Meghan Markle desvela el momento de su vida en el que sintió que solo era valorada por su cuerpo
"Solía acabar yéndome con un nudo en el estómago".
Cada entrega de Archetypes, el podcast de Meghan Markle, deja una buena tanda de titulares. En la última, la duquesa de Sussex ha charlado con la celebrity Paris Hilton y recuerda una época de su vida en la que se sintió cosificada y “no inteligente”.
Markle se refiere al tiempo que trabajó como azafata del concurso televisivo Deal or No Deal, allá por 2006. Su labor era, como el de otras chicas, sostener un maletín con una amplia sonrisa.
La ahora mujer del príncipe Harry estaba agradecida por tener un trabajo, puesto que en aquella época aún hacía audiciones para poder ganarse la vida como actriz, pero no le gustaba “sentirse obligada a ser todo apariencia y poca sustancia”.
Como confesó a Paris Hilton, hubo momentos durante las grabaciones en los que recordaba su tiempo trabajando como pasante en la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires (Argentina). Concretamente, el estar “en la caravana con el secretario del Tesoro y ser valorada específicamente por mi cerebro”. “Aquí estaba siendo valorada por algo completamente opuesto”, subraya.
Según Markle, lo único importante era la belleza, no el cerebro, y recordó que antes de los rodajes las azafatas pasaban por diferentes puestos para ponerse pestañas falsas, extensiones en el pelo o relleno en el sujetador. También les daban vales semanales para darse sesiones de bronceado.
Terminó dejando el trabajo. “Estaba agradecida por él, pero no por cómo me hacía sentir. En el plató estaba rodeada por mujeres inteligentes, pero ese no era el motivo por el que estábamos allí, y solía acabar yéndome con un nudo en el estómago”, agregó.
Poco después apareció en Fringe y de 2011 hasta su boda con el hijo menor de Carlos III en 2018 fue Rachel Zane en la serie Suits.