Asociaciones de médicos reprochan a Madrid que reparta mascarillas FFP2 a la población cuando los sanitarios no tienen
Instan a que se repartan las quirúrgicas, más baratas, y recomendadas para la ciudadanía.
Los jefes de servicio y responsables de medicina preventiva de una quincena de hospitales de Madrid han enviado una carta a la Comunidad de Madrid en la que piden que no se repartan mascarillas FFP2 para la población general, porque pueden provocar mayores riesgos de contagio de coronavirus. En su lugar, instan a que se elijan mascarillas quirúrgicas.
Los madrileños podrán recoger desde el lunes y durante 15 días una mascarilla FFP2, de forma gratuita presentando su tarjeta médica en la farmacia.
En la misiva, que ha adelantado este domingo El País, enviada ayer al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, los profesionales indican que “por su tamaño y alcance, el uso de mascarillas quirúrgicas es la medida preventiva más adecuada para prevenir este mecanismo de transmisión”.
Además, consideran que la distribución de mascarillas de protección FFP2 a la población “puede confundir a la población y no ayudar al control de la transmisión” poniendo en riesgo “la seguridad y la salud de los profesionales sanitarios”.
Piden rectificar la distribución de esta mascarilla entre la población general, que consideran “una medida desproporcionada si no se asegura antes su disponibilidad en las situaciones en las que realmente están indicadas”, en concreto para “trabajadores sanitarios, en función de los procedimientos de riesgo”, “una prioridad por su mayor riesgo de contagio”.
Y detallan por qué este tipo de mascarilla puede suponer un mayor riesgo: “Su uso continuado dificulta la respiración, es incómodo, y en determinadas personas, no tolerable. Su utilización en población general favorecerá que las personas se toquen más frecuentemente la cara y se quiten la mascarilla al no poder respirar cómodamente favoreciendo el riesgo de contagio”.
La FFP2, “requiere para ser efectiva un adiestramiento en su colocación”. Su uso para médicos está indicado debido a que algunos tratamientos a enfermos provocan que las gotas que contagian el virus “pueden estar en el aire suspendidas durante algún tiempo”, una circunstancia que “se produce fundamentalmente en las unidades de críticos”.
En una situación normal el virus se contagia por gotitas ”que se producen al hablar, toser o estornudar”, con un alcance “de alrededor de 1-2 metros”, y que “fácilmente contaminan los objetos y superficies, que al ser tocadas con las manos pueden posteriormente hacer llegar las partículas virales a las mucosas de boca, nariz u ojos”.
Para prevenir ese contagio subrayan que la mascarilla más adecuada es la quirúrgica “para evitar que el que las lleva contamine el aire, los objetos o directamente a otras personas con sus secreciones respiratorias”, además de tener “efecto protector frente a las salpicaduras de gotitas”.
Por contra en “algunos modelos de mascarillas FFP2, FFP3 disponen una válvula de exhalación,”, donde “no se consigue el efecto de “control de la fuente de infección”.
Ante una “falsa seguridad” se descuidan “las medidas preventivas más importantes”: distanciamiento social, higiene de manos, no tocarse ojos, nariz y boca con las manos o limpiar las superficies.
“La utilización de las mascarillas de protección (FFP2, FFP3) no está actualmente recomendada para la población general ni por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC)”, recalcan.
Entre los firmantes figuran los responsables de preventiva de los hospitales como el hospital Universitario la Paz- Cantoblanco-Carlos III, Puerta de Hierro Majadahonda, del Henares, Móstoles, Carlos III, Sureste, Severo Ochoa, Getafe, Príncipe de Asturias, Fuenlabrada, Torrejón o Clínico San Carlos, además de las sociedades madrileña y española de Medicina Preventiva.
En el mismo sentido se ha pronunciado la Asociación Madrileña de Salud Pública en este comunicado:
La respuesta de la Comunidad
La Comunidad de Madrid asegura que la decisión de distribuir mascarillas FFP2 KN95 a los ciudadanos a partir de este lunes se ha tomado después de asegurar que los profesionales sanitarios dispondrán de “todos los equipos de protección y tipos de mascarillas necesarios en cada momento”, ya que “hay stock de seguridad”.
En un comunicado, el Gobierno regional ha subrayado que la Comunidad ha adquirido 14 millones de mascarillas KN95 por valor de 32 millones de euros, y que cumplen con la normativa de la Unión Europea, y son “reutilizables” hasta 48 horas seguidas, “por lo que se puede utilizar en distintas ocasiones a lo largo de varios días”.
La Comunidad de Madrid ha asegurado que esta distribución no afectará a las necesidades de protección de los sanitarios, después de que los jefes de servicio o responsables de medicina preventiva en una quincena de hospitales hayan pedido que no se repartan estas mascarillas para la población general, porque pueden provocar mayores riesgos, y se debe priorizar la disponibilidad para el personal sanitario.
“Hay stock de seguridad suficiente en los almacenes de la red del Servicio Madrileño de Salud y pedidos pendientes de entrega de todo tipo de material que se recibirán en los próximos días, semanas y meses”, ha asegurado el Gobierno madrileño.