de que saltara la noticia, yo he estado trabajando todo el tiempo, y lo único que ha cambiado es la percepción de la gente. No ha cambiado nada de mí. Sigo siendo quien soy, y nunca me he definido a mí misma a partir de mi relación".