¿Cómo será esta primavera para los alérgicos? ¿Me puedo vacunar si tengo un ataque de alergia?
Las noticias no son del todo malas, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
El sábado 20 de marzo, a las 10.37 horas comienza la primavera. La estación de las flores, que durará 92 días y 18 horas, es la estación de las alergias por excelencia.
Durante estos meses se produce la polinización de las plantas y minúsculas partículas de polen colonizan el aire y provocan una respuesta inmunológica en el organismo de más de ocho millones de personas en España. Es hay cuando aparece el picor de garganta, la conjuntivitis, la tos e incluso la dificultad para respirar, síntomas que en algunos son molestos, pero hay a quien le condiciona la vida en buena medida.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica establece los siguientes niveles de intensidad para los pacientes alérgicos en las diferentes zonas geográficas.
- Islas Canarias, muy leve
- Cornisa Cantábrica, leve en general, salvo en Asturias y Navarra que será moderada.
- Litoral Mediterráneo, leve.
- Centro Peninsular, muy variada pues será leve en Aragón, moderada en Castilla y León y gran parte de Castilla-La Mancha, e intensa en Madrid y Toledo.
- Sur Peninsular, será variada dependiendo de las zonas: leve en Almería y Huelva, moderada en Córdoba y Jaén, e intensa en Cáceres, Badajoz y Sevila.
En este sentido la SEAIC es tajante: sí, por supuesto. Padecer alergias respiratorias (rinitis y/o asma) no entraña un riesgo aumentado de reacciones frente a las vacunas actualmente disponibles para combatir la infección por coronavirus.
Si se tienen síntomas alérgicos agudos de moderados a intensos hay que posponer la administración de la dosis de cualquier vacuna, hasta la mejoría o resolución de los síntomas.
Hasta el 14 de febrero sólo se registraron en España siete casos de gripe frente a los 6.927 diagnosticados el año pasado. ¿La culpa de este buena noticia? Las medidas aplicadas para reducir la trasmisión del coronavirus, entre ellas la mascarilla.
El uso de mascarilla en pacientes alérgicos no arrojará tan optimistas cifras, pero ya el año pasado supuso una disminución del consumo de medicamentos de rescate y visitas a urgencias.
Las mascarillas recomendadas para los alérgicos son las de protección FPP2 —ni higiénicas ni quirúrgicas—, pues tienen una elevada capacidad de filtración y reducen hasta un 80% las partículas de pólenes y polvo en aire inhalado.