Me espía un algoritmo
Hemos decidido desnudarnos ante los demás pensando que nadie nos iba a mirar.
Desde hace tiempo los programas con mayor audiencia de la televisión son aquellos que ofrecen al espectador espectáculo, eso llevó a triunfar a programas como Gran Hermano, Sálvame, Supervivientes, entre muchos otros. Esto ha provocado que cuando la televisión, que sigue siendo el medio de comunicación estrella, habla de política, lo hace sobre aquello que puede dar espectáculo. Y en esta lógica el espionaje con el software Pegasus, algo que se ha dado en todo el mundo, se ha colocado en prime time de todas las televisiones.
Con motivo de estos espionajes algunos programas de televisión han enviado a sus reporteros a la calle a preguntar a los ciudadanos de a pie si alguna vez se han sentido espiados. Sorprendentemente, una amplia mayoría ha contestado afirmativamente. Señalan como ejemplo que, al navegar por internet después de haber hablado con sus amigos o familiares de un tema concreto, las recomendaciones y anuncios que le salen tienen que ver con esa temática. Lo que no cuentan, quizás porque no sean conscientes, es que son ellos los que han abierto las puertas de par en par a los espías.
Lo han hecho cuando al registrarse en una aplicación, página web o red social han aceptado las condiciones de uso. Lo hacen cuando aceptan las cookies e incluso en muchas ocasiones permiten a estas aplicaciones, paginas o redes sociales, que puedan hacer seguimiento autorizando su geolocalización, el uso de su cámara o de su micrófono. Es habitual leer a amigos en las redes sociales que envían mensajes a sus contactos diciendo que les han hackeado los móviles o sus perfiles y que no son ellos los que envían mensajes masivos, cuando la realidad es que al pinchar sobre un enlace han dado autorización para que ello ocurra. Hemos decidido desnudarnos ante los demás pensando que nadie nos iba a mirar.
Lo más curioso de nuestro comportamiento es que cedemos con gran alegría nuestros datos a entes privados, pero somos muy reservados para compartirlos con entidades públicas. Hace un año, cuando el gobierno creó Radar COVID, la aplicación que buscaba combatir la COVID-19, facilitando que pudiéramos conocer si habíamos sido contacto estrecho de un positivo, pocos se instalaron la aplicación con la justificación de que el Gobierno iba a conocer muchos de nuestros datos. Esos mismos que eran reacios a utilizar la aplicación son los mismos que cada día interactúan en redes sociales donando gratuitamente a empresas privadas datos e informaciones que serán utilizadas para comerciar con ellas y aumentar considerablemente los beneficios de las empresas privadas a las que se lo cedemos.
Pero volvamos a la política espectáculo que vivimos cada día en nuestras televisiones. El ‘infoentretenimiento’ político está ocultando muchas de las cosas que son muy importantes para la mayoría de los ciudadanos, aquellas que inciden de verdad en sus vidas. Para la mayoría ha pasado desapercibido que España, por primera vez en su historia ha pasado los 20 millones de cotizantes, que el presidente de España y Portugal han conseguido una excepción energética para la Península Ibérica que va a abaratar considerablemente nuestra factura eléctrica, que se han aprobado muchas medidas que han impedido que se cierren empresas y que se están recuperando las cifras de empleo, e incluso superando, que había antes de la crisis de 2008 y que el presidente del Gobierno, con su gran habilidad para moverse en Europa ha conseguido 140.000 millones de euros para transformar nuestra economía.
Quizás sea necesario ‘espiar’ la labor que está haciendo este Gobierno para que las televisiones y tertulianos hablaran de la gran cantidad de medidas que se están tomando y que están mejorando la vida de los ciudadanos.